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Volver a la rutina tras un cáncer como Kate Middleton: famosos y expertos nos cuentan su experiencia
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TRAS EL VÍDEO

Volver a la rutina tras un cáncer como Kate Middleton: famosos y expertos nos cuentan su experiencia

Ana Rosa Quintana, Esperanza Aguirre o Juan Avellaneda nos hablan de cómo volvieron a la rutina tras superar la enfermedad. Hay que "recuperar" la vida "y hacerlo todo con mucha alegría", recomiendan

Foto: Kate Middleton en el vídeo compartido por Kensington Palace. (Gtres)
Kate Middleton en el vídeo compartido por Kensington Palace. (Gtres)

“El gran problema cuando te diagnostican un cáncer es que lo primero que piensas es en la muerte, es un shock y hay que gestionarlo psicológicamente”. Cuando a los 27 años, a Juan Avellaneda le dijeron que padecía de cáncer tumoral, hizo lo que pudo, como todos, y en su caso fue no contárselo a nadie. El diseñador no pasó por quimioterapia, fue intervenido en quirófano y no hubo tratamiento posterior. Momentos que pasó en soledad y silencio.

“No se lo dije a nadie, me escondía en mí mismo, lo viví todo solo. Es algo que no quieres verbalizar porque era como: si no lo digo es como si no hubiera pasado. En el caso de Kate Middleton, en el ojo del huracán, donde todo el mundo opina y dice lo que tienes que hacer, debe tener psicólogos a tope para poder gestionarlo bien”, dice en conversación con Vanitatis.

placeholder Ana Rosa Quintana, al final del primer programa que presentó tras superar un cáncer. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)
Ana Rosa Quintana, al final del primer programa que presentó tras superar un cáncer. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)

Esta semana, la duquesa de Gales ha comunicado que ha terminado el tratamiento de quimioterapia y que poco a poco va a intentar volver a su vida. “Los últimos nueve meses han sido muy duros para nosotros como familia. La vida como la conoces puede cambiar en un instante y tenemos que encontrar la forma de navegar durante la tormenta”. Middleton pronunciaba un dulce discurso en un bonito vídeo grabado para la ocasión y publicado y enviado el pasado lunes a los medios.

"Dar una esperanza"

Sus palabras y la belleza de las imágenes impactaban y generaban un debate sobre cómo superar un momento tan oscuro. Una de las voces que resonó con más fuerza fue la de Ana Rosa Quintana. Estaba en directo en TardeAR cuando se emitió el vídeo, ante lo que Quintana, que padeció la enfermedad hace unos años, recordó: “Este es un proceso duro y largo, pero se sale. Hay que dar una esperanza a las personas que tienen cáncer”.

Foto: Ana Rosa Quintana preside su tradicional fiesta de verano. (Gtres)

Pasados los días, Quintana reflexiona para Vanitatis: “Pues gracias a Dios, miles de personas rehacen su vida después de una quimioterapia y de un cáncer. Y además es muy sanador; es muy sanador volver a recuperar tu actividad, tu trabajo, tus obligaciones, tu familia. Bueno, yo creo que una vez que has acabado una quimio, y si Dios quiere tienes unos años de muchas revisiones, pero si te encuentras bien lo que hay que hacer es al revés: disfrutar más de la vida, hacer ejercicio, tener una alimentación sana, recuperar tu vida y hacerlo todo con mucha alegría”.

Foto: Ana Rosa, en 'TardeAR'. (Telecinco)

La presentadora es acaso una de las personas más conocidas de nuestro país que ha padecido cáncer y que ha contado su proceso, algo a lo que todavía hoy pocos se atreven. Se habla aún de larga enfermedad, un eufemismo que suena alejado de la realidad. Quintana fue diagnosticada de cáncer de mama en 2021 y el tratamiento la mantuvo alejada de la pantalla durante meses. Volvió, claro que volvió, y lo hizo con fuerza, contando lo que había pasado y enfrentándose a nuevos proyectos. Porque es “sanador”, tal como dice ella.

"Secuelas"

“Un cáncer... Bueno, yo espero que dentro de no mucho -a algunas no nos ha pillado, pero es verdad que los tratamientos están muy avanzados- pues se va a convertir en una enfermedad con la que puedes seguir viviendo. Eso sí, hay que hacerse las revisiones y hay que ser muy consciente de que después de la quimio y después del tratamiento que sea, hay que estar muy pendientes, porque el cáncer es una enfermedad muy traicionera", dice Quintana.

Foto: Juan Avellaneda durante la presentación de su última colección. (EFE/Inma Tapia)

Es algo en lo que también piensa Juan Avellaneda, aunque ya sólo sea de vez en cuando. “Yo no pasé por un proceso de quimio, por suerte, me operaron y ya está. Pero si que es verdad que te deja secuela, siempre tienes miedo a que vuelva, estás curado pero tienes ese fantasmilla sobrevolándote. Cuando te dicen que está todo bien, estás súper feliz pero es algo en lo que de vez en cuando piensas. Hace poco tuve unos dolores y pensé, otra vez no, no. Es incómodo, al final no somos enfermos, somos pacientes, es decir, que durante toda tu vida lo vas a tener que estar vigilando”.

"Prevención"

“El cáncer es una enfermedad igual de curable que las demás, pero como cursa sin síntomas, muchas veces nos supera. Para evitarlo, prevención”. Habla ahora Esperanza Aguirre, quien pone el foco en prevenir, porque a ella se lo detectaron en una revisión. Fue en 2011 cuando la dirigente del PP fue diagnosticada y tuvo que ser intervenida.

