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La cocina que puede decidir quién será el próximo primer ministro británico
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LOS FOGONES PUEDEN DECIDIR EL VOTO

La cocina que puede decidir quién será el próximo primer ministro británico

El Reino Unido encara sus elecciones al Parlamento. Los candidatos, para mostrarse más cercanos, han colado las cámaras a sus casas. Las cocinas se han convertido en una cuestión de Estado

Foto: Michelle Obama y Samantha Cameron muestran la cocina de Downing Street (Reuters)
Michelle Obama y Samantha Cameron muestran la cocina de Downing Street (Reuters)

¿Dime con quién andas y te diré quién eres? ¡Qué va! En Reino Unido, las cosas funcionan de otra manera. Además de conducir por la izquierda, pagar en libras y medir las distancias en pies, los británicos se diferencian del resto de los mortales por analizar a las personas según la cocina que tengan. Es más, la sala de fogones puede decidir ahora incluso hasta el voto para los comicios generales del próximo 7 de mayo.

Se tratade las elecciones más reñidas de las últimas décadas, pero entrela inmigración, economía y relaciones con Europa se ha colado en plena campaña otro tema que, sin bromas, se llegó a discutir en el último pleno antes de la disolución de las dos Cámaras de Westminster: las cocinas de los políticos son ya cuestión de Estado.

En su afán de mostrarse de lo más cercanos, los candidatos han accedido a participar en documentales en los que las cámaras indiscretas se han colado en cada rincón de sus casas. Pero nadie pudo predecir entonces el impacto que iba a tener luego la ya bautizada como “escena-cocina”.

Un defensor de la clase obrera con dos cocinas

Si no, que se lo pregunten a Ed Miliband. Lo que, a priori, podía ser una imagen inofensiva del líder laborista y su esposa Justine bebiendo una taza de té en una cocina relativamente modesta acabó protagonizando todas las portadas. Tener un espacio alargado y sin mesa no es ni mucho menos un pecado. Pero si uno tiene una casa de 2,3 millones de libras, situada en el trendy barrio londinensede Kentish Town, la foto no cuadra y levanta todo tipo de sospechas.

La instantánea se comentó en los pasillos del Parlamento y hasta fue objeto de debate durante la última sesión de preguntas al primer ministro. Y ante tal revuelo, Ed acabó confesando: “Tengo dos cocinas. La pequeña la utilizamos para preparar el té y picoteo”. Los comentarios en la red no se hicieron esperar y el hashtag #TwokitchensMilibanfue de lo más comentado en Twitter.

En tan solo unos minutos, su estrategia política se había ido al traste. Él, que ha prometido subir los impuestos a las rentas más altas;él, que quiere poner incluso una nueva tasa para las mansiones;él, que siempre ha querido representar a la clase obrera, resulta ahora que tiene dos cocinas. ¿Es un delito? Ni mucho menos, pero ¿por qué lo oculta?, se preguntan los medios.

La joya de la corona de Downing Street

Con David Cameron la cosa no ha quedado atrás. Primero el lídertory posó en su 'humilde'cottage de Oxfordshire (que en 2009 ya valía un millón de libras) y fue allí, en compañía de su mujer, Samantha, cuando el periodista sacó la gran exclusiva. “Dos legislaturas son maravillosas, pero tres podrían ser demasiadas”, dijo el premier mientras cortaba zanahorias. En cuestión de segundos, los titulares abrían la carrera por el liderazgo del partido. Cameron no daba crédito.

Aunque la verdadera joya de la corona es la cocina que el primer ministro tiene en Downing Street. Su esposa, que es decoradora, decidió tirar algunos tabiques al tener que trasladarse al número 10 cuando, al convertirse en primera dama, tuvo que dejar su casita de 2,7 millones de Notting Hill por motivos de seguridad. La remodelación le costó 25.000 libras que los Cameron, todo hay que decirlo, pagaron de su propio bolsillo.

Y hay que reconocer que Sam tiene estilo, pero el partido que se le ha sacado a dicha habitación no es normal. Cualquier jefe de Estado que visita la capital británicaes fotografiado en la cocina. Merkel, Michel Obama… todo el mundo se ha sentado en el ya célebre Fancy Nancy Sofá mostaza de 1.431 libras (según Cameron, “todo el mundo debería tener un sofá en la cocina”) o ha degustado un café con la cafetera de 500 libras que se encuentra entrando a mano izquierda. No hay secretos, como si se trata de la serie Sex and the City, los tabloides han analizado hasta el último detalle de decoración. La lámpara, por ejemplo, de 1.615 libras es uno de los artículos estrella.

Reportajes con titulares como “Los 45 secretos de la cocina de clase media de Cameron” o “La cocina de Cameron: un microcosmos de la sociedad jerárquica que nos daría una victoria tory inundan estos días las páginas tanto de tabloides como de la prensa más seria. Ver para creer.

¿La cocina de una española sin paellera?

Por último, anoche le tocó el turno a Nick Clegg, que protagonizó el documental con su mujer, la española Miriam González. Como curiosidad recalcar que los medios siguen destacando que mantiene su apellido de soltera. En el Reino Unido, tras la boda, la mujer adquiere el apellido de su esposo. Y aunque la abogada ha repetido ya en varias ocasiones que las costumbres españolas son distintas, a la prensa le sigue llamando poderosamente la atención. Es, al fin y al cabo, un detalle más que la diferencia del resto de las ‘primeras damas’.

Porque si Samantha es capaz de conceder entrevistas a los dominicales en jardines de rosas divinas hablando de lo maravilloso que es su marido o a Justine no le ha quedado más remedio que acabar posando en el parque con sus hijos, Miriam ha demostrado que se puede ser mujer de político sin convertirse en cheerleader. Y eso a los rotativos les sigue fascinando. Aunque, eso sí, a la hora de juzgar su cocina no han hecho favoritismos.

Al convertirse en vice primerministro, Clegg tenía la oportunidad de mudarse a un palacete cercano al número 10. Pero la familia prefirió quedarse en su casa de 1,5 millones de libras situada en Putney, al suroeste de Londres.

Según Mhairi Coyle, diseñadora de interiores entrevistada para la ocasión por The Times: "Los tiradores de los armarios son de gran tamaño y el acabado es más bien de casa de campo que de ciudad. Es cálida y acogedora, pero necesita una reforma”.

Un último dato, aunque los periodistas insisten en que la cacerola roja Le Creuset que estaba en el fuego era para preparar paella (quéobsesión tienen con que los españoles nos alimentamos a base de arroz), el plato que Miriam estaba cocinando era merluza en salsa verde.

¿Dime con quién andas y te diré quién eres? ¡Qué va! En Reino Unido, las cosas funcionan de otra manera. Además de conducir por la izquierda, pagar en libras y medir las distancias en pies, los británicos se diferencian del resto de los mortales por analizar a las personas según la cocina que tengan. Es más, la sala de fogones puede decidir ahora incluso hasta el voto para los comicios generales del próximo 7 de mayo.

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