Susanna Griso habla de su divorcio con Carles Torras y de sus hijos: "Era un momento difícil"

Fue el 24 de diciembre de 2020 cuando saltó la noticia de su separación a los medios y la catalana confirmaba la noticia, confesando que estaban “en un paréntesis de pareja”. Siempre fue una pareja muy discreta, que se había conocido trabajando juntos en Catalunya Radio. Se dieron el ‘sí, quiero’ en el año 1997 tras cuatro años de convivencia. Tuvieron dos hijos en común, Jan y Mireia, a los que se sumó su hija Dorcette, a quien adoptaron en 2018, procedente de Costa de Marfil.

Ahora ha hablado de todo el proceso de divorcio en el pódcast ‘Drama Queen’, de la periodista colaboradora del programa que presenta Susanna en Antena 3, Pilar Vidal. Allí se ha abierto como nunca y ha contado cómo fue ese proceso que vivió a finales de 2020.

Comenzaba diciendo la periodista que ella no vivió “el divorcio con rabia”, pero sí “con dolor porque es un proyecto que termina. Pero me dije que lo que me quedaba era un cariño inmenso”. Aseguraba a Pilar que “al final es una persona con la que has compartido muchos años. Yo estuve 23 años casada, pero además fueron 27 años de convivencia”.

Para ella, el padre de sus hijos ha formado parte de “mi vida profesional y mi vida adulta… desde un poquito antes de que me emancipase”. Reconoce que llegó a pensar “que siempre iba a estar ahí. Es el padre de mis hijos, al que quiero mucho y que yo tenía que cuidar y me propuse cuidarle, y creo que él también a mí”.

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Su separación ha sido “modélica”, afirma, “también porque nosotros éramos un muy buen equipo como pareja y entonces hemos intentado también ser buen equipo cuando nos hemos separado”. Lo que más le preocupaba durante su separación “era el tema de mis hijos”, especialmente, explica, “era un momento difícil porque mi hija estaba en Estados Unidos y nunca sabes cómo decirlo”.

Su hijo mayor fue quien mejor se lo tomó e incluso le pidió consejo de cómo decírselo a su hermana: “Me dijo algo que a mí me ayudó muchísimo”. Le comentó que ahora iba a tener la mejor versión de cada uno de ellos, una reflexión que Susanna agradece porque “cuando te separas necesitas tomar oxígeno, reencontrarte a ti misma y recuperarte un poco”. Tras su separación, reconoce que “nos han podido disfrutar de manera individual y creo que para ellos ha sido enriquecedor”.

Su miedo era que “se enterasen por los medios” y por eso intentó “ser muy discreta, lo sabían muy pocas personas de mi entorno”. Cuando saltó la noticia a una portada de una revista, confiesa que aún no lo sabía su familia política: “Fue durísimo que se enterasen de esa manera”. Con nueva pareja, confiesa que fue un momento difícil: “Siempre te duele porque hemos hecho muchos viajes juntos y ese equipo, eso se rompe, por muy bien que te lleves. Pero creo que se puede llevar bien la separación si ambas partes se quieren y, sobre todo, piensan mucho en los hijos, que al final, para mí, siempre han sido la prioridad".