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El poder de Mar Flores
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El poder de Mar Flores

No tuvo suerte con sus anteriores películas. Ni con Juan Antonio Bardem y su Resultado final, ni un año después con Mario Camus, que le dio

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El poder de Mar Flores

No tuvo suerte con sus anteriores películas. Ni con Juan Antonio Bardem y su Resultado final, ni un año después con Mario Camus, que le dio un pequeño papel en La vuelta del Coyote. En ninguno de los dos proyectos, Mar Flores recibió buenos elogios y por ende, los directores. Los críticos y detractores se cebaron con ella y con las películas, que ciertamente eran regulares, pero no peores que otras muchas del cine español de las que reciben subvención.

 

En aquel momento, la situación emocional de Mar tampoco le ayudaba demasiado. Sus amores y rupturas consecutivas con Fernández Tapias, Lequio y Cayetano Martínez de Irujo la colocaron en el centro del huracán mediático. Lo llamativo fue que mujeres con un currículo amoroso más numeroso y fogoso que el suyo han sido mejor tratadas. La subjetividad en el caso de Mar ha sido una constante. Por eso, ahora, diez años después, vuelve al cine por la puerta grande con Los años desnudos. Un estreno de campanillas de alfombra roja y asistencia de “compañeros” fijos de las galas de los Goya.

Algunos de ellos, de los que asistieron anoche a la presentación oficial, son los mismos que hace tiempo la ignoraban. Pero ahora es distinto. Mar Flores es poderosa. Aparte de trabajar como actriz es productora. Es decir, que en vez de gastar su dinero en otras cosas, invierte en cine. “Era la única forma de controlar el producto y demostrar que si sé hacer las cosas. Ningún director me habría contratado para hacer este trabajo, por lo tanto si quería hacer cine ya sabía cual era el camino”, explica Mar Flores a Vanitatis.com.

La película dirigida por los canarios Dunia Ayaso y Felix Sabroso cuenta la historia de tres actrices, Lina, Sandra y Eva, que trabajan exclusivamente en el cine clasificado 'S'. Candela Peña y Goya Toledo acompañan a Mar en esta historia agridulce de drama y risas que refleja la España en blanco y negro antes de que llegara el color de la democracia. “Me habría gustado hacer el papel de Candela pero seguramente se habrían echado encima los de siempre”, confiesa Mar, que a estas alturas de la película ya está curada de espanto.

El megaestreno de ayer compensa los malos ratos de sus primeros escarceos con el cine. La película es recomendable y el trabajo de Mar Flores más que correcto. Lo mejor, ir a verla para crearse una opinión propia.

No tuvo suerte con sus anteriores películas. Ni con Juan Antonio Bardem y su Resultado final, ni un año después con Mario Camus, que le dio un pequeño papel en La vuelta del Coyote. En ninguno de los dos proyectos, Mar Flores recibió buenos elogios y por ende, los directores. Los críticos y detractores se cebaron con ella y con las películas, que ciertamente eran regulares, pero no peores que otras muchas del cine español de las que reciben subvención.