Si quieres vivir una vida más plena, esto son 5 hábitos que todas las mujeres +50 deberían tener
Es una etapa en la que la prevención y el autocuidado cobran un papel central y los pequeños gestos del día a día pueden marcar una gran diferencia en la energía, la salud y la calidad de vida a largo plazo
Sin embargo, lejos de resignarse, cada vez más mujeres apuestan por reforzar su bienestar con rutinas sencillas y efectivas. Se trata de estrategias prácticas que ayudan a ganar vitalidad y a prevenir complicaciones futuras, desde problemas cardiovasculares hasta pérdida de densidad ósea.
1. Priorizar las proteínas
Combinar verduras con proteínas y carbohidratos. (Pexels)
El músculo se convierte en un gran aliado de la longevidad. Asegurar un consumo suficiente de proteínas favorece la construcción y el mantenimiento de masa muscular, además de aportar saciedad y reducir los antojos. Como recuerdan los expertos, la proteína “es esencial para construir músculo y mantenerte saciada”.
2. Incluir carbohidratos y considerar el ayuno intermitente
Lejos de las dietas que los demonizan, los hidratos de carbono de calidad son una fuente de energía que conviene mantener en la dieta. Integrar alimentos como la avena, las legumbres o los tubérculos ayuda a sostener la energía diaria. En paralelo, prácticas como el ayuno intermitente de 14 a 16 horas, siempre bajo supervisión profesional, pueden apoyar la regulación de la insulina y mejorar la digestión.
El descanso nocturno es una pieza clave para la salud integral. Dormir bien favorece la recuperación muscular, la salud mental y el equilibrio hormonal. Mantener una rutina de sueño reparador, con horarios regulares y un entorno adecuado, se traduce en más energía durante el día y en una mejor capacidad de concentración.
Beber abundante agua para mantenernos hidratados. (Pexels)
5. Mantenerse hidratada
El agua es fundamental para el buen funcionamiento del organismo. Beber al menos ocho vasos al día ayuda a regular la temperatura, mejora la digestión y mantiene la elasticidad de la piel. Una hidratación adecuada se convierte en un gesto sencillo con un gran impacto en el bienestar diario.