Los detalles de la segunda visita de Álvaro Muñoz Escassi al juzgado

Álvaro Muñoz Escassi ha vuelto a presentarse en los juzgados de plaza de Castilla de Madrid. Su primera comparecencia primera no sirvió al no justificar su reclamación. Y así se lo hicieron saber en sede judicial. Esta vez, el motivo era presentar las pruebas de la acusación que hizo en su día contra Valeri Cuéllar por amenazas. En un primer momento, cuando el colaborador de 'TardeAr' apareció en el programa 'De Viernes', la demanda que había interpuesto era por un supuesto delito de chantaje y extorsión. Acusaba a la mujer, con la que había tenido una historia íntima, de presionarle.

Este viernes, según los datos de Informalia, debía justificar esa reclamación con las pruebas que le habían solicitado en la comparecencia anterior. Y así ha sido. La cuestión es que, los mensajes que ha entregado, no eran directamente de Cuéllar, sino los que ella había intercambiado con la que fuera novia de Escassi, María José Suárez. En esa fecha de la infidelidad, la Miss España y el jinete seguían siendo pareja. Al menos para ella.

En el juzgado, y al preguntarle si tenía permiso para hacer públicos esas conversaciones, ha respondido que sí. Una información que ha sorprendido tanto a Suárez como a Cuéllar. Vanitatis se ha puesto en contacto con ambas y han dado sus versiones. Muy diferentes a las del protagonista de esta historia.

“No ha dicho la verdad. No ha mostrado nada mío. Ha utilizado un mensaje de María José y sin permiso de ella. El lunes tendré acceso a las pruebas que él ha llevado. Y me daré cuenta de muchas cosas. No sé si lo que quiere es que nos enfrentemos nosotras. Cada vez agranda más el tema. Está pendiente la que yo le puse y se admitió a trámite el 17 de octubre en la que le demandaba por revelación de secretos. Él fue quien acudió a un programa para contar una historia. Yo no”, explica Valeri.

Por su parte, María José Suárez confirma el dato: efectivamente esos correos fueron entre ellas dos y no había dado autorización a su expareja para presentarlos en el juzgado. Está muy molesta porque no entiende esa jugada, ya que realmente la colombiana nunca se las envió a él. La única prueba eran los pantallazos, que son suyos, no de Escassi. Cuenta que se los hizo llegar para que solucionara el asunto y no trascendiera más allá de un tema de impago de deuda.

“Álvaro no me ha llamado para preguntarme si le daba la autorización. Y además, el problema es que ella me podría demandar a mí por revelación de secretos. Lo único que quiero decir es que yo no he autorizado nada. Estoy en un tema que no es mío”, asegura y coincide con Cuéllar en que el colaborador televisivo no lo está haciendo bien.

La historia comienza por unos servicios que supuestamente había contratado y debería haber abonado. La cantidad de la que se habló fue de 1.500 euros. Por ende, Valeri Cuéllar, al no obtener respuesta por parte del “cliente” (así lo define), se pone en contacto con la que era su novia, la modelo y diseñadora María José Suárez.

“No tuve más remedio. Álvaro me bloqueó por todos lados y yo no tenía posibilidad de hablar con él para cerrar el tema”. Precisamente, la joven es la única que aún no ha acudido a un programa para contar la versión de sus hechos. “Nada tiene que ver con la suya. Las mentiras no sirven y se vuelven contra uno”, concluye para Vanitatis.