La familia real sueca, de boda: los detalles de los looks de Victoria, Sofía y Magdalena

Fin de semana de bodorrio para la familia real sueca. Este sábado, Louise Gottlieb se casó con Gustav Thott en la iglesia de Hölö y los Bernadotte hicieron acto de presencia al completo. Y es que aparte de que Lussan -como se la conoce familiarmente a la novia- y la princesa Magdalena son íntimas amigas desde hace ya años, sus padres y los reyes también mantienen una muy estrecha relación, así que nadie podía faltar en este enlace, incluidos Victoria y Daniel y Carlos Felipe y Sofía.

La novia eligió un vestido inspirado en el de Pippa Middleton creado por Fadi El Khoury con cuerpo de encaje y falda bordada con pedrería. Los zapatos son de Aquazzura, la firma en la que tanto confía Meghan Markle. El Khoury también vistió a las damas de honor, entre quienes se encontraba Magdalena. Todas ellas lucían vestidos en chiffón azul celeste con escote de pico y manga corta con volantes y pendientes de la firma danesa Ole Lynggaard, modelo Gipsy, que también tienen la princesa Mary y Máxima de Holanda. A sus pies, Magdalena lucía unas sandalias de Marchesa.

Por su parte, la princesa Victoria se decantó por un romántico vestido en color rosa con escote de tul, manga corta, aplicaciones de flores bordadas desde el pecho hasta la cadera y cinturón incorporado. Se trata de una creación de Jenny Packham. La heredera combinó su look con una cartera de mano rosa de Elie Saab, sandalias de Natan, pendientes de amatista y una pulsera de oro de Dulong.

Sofía fue una de las invitadas más coloridas al elegir un vestido amarillo limón de escote asimétrico, con drapeado en la cintura y raja en la falda. Es de la diseñadora Ida Lanto. A sus pies llevaba los salones en nude con plataforma de Charlotte Olympia que ya lució el día de su propia boda y en sus manos un clutch dorado.

A la ceremonia no faltaron los tres hijos de la princesa Magdalena y Chris O'Neill: Leonore, Nicolas y Adrienne. Leonore, quien es ahijada de la novia, formó parte del cortejo nupcial y llevaba un delicado vestido blanco con bailarinas a juego. Tan terremoto como siempre, se la vio jugando por las lápidas cercanas a la iglesia junto a su niñera. Nicolas, que este mismo mes cumplirá tres años, llegó llorando de la mano de su padre y Adrienne, que tan solo tiene tres meses -y cuyo bautizo es este próximo viernes- estuvo todo el rato en su carrito.