La agenda (laboral y personal) de la infanta Cristina pasa cada vez más por Madrid

Con dos cargos de alta responsabilidad, la infanta Cristina pasea estos días por Madrid con una frecuencia insólita. La hermana del Rey es la responsable del área internacional de la Obra Social de La Caixa, además de coordinadora del Programa de la Interagencia del Aga Khan Trust and Culture. Dos cargos que requieren una entrega no muy fácilmente compaginable con su compleja vida privada.

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Su marido, Iñaki Urdangarin, está encarcelado en Brieva, Ávila, desde hace más de 15 meses mientras sus hijos viven dispersos por el mapa europeo. Juan, el mayor, parece haberse instalado en Madrid este curso, donde se está sacando el carné de conducir; Pablo, el segundo, vive en Nantes, donde milita en las filas del equipo de balonmano de la ciudad. Miguel e Irene siguen sus estudios en Ginebra, en la conocida Ecolint.

Por su trabajo en la citada entidad bancaria, la hermana de Felipe VI debe viajar a Barcelona con asiduidad, o así lo hacía al menos hasta hace poco. Cristina de Borbón viaja a la capital catalana dos veces al mes, donde suele alojarse en los apartamentos AC Victoria, cerca de la sede de La Caixa. En estas visitas mantiene reuniones con su equipo. La Infanta está al cargo de los proyectos de salud global y desarrollo en los países más vulnerables.

Absolución

Por ello, sus viajes periódicos a Cataluña se convirtieron en lo habitual. Así ha sido, al menos, durante años, desde que se mudaron de Barcelona a Ginebra. Durante ese tiempo, la hija menor de los Reyes eméritos sufrió el aislamiento familiar por aquel llamado cordón sanitario que le apartó de los suyos.

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Pero las cosas han cambiado en Zarzuela, sobre todo desde que ella fue absuelta y su marido ingresó en la cárcel. Desde ese momento, su presencia en la Casa ha ido en aumento de tal modo que ya se ha normalizado. Así, cada vez es más frecuente verla en Madrid, relajada y sonriente, con alguno de sus hijos. Vanitatis ha contactado con las dos entidades para las que actualmente trabaja Cristina de Borbón, quienes de momento no han comunicado cambios en la situación laboral de la Infanta. Hay que tener en cuenta, además, que sus responsabilidades en La Caixa y la Fundación Aga Khan no son, sin embargo, las únicas.

Tal como cuentan desde la Fundación Gavi, dedicada a la salud infantil, “ha liderado la asociación entre La Caixa y Gavi Alliance, con la creación de un esquema de empleo y una alianza por la vacunación infantil. Además, como directora de la División Internacional de La Caixa, gestiona y coordina sus programas con varias agencias de las Naciones Unidas con base en Ginebra. Desde la Aga Khan, dinamiza la colaboración de la entidad con fundaciones de carácter cultural y social”. Y debe hacerlo desde Ginebra, a donde se mudó por motivos, se dijo entonces, laborales.

Más cargos internacionales

Mantiene además cargos en diversas fundaciones y entidades internacionales, en las que debe estar presente al menos en alguna ocasión. Desde 2010 es la presidenta del Global Health Institute de Barcelona, una entidad público-privada que se dedica a detectar problemas de salud relacionados con la pobreza. Además, es presidenta honorífica del Comité Español de la Unesco, cargo que se mantuvo durante su imputación pese a las protestas de varias asociaciones, que pidieron su despido.

La Infanta es también miembro de la Fundación Dalí, lo que la llevó a presidir, el pasado mes de julio, la inauguración de la exposición 'Dalí. Una historia de la pintura', en Mónaco, acompañada por el príncipe Alberto. Como miembro de la familia real es también presidenta de la International Foundation for Disabled Sailing. Todas las entidades, además, le dan el trato de alteza real en todos los actos a los que acude.

Con Pablo en Nantes

Toda esta actividad profesional debe compaginarla con una muy complicada, decíamos, vida privada. Esta semana aparece en '¡Hola!' de paseo por Madrid con su hijo Pablo, el jugador de balonmano que vive en Nantes y al que la Infanta visitó hace poco en la localidad francesa. En Madrid, ambos fueron vistos a la salida de un cine en el que se proyectaba un documental sobre las minas antipersona en Camboya.

Lucían unos fulares coloridos, pañuelos conocidos como kromá en el país asiático y que suele regalar o comercializar la ONG Sauce, dirigida en Battabamg por Kike Figaredo, amigo de la familia Urdangarin de Borbón. Suyas son también las pulseras que lucen el matrimonio y sus cuatro hijos. Allí estuvo Juan, el mayor, el año pasado en una misión solidaria. Ha heredado de su madre la vocación solidaria, puesto que la Infanta viaja cada año a países del tercer mundo. Súmenlo también a esa frenética agenda.