El Mata Mua de Tita Thyssen también navega 'offshore'
La sociedad dueña del yate de la baronesa es una entidad que arrastra pérdidas de más de 4 millones de euros y tiene como matriz accionarial a una empresa opaca
El Mata Mua, el yate de 38,5 metros de eslora más famoso del 'cuore' patrio, es testigo mudo de la vida de la baronesa Thyssen. Y lo que le queda. En él dio su última entrevista Tita Cervera a '¡Hola!' mostrándose feliz en la barandilla de su barco junto con sus hijas Sabina y Carmen. En él recibió el 30 de julio de 2015 la visita de la guardia civil cuando estaba fondeado en aguas de Ibiza. Entonces la Agencia Tributaria le notificaba, a pie de amarre, que se había iniciado ya una nueva inspección fiscal correspondiente a los ejercicios de 2011 a 2013. Tita calificó la escena de lamentable. El barco, que comparte nombre con el preciado cuadro de Paul Gauguin de la aristócrata, no está a su nombre, como el resto de sus propiedades. Un hábito que comparte con su hijo Borja Thyssen.
El Caribe más opaco
El barco, cuyos detalles (dos salones, 8 camarotes, 39.000 euros de gastos al mes) se airearon gracias a que Tita hubo unas temporadas que lo arrendaba con tripulación incluida, la de verano y la de invierno, pertenece a una sociedad llamada Tiamo Maritima SL, dedicada al transporte marítimos de pasajeros. Y esta entidad tiene como accionista mayoritario (99%) a una empresa llamada Groening Shipping Limited, que está radicada en las caribeñas Islas Vírgenes Británicas. Este pequeño territorio europeo ligado al dólar 'vende' el registro de sociedades offshore, sin actividad económica local, como un servicio a los mercados financieros globales, según reconocía un informe del Fondo Monetario Internacional.
Lo cierto es que el Mata Múa navega libre y 'offshore' por aguas tropicales. Eso sí, con matrícula canaria y con muchas pérdidas. La empresa que lo adueña acumula cinco millones de euros en pérdidas. El ejercicio 2015 arrojaba -557.316,94 euros y tiene un activo de 3.059.741,32 euros.
Como apoderado de la sociedad aparece el letrado Jaime Rotondo, que ya está fuera de casi todo su entramado empresarial, y uno de sus gestores de confianza en esta última etapa, Jordi Maciá.
El otro Mata Mua
Es el cuadro joya de la baronesa, su obra predilecta de las 430 que forman su patrimonio privado y parte de las cuales tiene expuestas en su museo de Madrid. En el que se pusieron todas las miradas cuando la viuda del barón Thyssen declaró al mundo el pasado febrero eso de: "Yo lo que no puedo asumir es no tener liquidez. Necesito liquidez y si no, tendré que vender otro cuadro y lo siento mucho como coleccionista. Necesito liquidez". Y en la sala se hizo un silencio.
El rumor sobre la venta de esta obra siempre está ahí. Desde el Ministerio de Educación a este medio aclaran que ella puede hacer lo que quiera con el 'Mata Mua' u otro cuadro de su colección, ya que estos no pertenecen al Estado español y que la baronesa tiene derecho a vender un 10 por ciento del valor total de la colección. Un porcentaje que oscilaría entre los 600 y 800 millones de euros, aunque ella la cifró en 1000 millones de euros.
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El Mata Mua, el yate de 38,5 metros de eslora más famoso del 'cuore' patrio, es testigo mudo de la vida de la baronesa Thyssen. Y lo que le queda. En él dio su última entrevista Tita Cervera a '¡Hola!' mostrándose feliz en la barandilla de su barco junto con sus hijas Sabina y Carmen. En él recibió el 30 de julio de 2015 la visita de la guardia civil cuando estaba fondeado en aguas de Ibiza. Entonces la Agencia Tributaria le notificaba, a pie de amarre, que se había iniciado ya una nueva inspección fiscal correspondiente a los ejercicios de 2011 a 2013. Tita calificó la escena de lamentable. El barco, que comparte nombre con el preciado cuadro de Paul Gauguin de la aristócrata, no está a su nombre, como el resto de sus propiedades. Un hábito que comparte con su hijo Borja Thyssen.