Máxima de Holanda nos enseña otro rincón de su palacio

Si este miércoles hablábamos de cómo una videollamada había revelado parte de la decoración del salón de los duques de Cambridge, ahora otra cita virtual nos ha mostrado otro rincón de la casa de otra royal europea. Hablamos de Máxima de Holanda y su palacio, Huis Ten Bosch, donde vive junto al rey Guillermo y sus tres hijas desde 2019, después de varios años de costosas y polémicas reformas. Este jueves, Máxima aparcaba su papel de reina y adoptaba el de asesora especial de la ONU para dar el discurso inaugural en la cumbre de mujeres líderes en Vietnam. Y lo ha hecho tocando dos de los temas que más le interesan, el acceso al mundo digital y los servicios financieros para mujeres en vías de desarrollo. Y gracias al lugar desde donde lo ha dado, hemos podido conocer un poco más de este hogar real.

Aunque la temática de la cita era muy interesante, no podemos negar que nos ha llamado mucho más la atención el escenario desde donde Máxima ofrecía su discurso. Y es que ha cambiado su despacho, que también hemos podido conocer un poco más estos meses gracias al teletrabajo, por la sala de conferencias de Huis ten Bosch, una enorme estancia con salida a los jardines y con unos enormes ventanales que dejan entrar la luz a raudales. Es el mismo lugar donde la entonces reina Beatriz mantenía cada lunes, casi sin excepción, su reunión semanal con miembros de la Casa Real y con el Servicio de Información del Gobierno. Una sala que, a pesar de la intensa reforma que sufrió el palacio, mantiene el mismo aspecto que cuando la entonces monarca la utilizaba como lugar habitual de trabajo.

Gracias a las escasas fotografías que existen de la ahora princesa Beatriz trabajando en esta sala durantre su reinado, hemos podido ver que se ha mantenido tanto la lámpara del techo como los candelabros que reposan sobre el mueble que hay detrás de Máxima. Mención aparte merecen los tres lienzos que vemos detrás de la reina. Además de que también estaban en el mismo sitio cuando su suegra era la inquilina del palacio, nos sirven para recordar que forman parte de la extensa colección de arte que se encuentra dentro de los muros de Huis ten Bosch. Es una colección de pinturas única, de las que una importante parte fue encargada por Amalia van Soms, la primera propietaria de palacio, a algunos de los mejores artistas holandeses del sigo XVII, como Jacob Jordaens, Theodoor van Thulden o Caesar van Everdingen.

Una decoración clásica la de esta sala de conferencias. Y, sin duda, muy distinta a la que durante estos meses hemos podido apreciar en el despacho de Máxima, ya que pasamos de los numerosos toques y detalles personales que están en su despacho a una apariencia mucho más institucional y sobria. Una de las grandes diferencias entre una y otra habitación es que las paredes del despacho están decoradas con un papel de estilo tropical, con palmeras y loros, de la firma Ananbô. Toda una seña de identidad para este rincón.

Otra de las diferencias es que la mesa en la que habitualmente trabaja Máxima es negra y con ribetes dorados, de una línea mucho más moderna que la que encontramos en la sala de conferencias, de gran tamaño para acoger las reuniones de los reyes. Pero lo que sin duda da el toque de distinción a su despacho son los objetos personales que inundan su mesa: desde una enorme lámpara a una maximanzana dorada, muy al estilo de la argentina, quien ha plasmado su personalidad en su rincón de trabajo. Y por supuesto, no faltan numerosas fotos, entre ellas una de su madre, Carmen Cerruti.