Entre ricos y Josemi anda el juego

Josemi Rodríguez-Sieiro sabe mucho de ricos. El mismo lo es "por sexto apellido". Y aunque le viene de lejos, algo le toca al gallego. Trabajador incansable, comentarista de asuntos varios -incluidas las cuestiones sexuales que últimamente comenta con desparpajo en el programa vespertino de Antena 3- es uno de los partenaires más divertidos que hay. Sus compañeros lo saben.

A lo largo y ancho de sus 59 años ha conocido y tratado a todo tipo de ricos. Sobre todo le gustan los que puedan justificar el origen de su fortuna con cierta dignidad, aunque en su propias palabras pronto va a "tener que escribir sobre pobres, porque a este ritmo que llevamos...". Dios no lo quiera, que este hombre borda el papel de cronista de palacio y ya va por el segundo libro (el primero versaba sobre las buenas formas, la elegancia. Cuestión de estilo).

Según Josemi, no todos los ricos son iguales, ni mucho menos. Junto a los nuevos ricos están los viejos, los viejos venidos a menos, los nuevos ricos horteras, los provincianos... Todo un abanico de posibilidades entre los poseedores de parné. Cuestión de ricos, que así se llama el tratado que se presenta esta noche y que es el fruto de su experiencia vital.

Carmen Lomana, la duquesa de Alba, Francisco Hernando, el Pocero, Isabel Preysler... Rodriguez-Sieiro sabe que cada uno es un tipo de rico diferente y conoce muy bien la tela que corta. Precisamente por haber compartido experiencias con casi todos, llega a la conclusión de que nada tienen que ver los unos con los otros. "La fortuna no está reñida con el buen gusto, pero no es conditio sine qua non". "¡Hay tanto rico hortera!", grita Josemi.

Con estos se ceba especialmente, no hay más que echar un vistazo al manual. En él cuenta chacarrillos como los de "las damas que preguntan por el servicio y no el baño o los que no comen langosta congelada, sólo fresca". Horteras que hacen cosas que no les gusta porque los ricos lo hacen; léase cazar, esquiar o jugar al golf, o incorporar a sus vidas a sus modistos. Como de toda la vida.

Josemi, of course, no forma parte de los super ricos que poseen un barco de 60 metros de eslora, pero tiene lo suficiente para agradecer y agasajar a los que le invitan a pasar unos días en ese barco. Y sabe que, en el fondo, "el dinero da alegría". Tanta alegría que mientras que concede esta entrevista a Vanitatis, entra en una peletería para hacerse con todo lo necesario para afrontar los fríos que se avecinan.