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Samuel Soria Santos y Alfonso de Luján Said, dos socios decididos a cambiar el mundo
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PROYECTO SOSTENIBILIDAD

Samuel Soria Santos y Alfonso de Luján Said, dos socios decididos a cambiar el mundo

Trabajaban para grandes firmas y un día decidieron dejarlo todo para dedicarse a fabricar, comercializar y distribuir gafas de sol de madera de bambú. Están encantados de haber tomado aquella decisión

Foto: Samuel Soria Santos y Alfonso de Luján Said
Samuel Soria Santos y Alfonso de Luján Said

Samuel Soria Santos y Alfonso de Luján Said tienen unos expedientes académicos brillantes y una trayectoria profesional intachable. A pesar de su juventud, sus currículos incluyen entidades como BBVA, Royal Bank of Scotland, Morgan Stanley, Merrill Lynch, JP Morgan, Accenture o Sacyr. Pero en marzo del año pasado decidieron dar un giro a sus vidas apostando por Parafina, una marca con la que fabrican, comercializan y distribuyen gafas de sol de madera de bambú, a la vez que impulsan el proyecto social Llévale al Cole, con el que se facilita el acceso a la educación de niños en Paraguay.

Pregunta: ¿Cuándo nace Parafina?

Respuesta: La empresa la fundaron dos chicos de Granada como hobby y después de unos meses deciden venderla. Nosotros nos habíamos conocido en Suiza trabajando en JP Morgan y desde el primer momento conectamos fenomenal. Cuando salíamos del banco y nos íbamos a tomar unas cañas siempre hablábamos de qué proyecto de emprendimiento podíamos hacer. Queríamos hacer algo diferente de lo que ya existía. Adquirimos Parafina en marzo de 2014. Al principio continuamos con nuestras profesiones, pero llegó un momento en que despegó de tal manera que nos exigía más dedicación.

P: Ambos teníais una trayectoria académica y profesional brillante. ¿Qué os dicen vuestras familias cuando decidís dejar a un lado vuestras carreras para vender gafas de sol?

R: (Samuel) Al principio hacíamos las dos cosas a la vez y mi casa era el almacén. Cuando tomé la decisión y se lo dije a mi madre estábamos comiendo y me contestó muy seria que lo que me pasaba es que me había dado un golpe de calor, y siguió comiendo como si nada… (risas). La decisión la tomé motivado en parte por la situación de los bancos, que Parafina ya empezaba a funcionar y que me apetecía dejar de trabajar por cuenta ajena. Aunque he de reconocer que en mi casa siguen bastante horrorizados de que no vaya todos los días con chaqueta y corbata (bromea).

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Samuel Soria Santos y Alfonso de Luján Said

R: (Alfonso) Mi caso fue distinto porque Samuel fue el primero que dejó su trabajo. ¡Yo creía que estaba loco! En ese momento yo trabajaba en Ginebra, viajaba muchísimo, pero estaba contento porque me gustaba lo que hacía. Me costó dar el paso de dejarlo, pero un día al levantarme me pregunté: ¿Qué estoy haciendo con mi vida? Era el momento de hacer algo propio. Fui preparando a mi familia, aunque mi madre en un primer momento me advertía de que era una locura dejar un trabajo como el mío para ser tendero (carcajada).

P: Tu familia, Samuel, es propietaria de los Hoteles Santos, ¿nunca te planteaste trabajar en la empresa familiar?

R: Ahora mismo están al mando mi madre y sus siete hermanos. Aunque nunca he trabajado allí, en casa vivimos el negocio muy de cerca y procuro estar al día de todo.

P: Alfonso, tu familia posee empresas en Chile que abarcan el comercio minorista, la industria, la banca y la salud, entre otras. ¿Tú siempre tuviste claro que preferías formar tu propio negocio?

R: Precisamente porque procedo de una familia que ha emprendido, siempre me ha gustado lo mío, mucho más que trabajar en la empresa familiar. Sí que he hecho prácticas allí, pero no me he planteado trabajar porque en mi camino tenía claro que era primero el trabajo por cuenta ajena, aprender lo máximo posible y algún día, si surgía la oportunidad, montar algo.

P: En Parafina el producto estrella son las gafas de sol, y según la temporada vais añadiendo y quitando prendas y otros accesorios.

R: Nosotros fabricamos, comercializamos y distribuimos gafas de sol hechas a mano con cristales polarizados biodegradables. Según las colecciones vamos metiendo y sacando otros productos. La colección actual son bañadores, la pasada fueron mochilas, la siguiente habrá un nuevo producto. [Después de mucho insistir me desvelan que serán relojes] Para las gafas tenemos una plantación propia de bambú en China. Son unas gafas que no pesan, por lo tanto muy cómodas y que flotan en el agua. La lente es polarizada, pero hemos procurado que sea lo más asequible posible, y de hecho, no tenemos competencia en precio en el mercado, porque, entre otras cosas, no tenemos intermediarios. Jugamos mucho con los diseños, tenemos lentes de todos los colores, aunque en general son líneas clásicas y algún modelo vintage siempre con nuestro toque personal. El packaging es una funda de bambú que va cambiando con cada edición, y es reutilizable como joyero, bote de lápices, estuche de pinturas para el bolso…

placeholder Imagen de las gafas de Parafina
Imagen de las gafas de Parafina

P: ¿Dónde puede alguien que le llamen la atención vuestras gafas de sol comprarlas y ver el resto de los productos?

