Alexia de Holanda y sus poses: ha nacido una estrella

Si alguien disfrutó el posado veraniego de la familia real de Holanda el pasado viernes, esa fue la princesa Alexia. No es la heredera al trono, pero sí parece una auténtica reina de los reportajes fotográficos que protagoniza junto a sus hermanas y sus padres, y el último posado familiar no ha sido una excepción. Le gustan las cámaras y eso se nota. Al menos, le gustan bastante más que a Amalia y a Ariane, que suelen mostrarse bastante más tímidas cuando tienen los objetivos delante.

La segunda hija de Máxima y Guillermo de Holanda lució un vestido de la firma Sandro Paris. Un diseño estampado, fluido y con cuello camisero cuyo precio original en la web española de la marca era de 365 euros, pero que ahora encontramos rebajado al 50%. Alexia lo combinó con unas sencillas sandalias en color nude, con tacones, una tira en la parte delantera y pulsera al tobillo. Ella puso el estilismo y su gracia y espontaneidad hicieron el resto. Y es que la princesa nos regaló todo tipo de poses que dieron mucho juego a los fotógrafos citados en Huis ten Bosch, la residencia oficial y el lugar escogido para el posado de este verano.

Da igual que sea sola o con su familia. Ella sabe dónde mirar y por qué pose optar para salir lo más favorecida posible. Y el viernes en los jardines de la residencia oficial de la familia real tuvo ocasión de desplegar todo su repertorio. No importaba si sus padres y sus hermanas se situaban frente a las cámaras. Ella intentaba girarse ligeramente y mirar a los objetivos dando protagonismo a sus hombros.

Además, la ligera brisa hacía que su melena tuviera gran movimiento, recordándonos a los mejores tiempos de Paulina Rubio, cuando no pisaba un escenario sin que potentes ventiladores le enfocaran directamente al rostro. Alexia puede presumir de tener unos labios carnosos, que acentuó para las fotografías, dando lugar a unas imágenes más propias de una influencer o modelo que de una de las nietas de Beatriz de Holanda.

Pero ojo, que su afición por las cámaras y la moda no es nueva. Hay que recordar las imágenes que la Casa Real distribuía hace un tiempo de toda la familia y que, en el caso de Alexia, se rescataban para su cumpleaños, el pasado 26 de junio. En una de ellas, a pesar de que contaba con solo 12 años cuando se tomó, la princesa parece bastante mayor, ya que el vestido negro y los botines de tacón acentúan su figura, aún adolescente pero ya con curvas.

Y si nos remontamos unos años atrás, también podemos comprobar cuánto le gustaban las cámaras ya mucho antes de entrar en la adolescencia. Nos vamos también al posado al de verano, aunque esta vez en 2016 y en un escenario diferente, su antigua residencia de Wassenaar, Villa Eikhenhorst. Frente a unas Amalia y Ariane posando más tímidas y rectas -tampoco las muletas en las que se apoyaba la heredera favorecían otra cosa-, Alexia pone un brazo en jarras, inclina ligeramente la cabeza y flexiona una pierna, como si fuera la modelo en un catálogo de ropa infantil.