Nina Flohr ya es princesa: analizamos su look nupcial en la boda con Philippos de Grecia

La familia real griega lo anunció en septiembre: el príncipe Philippos, el hijo pequeño del rey Constantino y la reina Ana María, y por lo tanto sobrino de la reina Sofía y primo del rey Felipe, se iba a casar con su novia, Nina Flohr. Sin adelantar muchos más detalles del enlace, ni la fecha prevista, ni la ciudad elegida ni el número de invitados, la noticia saltó a la primera línea y desde entonces esperábamos algún otro anuncio oficial al respecto.

Por eso la sorpresa ha sido mayor al enterarnos, de golpe y porrazo, de que la pareja ya se había casado. Ha sido este fin de semana, en la exclusiva ciudad suiza de St. Moritz, en secreto y en la más estricta intimidad, menos mal que vivimos en la era digital de la información y las redes sociales nos han puesto en bandeja las pruebas del enlace griego.

En total han visto la luz tres fotografías de los recién casados, felices, acaramelados y muy sonrientes. Una boda sorpresa y exprés que viene a culminar una historia de amor, una que tiene como protagonistas a un príncipe griego, Philippos, un título que, por cierto, solo se reconoce en Dinamarca y por cortesía del resto de casas reales, y a la hija de un magnate de la aviación, Nina Flohr, concretamente el fundador y presidente de VistaJet, Thomas Flohr.

Precisamente sus padres, el empresario anteriormente nombrado, y Constantino de Grecia, hermano de nuestra reina emérita, han sido los dos únicos invitados de su boda, por lo que nuestros deseos de ser testigos, aunque sea en la distancia, de un nuevo enlace royal se han desvanecido al mismo tiempo que contemplábamos las instantáneas del matrimonio.

Nina Flohr ya es princesa y, como tal, su look nupcial merece un análisis en profundidad. Cierto es que esta royal parte con una buena base y su estilo -perdón, estilazo- le viene de serie y promete darnos muchas alegrías de moda, así que su outfit de novia no podía fallar y, te lo adelantamos, Nina ha cumplido.

Alejándose de los atuendos principescos propios de una novia royal y tratándose de una boda íntima, sin apenas invitados, ni bombo ni platillo, Nina debía escoger un look de novia acorde con las circunstancias y fiel a su personalidad de estilo, y así ha sido.

La directora creativa se ha decantado por un dos piezas compuesto por una chaqueta y un vestido midi, ambas prendas confeccionadas en un tejido de tweed brillante de color blanco roto, un outfit que ya nos revela mucho sobre cómo es y cómo viste Nina.

Los accesorios también han sido protagonistas. En el pelo, un maxilazo en el mismo color que el traje, que adorna su semirrecogido; como zapatos, los inconfundibles salones destalonados de Valentino decorados con tachuelas también a tono, y para rematar, unas medias semitransparentes de color blanco. ¿El resultado? Un look nupcial de 10.