Simoneta y el sobrino de Esperanza Aguirre, ¿amigos con derecho a roce?

“No me queda más remedio que rehacer mi vida” con estas palabras explicaba hace un año Simoneta Gomez-Acebo su momento emocional. A finales de junio del 2009, Vanitatis adelantaba la noticia de su separación matrimonial, cuando estaba a punto de celebrar su decimonoveno aniversario.

Se casó con José Miguel Fernández Sastrón en el verano de 1990 en la catedral de Palma en una ceremonia a la que asistieron los Reyes, sus hijos y los colaterales. Se convirtió en la “boda del año” tanto por los asistentes reales como por tratarse de la primera “prima” que se casaba. Durante años, la discreción fue la tónica del matrimonio. Y salvo las apariciones de Simoneta en fiestas de proveedores y actos promocionales de Cartier, firma para la que trabaja, su vida no pública se desarrollaba en unos parámetros comunes a cualquier familia burguesa de clase alta. Incluso asumía esa falta de intimidad “"Mi vida privada no existe, pero he crecido con ello y, aunque me da vergüenza que me asalten por la calle, en el día a día vivo muy tranquila”.

Mientras a su ex marido se le relacionó con la actriz Ruth Gabriel, un dato desmentido por ambos, Simoneta se dejaba ver con amigas. Hasta que un día, y coincidiendo con la anterior información, se la fotografió acudiendo a un concierto con José Coronado, al que no conocía de nada. Parece que a ella le caía muy bien y las gestiones de una amiga hicieron posible ese encuentro.

Las imágenes no gustaron al actor que salió escopetado entre otras cosas porque ya tenía una incipiente relación estable con su actual pareja. Desde aquella fecha a Simoneta no se la había vuelto a ver en solitario con ningún caballero y mucho menos en actitud cariñosa por la calle. Por eso los arrumacos públicos de la primogénita de la Infanta Pilar al sobrino de Esperanza Aguirre con luz y taquígrafos demuestran que hay algo más. o al menos como decían en Casablanca “el principio de una bonita amistad”. Aunque esto último resulte menos creíble.

Hace dos meses la propia Simoneta contaba en una reunión de amigos que estaba ligando con uno de treinta y que se encontraba feliz. Y es muy posible que lo que antes era un ligue ahora sea algo más. Resulta que Beltrán Cavero, hijo de Piedad Aguirre, hermana pequeña de la presidenta de la Comunidad de Madrid, es un treinteañero que veranea con la familia en Caños de Meca y forma parte de la panda de Mariola Orellana.

La representa y manager ha sido punto de referencia de la sobrina real en su proceso de separación y con casa abierta en el pueblo gaditano. Este segundo año, aprovechando que sus hijos estaban con su padre, aceptó la invitación de Mariola y Antonio Carmona para disfrutar de su mes de soltera con días de playa y noches de diversión a la luz de la luna. Parece que fue entonces cuando se inició lo que algunos aseguran, es un romance en toda regla.

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