Mathieu Gallet, el guapo que ha puesto en jaque a la radio francesa

Un rostro anguloso, una mirada profunda, una sonrisa cautivadora y una voz de terciopelo fueron algo más que las credenciales (estéticas) que hicieron que Mathieu Gallet (38 años) lograra hacerse con el cargo de director general de la emisora pública gala Radio France. A pesar de su juventud, posee una trayectoria brillante. Se inició en el mundo de la política formando parte del círculo de asesores del exministro de Cultura Fréderic Mitterrand durante la Administración Sarkozy.

Esta suerte de Christian Grey a la francesa frecuenta un gimnasio muy exclusivo cuyo coste anual asciende a 1.700 euros. El aumento de sus músculos –suele acudir a ponerse en forma varios días a la semana– crece al mismo tiempo que el escándalo que ha salpicado al organismo que dirige desde hace poco más de un año. Según reveló hace unos días el semanario Le Canard Enchaîné, Gallet ha decidido renovar su despacho en la Casa Redonda, un célebre edificio a orillas del río Sena donde tiene sede el ente público.

Al parecer, ha destinado una partida de 100.000 euros para panelar su despacho con carpintería vintage. Esto es: forrar las paredes con madera de los años 60. También ha cambiado la moqueta del suelo y ha decorado la estancia con muebles de diseño construidos a base de palo de rosa. Pero este cambio de look no lo ha sido todo. Según la misma publicación, Gallet ha fichado a un asistente de imagenpor90.000 euros anuales. Un cargo para el cual no se convocó oposición o concurso público alguno.

Todo este escándalo, en el marco de una profunda crisis en Radio France. Este apuesto licenciado en Ciencias Políticas intenta, desde hace unos días,contener la huelga de los trabajadores de la cadena pública. La misma que tiene un déficit presupuestario de 50 millones de euros hasta 2017 y que le obligará a prejubilar a entre 200 y 300 trabajadores del ente. Motivo por el cual los más de mil empleados que trabajan para las siete divisiones de la misma, se están manifestando. Un escándalo que ha convertido a en feo a este guapo.

A Mathieu Gallet es raro pillarle en renuncios estilísticos. Suele acudir a trabajar con impecables trajes hechos a medida. Un estilo que ya cautivó a su, otrora, mentor político Mitterrand –quien gustaba rodearse de hombres apuestos–. En mayo de 2010, cuando fue nombrado presidente del Institut National des Archives (INA), influyó algo más que su olfato para los negocios. También lo fue su porte de caballero italiano.

Virtuoso de la seducción

Entonces, gracias a sus múltiples campañas de marketing, consiguió modernizar el INA y multiplicar su facturación. Plataformas como YouTube o Dailymotion le sirvieron no solo para digitalizar un amplio catálogo de vídeos antiguos, sino para hacer que el público más joven tuviera acceso a ellos. En un año logró que los beneficios alcanzaran los 2,6 millones de euros. Gracias a la democratización de los recursos de la radio y la televisión pública a través de Internet, se ha erigido como gurú digital. Un hecho que lo llevó a ser uno de los 30 hombres más influyentes de este sector en Francia, según una prestigiosa revista masculina.

Hasta que llegó febrero de 2014. El Consejo Superior Audiovisual (CSA), compuesto en su mayoría por mujeres, quedó encandilado antesus ambiciosas propuestas. Un virtuoso de la seducción como él, solo podía aspirar a ser director general de Radio France. El día en que se hizo con la silla presidencial del ente público, la prensa francesa no solo alabó su capacidad para renovar la institución, también su apariencia y ese charme (encanto) tan francés. A pesar de que su imagen ha dado un giro radical, hasta que se demuestre lo contrario–es decir,dimita o lo destituyan–, lucirá como un perfecto maniquí en su renovado despacho.