Máxima de Holanda sorprende con la falda étnica de nuestros sueños

Hacía tiempo que Máxima de Holanda no estrenaba una prenda así, primero por su llamativo diseño, al que es imposible perder la pista, y también porque con su compra la reina ha incorporado una nueva marca a su fondo de armario.

Lo ha hecho para deslumbrar y sorprendernos a partes iguales en su último acto público, una ocasión muy especial que nos ha dejado a una Máxima siempre sonriente y entregada a su país. Su misión era hacer entrega del Premio Príncipe Bernhard Cultuurfonds al colectivo de Danza ISH, un galardón que reconoce su labor cultural, así como su trayectoria profesional y la contribución artística que han realizado con sus puestas en escena. No solo eso, el premio también hace entrega a los ganadores de una remuneración económica de 150.000 euros.

Pero vayamos al asunto que realmente nos importa y que tiene que ver directamente con su look. En concreto, y como te hemos adelantado, nos detenemos en la nueva falda que ha estrenado Máxima. Se trata de una pieza con un marcado estilo étnico que nos ha cautivado.

Firmada por Lena Hoschek, una joven diseñadora austriaca que irrumpe con fuerza en el vestidor de la reina, es una original falda confeccionada de manera artesanal y que nos da un bonito y llamativo diseño étnico. Es más, para su composición se han empleado diferentes cintas bordadas con motivos estampados seleccionadas de rincones de Europa y Japón, y que han sido cosidas con mucho mimo y cuidado. El resultado final de la falda es simplemente impresionante.

Forma parte de la actual colección de la diseñadora y a día de hoy sigue disponible en su tienda online. ¿El precio de la falda? 550 euros. Como patrón estamos ante una falda midi ajustada en la cintura y de corte evasé con vuelo. Máxima ha acompañado la prenda de Lena Hoschek con otra novedad, en este caso, de su marca de cabecera, de Natan.

Hablamos de la blusa que lleva y es el otro estreno de Máxima de Holanda. De color champán y en un tejido satinado, la blusa presenta un fruncido en el cuello y en las mangas, ligeramente abullonadas, por cierto. Un acierto que sigue la sintonía cromática predominante de la falda y que al mismo tiempo no le resta ningún protagonismo.

Como complementos, la reina de los holandeses ha recurrido a una cartera de mano y unos salones de ante en el mismo color que la blusa. Una mascarilla nude y unos pendientes largos tipo joya rematan este nuevo look.