R: Principalmente en la web www.parafinaco.eco. En pop ups como el mercado de motores que nos encanta porque nos da la facilidad de saber lo que quiere el público y de poder mantener un trato directo con él. Y en tiendas como Eduardo Rivera, Lander Urquijo, Ópticas Delgado Espinosa, Optimarket…

P: Parafina más que una empresa propiamente dicha, para vosotros decís que es una filosofía de vida.

R: Somos una empresa con ánimo de lucro, joven, con dinamismo y fuerza; pero nos gusta pensar que todo lo que hacemos repercute en algo o en alguien. Desde los proveedores y los fabricantes a los clientes o al proyecto social. Somos más que una marca, no vendemos únicamente unas gafas, sino que apoyamos a un proveedor pequeño a que crezca y se desarrolle, a un cliente a que sonría, a cientos de niños a que puedan acceder a la educación… Creemos que bienestar social es sinónimo de bienestar empresarial.

P: Desde vuestra época universitaria ambos habéis participado pie a tierra (y nunca mejor dicho) en distintos proyectos de ayuda a países desfavorecidos. Ahora sois los impulsores del proyecto Llévale al Cole, que lucha por la escolarización de niños en Paraguay destinando para ello un 5% de cada venta de Parafina.

R: (Samuel) Este proyecto surgió porque entre un grupo de familiares y amigos habíamos apadrinado 130 niños para su escolarización. Yo mismo he ido cuatro años allí a colaborar y lo conozco de primera mano, puedo poner la mano en el fuego por él. Teníamos claro que queríamos apoyar un proyecto que conociéramos y que controláramos. Apostamos por el futuro de estos niños destinando un 5% de cada compra de Parafina a este proyecto social.

Además, el manipulado de los productos solidarios, las pulseras y llaveros los hacen personas en riesgo de exclusión social de un albergue de Madrid. Que son los mismos que entregan los pedidos en Madrid.

P: ¿Cómo son los clientes de Parafina?

R: Es curioso porque al principio creíamos que teníamos un cliente muy alternativo, de hecho eso era Parafina en su origen. Pero al hacer nuestra la marca, tenemos todo tipo de público. Es divertido porque las mismas gafas nos las han comprado una señora de 72 años y una niña de 15. Eso es lo que buscamos, que sea una gafa cómoda, divertida y con la que se sienta a gusto todo el mundo. Nuestros clientes tienen una cosa en común: quieren llevar algo diferente.

placeholder Imagen de las gafas de Parafina
Imagen de las gafas de Parafina

P: Entre ellos sabemos que hay algún personaje conocido…

R: Fernando Alonso se las puso en el Premio de F1 de China, pero anecdóticamente por mediación de un amigo. Raquel Sánchez Silva sí que nos las compró y las lleva siempre, Arancha de Benito también tiene unas, Rossy de Palma…

P: ¿ A qué político os gustaría ver con unas gafas Parafina?

R: A Correa, el presidente de Ecuador, y en España nos encantaría regalarle unas a Doña Sofía.

P: ¿A qué político no se las regalaríais?

R: A Pablo Iglesias. Pensamos que todo esfuerzo debe tener su recompensa, ¡esto no es jauja!

placeholder Imagen de unas gafas de Parafina
Imagen de unas gafas de Parafina

P: Reconocéis ser lectores asiduos de Vanitatis. Si tuvierais que elegir un artículo de Parafina, ¿cuál creéis que pegaría más con nuestros lectores?

R: Sin ninguna duda, nuestros trajes de baño de esta temporada, los tenemos igual para padre e hijo, son de un material novedoso, la poliamida biodegradable, por lo que tienen un tacto especial y un secado ultrarrápido.

P: ¿Qué retos tenéis a futuro después de haber vendido cerca de 8.000 gafas en tan poco tiempo?

R: Nuestra colección de invierno, que serán relojes como ya hemos desvelado, y una colaboración después de verano con una asociación muy conocida. A medio plazo llegar a doscientos puntos de venta Parafina e internacionalizarnos.

Samuel Soria Santos y Alfonso de Luján Said tienen unos expedientes académicos brillantes y una trayectoria profesional intachable. A pesar de su juventud, sus currículos incluyen entidades como BBVA, Royal Bank of Scotland, Morgan Stanley, Merrill Lynch, JP Morgan, Accenture o Sacyr. Pero en marzo del año pasado decidieron dar un giro a sus vidas apostando por Parafina, una marca con la que fabrican, comercializan y distribuyen gafas de sol de madera de bambú, a la vez que impulsan el proyecto social Llévale al Cole, con el que se facilita el acceso a la educación de niños en Paraguay.

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