La fiesta vip que unió a Jaime de Marichalar y el juez Pedraz en la finca donde cazaba Isabel II
Pedro Trapote y Begoña García Vaquero organizaron su tradicional fiesta en los jardines de la finca
Durante años, la fiesta que organizaba el empresario Pedro Trapote y su mujer, Begoña García Vaquero, en su finca de los Jardines de Oñate era una tradición que iba unida al día de San Fernando en Aranjuez. Muchos de los invitados, también aficionados taurinos, acudían antes a la plaza y después se reunían en este lugar con una cena que solía acabar de madrugada, dependiendo del día de la semana en que cayera la festividad del santo. Si era fin de semana, incluso se podía alargar hasta el amanecer.
En esas noches primaverales hubo inicios de romances sonados, rupturas por celos y hasta urgencias sexuales resueltas, no a la sombra de los pinos, sino de los impresionantes magnolios. Todo podía suceder en esta finca palacio que se conoce también como el 'cottage' de Aranjuez por la similitud de la casa principal con una villa de la campiña inglesa. Por allí desfilaron Carmen Martínez-Bordiú -primero con Jean-Marie Rossi y después con Roberto Federici-, Carmen Ordóñez, Enrique Ponce y Paloma Cuevas, Ana Obregón, Cayetano y Francisco Rivera, Eugenia, Cayetano y Fernando Martínez de Irujo... Era lo que se denominaba la "madre de todas las fiestas" que abría la temporada previa al verano.
Don Juan Carlos era fijo en los toros y no en la cena, pero sí tuvo su homenaje organizado por el empresario cuando decidió dejar paso a su hijo en las tareas institucionales y abdicar. Precisamente esta propiedad, que fue zona de caza de Isabel II y su corte, fue el escenario donde el monarca emérito dijo adiós a su vida laboral. Ese 2 de junio de 2019 hubo un almuerzo al que también acudieron la infanta Elena, Froilán y la infanta Pilar. Después se trasladaron a la plaza de toros donde hubo una lidia con Morante, el Juli y Manzanares.
Llegó la pandemia y, con el covid, los Jardines de Oñate se cerraron para reuniones multitudinarias por imperativo sanitario. Hasta este martes, cuando el matrimonio Trapote volvió a recibir a los amigos tras la tarde de toros donde el cartel estaba formado por Roca Rey, Morante y el Juli. Ninguno de ellos acudió a la cena, pero se había rumoreado que Cayetano Rivera podía asistir con su novia, la presentadora portuguesa Maria Cerqueira. La amistad que le une a Trapote es casi de familia y su finca sevillana fue uno de los lugares donde el torero se entrenaba cuando inició su carrera taurina. Una amistad muy intensa con el empresario y su mujer, Begoña, que ya existía en la vida de su madre, Carmina Ordóñez.
El rumor se quedó en eso porque los anfitriones nunca lo confirmaron. La lluvia tampoco estropeó la noche. Todo estaba dispuesto para estas emergencias. Entre los invitados mas conocidos estaban Pepe Hidalgo -dueño de, entre otros, Halcón Viajes-, el empresario José Gandía, Fernando Martínez de Irujo, Juan Peña y su mujer, Sonia, María Angeles Grajal, Josemi Rodríguez-Sieiro, el chef Mario Sandoval y su mujer, José Ramón Azpiroz, Fiona Ferrer, las hermanas Lucía y Micaela, sobrinas de la anfitriona, o la pintora Covadonga Sarragua.
También acudió a la cena Jaime de Marichalar, que cuando se encuentra cómodo en un sitio no tiene salidas de mal humor. Comentó las faenas de Roca Rey y el Juli, que salieron a hombros de la plaza. De su hija Victoria prefirió no hacer comentarios más allá de dar las gracias si alguien le comentaba lo estilosa que es. En la mesa se encontraba Jaime Martinez-Bordiú y su mujer, Marta, encantada con el éxito de Truhán, el local de música y copas que faltaba en Madrid para gente de cuarenta años para arriba.
Recién llegado de Londres, donde se encuentra por motivos laborales, estaba Antonio Miguel Carmona. El que fuera candidato a la alcaldía por el PSOE dejó la vicepresidencia de Iberdrola y ahora se encarga de dirigir y ordenar la filial española en el Reino Unido. Llegó con Yolanda y Coki Font, madre y abuela respectivamente de su hija Micaela. La sorpresa de la noche fue Santiago Pedraz y su novia, Elena Hormigos, que recibieron las felicitaciones de muchos de los invitados por la futura llegada al mundo de su nuevo hijo. Para Elena el primero y para el magistrado el cuarto. Y será también varón, como comentaban felices.
La fiesta terminó como había empezado, con los invitados encantados de volver al Jardín de Oñate y con un recuerdo para el Rey emérito. La relación de Pedro Trapote con don Juan Carlos viene de lejos, al formar parte ambos del grupo de cazadores que compartían jornadas cinegéticas en la finca La Flamenca, propiedad del duque de Fernán Núñez.
Durante años, la fiesta que organizaba el empresario Pedro Trapote y su mujer, Begoña García Vaquero, en su finca de los Jardines de Oñate era una tradición que iba unida al día de San Fernando en Aranjuez. Muchos de los invitados, también aficionados taurinos, acudían antes a la plaza y después se reunían en este lugar con una cena que solía acabar de madrugada, dependiendo del día de la semana en que cayera la festividad del santo. Si era fin de semana, incluso se podía alargar hasta el amanecer.