Foto: Esperanza Aguirre: "No está olvidado el cáncer. Acabo de pasar la segunda ITV"

Llevaba dos años sin hacerse una mamografía y el doctor le reprochó que no hubiera estado más pendiente. Por eso Aguirre insiste en la prevención, porque después ya es tarde. “No lloré cuando me dieron el diagnóstico, sólo lo hice cuando en un principio me dijeron que tendría que darme sesiones de quimio”, ha recordado en varias ocasiones. Y lloró porque estaba en plena campaña electoral y no sabía cómo afrontarlo. Finalmente se sometió a radioterapia, lo superó, aunque sigue pendiente: ya no se olvida de las citas con el médico.

placeholder Eugenia Osborne, Patricia Cerezo, Marta Sánchez, Terelu Campos y Alejandra Rubio, en una campaña contra el cáncer. (Europa Press)
Eugenia Osborne, Patricia Cerezo, Marta Sánchez, Terelu Campos y Alejandra Rubio, en una campaña contra el cáncer. (Europa Press)

El cáncer no da síntomas, por eso yo lo único que digo es que contra el cáncer, la prevención. La frase la escuché cuando acompañé a una vecina a una sesión de la Asociación Española contra el Cáncer y me impresionó. Por eso recomiendo a todos, y a las mujeres en especial, la prevención”.

Las emociones

"Cada vez es más habitual que los tratamientos sean compatibles con la vida laboral, pero en ocasiones no es así", recuerda Patricia Fernández Herreruela, psicooncóloga, "entonces uno está en el rol de enfermo, no dejando como en segundo plano otros roles como el profesional, el de las amistades, el de las aficiones o los deportes incluso... se queda en segundo plano". Esta especialista en el postratamiento de cáncer, señala que "cuando uno ya se recupera y vuelve a su vida, generalmente se produce un efecto que los psicólogos llamamos crecimiento postraumático".

Foto: Julia Otero, en una de sus visitas a 'El hormiguero'. (Atresmedia)

Se trata, añade, de algo sanador, como incide Quintana. "Los procesos que conllevan sufrimiento hacen que crezcamos de algún modo a nivel personal porque valoramos cosas que quizá antes no prestábamos atención, como la salud, por ejemplo. Las personas que nos apoyan, el cariño de nuestra familia... Cambia un poco el orden de prioridades que teníamos antes de una enfermedad o antes de un proceso traumático, por lo que se da ese crecimiento postraumático que hace que también nos transforme un poco como personas".

Quien haya conocido a alguien que haya superado esta enfermedad sabrá que les ha marcado la vida para siempre, que hay un antes y un después. No sólo eso, cada paciente sufre de manera diferente las consecuencias psicológicas de este duro proceso. La Clínica Mayo de EEUU es uno de los centros pioneros en el tratamiento de la enfermedad y ha sido designado por el Gobierno norteamericano como el punto de referencia, también en el aspecto psicológico.

Foto:

Una vez terminado el tratamiento, Mayo ha descrito las fases y sentimientos más comunes en los pacientes. “Su estado emocional puede cambiar una vez finalizada la fase activa del tratamiento, como la finalización de la cirugía, la radioterapia o la quimioterapia. Es probable que sienta entusiasmo por volver a tener una vida más normal, pero también puede sentir ansiedad por abandonar la red de seguridad que supone el contacto frecuente con el equipo de atención médica. Es posible que se pregunte: ‘¿Y ahora qué?’”, escriben en su blog, que tiene cientos de miles de visitas a diario.

Duelo, ira, soledad

Una de las primeras emociones que llegan a alguien que ha terminado la terapia (física) es el duelo: “A menudo pensamos que el duelo solo se produce cuando muere un ser querido. Sin embargo, es común sentir una gran aflicción después del diagnóstico de cáncer y el tratamiento posterior”. Otro de los sentimientos que aparecen siempre son el “miedo y la ansiedad”, emociones “normales que forman parte de la reacción fisiológica automática del cuerpo”. Los motivos que pueden llevar a un paciente a sentirse de este modo son tan diversos como “sentir nervios por un futuro incierto o por los efectos secundarios persistentes. Los pacientes pueden temer a la recurrencia del cáncer y preocuparse de que cada molestia o dolor sea una señal de que el cáncer ha vuelto”.

Foto: Ana Rosa Quintana, en una imagen de archivo. (Mediaset)

Además, el tratamiento puede provocar tristeza que puede derivar a su vez en depresión. Por eso es importante estar vigilado. Algo de lo que se habla poco es del enfado. Este centro se refiere a esa emoción y lo deja claro: “Muchos sienten una sensación de ira. El cáncer puede cambiar muchos aspectos de su vida, incluidas las relaciones interpersonales, así como los estudios, el trabajo y los planes de jubilación. La ira es una respuesta normal a esos cambios”.

Como lo es el sentimiento de soledad. Porque muchos pacientes, señalan, puede que “sientan que los demás no entienden por lo que han pasado. Esto puede afectar las relaciones interpersonales y derivar en soledad”. Como le sucedió a Juan Avellaneda, que aunque fue por decisión propia, pasó su proceso solo.

“El gran problema cuando te diagnostican un cáncer es que lo primero que piensas es en la muerte, es un shock y hay que gestionarlo psicológicamente”. Cuando a los 27 años, a Juan Avellaneda le dijeron que padecía de cáncer tumoral, hizo lo que pudo, como todos, y en su caso fue no contárselo a nadie. El diseñador no pasó por quimioterapia, fue intervenido en quirófano y no hubo tratamiento posterior. Momentos que pasó en soledad y silencio.

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