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La dudosa estrategia de Ernesto de Hannover para librarse de la cárcel
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La dudosa estrategia de Ernesto de Hannover para librarse de la cárcel

El exmarido de Carolina de Mónaco podría ser condenado hasta a tres años de prisión por los altercados protagonizados el pasado verano, pero está dispuesto a todo para evitarlo

Foto: Ernesto de Hannover, en una imagen de archivo. (EFE)
Ernesto de Hannover, en una imagen de archivo. (EFE)

Hace unos días conocíamos que, por los incidentes que Ernesto de Hannover protagonizaba el pasado verano, la Fiscalía austriaca podría pedir para él hasta 3 años de prisión. Pero, lógicamente, el príncipe alemán no está dispuesto a pisar la cárcel. Y si para librarse tienen que caer otros, que así sea. Porque la estrategia que ha establecido su defensa para poder evitar la pena de prisión es culpar a terceras personas. Concretamente, al ama de llaves que trabajaba para él en la casa de Grünau im Almtal, a la que acusa de haberlo obligado a beber alcohol, lo que podría haber desencadenado el grave altercado que tuvo con la policía el 15 de julio pasado y que lo llevó hasta un centro psiquiátrico.

Al parecer, su alegato es que, tras un tratamiento dental, la trabajadora le facilitó alcohol -algo que no tiene permitido por su salud física y mental-, lo que, mezclado con la medicación, le hizo estar fuera de sí y llamar a los servicios de emergencia para, posteriormente, atacar a la pareja de policías que llegó hasta su casa al recibir la preocupante llamada, en la que supuestamente pedía ayuda porque alguien intentaba asesinarlo. Él mismo contó su versión al día siguiente, tras haber pasado la noche en la unidad de psiquiatría de un hospital, acusando a los propios agentes de haberlo agredido. Una versión que, por cierto, es muy diferente a la que la propia policía plasmó en su informe, por lo que todo lo que pasó se aclarará en el juicio que tendrá a Ernesto de Hannover en el banquillo de los acusados.

placeholder Ernesto de Hannover, en una imagen de archivo. (Getty)
Ernesto de Hannover, en una imagen de archivo. (Getty)

Desde luego, la estrategia de defenderse acusando al ama de llaves de haberle dado alcohol puede parecernos, al menos desde fuera, bastante débil, especialmente teniendo en cuenta los antecedentes y la fama que lo ha perseguido desde hace décadas por sus problemas etílicos. Pero es que, además, el altercado de ese 15 de julio no fue el único que protagonizó en verano. No solo no dudó en ir a comisaría con un bate de béisbol días después, buscando a los agentes que habían ido a su casa, sino que también está acusado de haber hecho destrozos en varios elementos del mobiliario urbano de la zona. Incidentes que quizá no pueden explicar responsabilizando a esa ama de llaves, que además también ha sido víctima de su temperamento, ya que está acusado de haberla amenazado y coaccionado poco después, con el resultado de otra detención para el príncipe alemán.

La causa no ha salido a la luz en su totalidad, por lo que se desconoce si en el juicio al que se enfrenta tendrá que responder solo por la noche del 15 de julio o también por el resto de altercados que protagonizó en verano. De ser solo por uno de ellos, su situación podría ser mucho peor, ya que podría encontrarse con una condena mucho más grave que los tres años de prisión que ya conocemos que puede pedir la Fiscalía.

placeholder Ernesto de Hannover, en una imagen de archivo. (Cordon Press)
Ernesto de Hannover, en una imagen de archivo. (Cordon Press)

Hace unos días conocíamos que, por los incidentes que Ernesto de Hannover protagonizaba el pasado verano, la Fiscalía austriaca podría pedir para él hasta 3 años de prisión. Pero, lógicamente, el príncipe alemán no está dispuesto a pisar la cárcel. Y si para librarse tienen que caer otros, que así sea. Porque la estrategia que ha establecido su defensa para poder evitar la pena de prisión es culpar a terceras personas. Concretamente, al ama de llaves que trabajaba para él en la casa de Grünau im Almtal, a la que acusa de haberlo obligado a beber alcohol, lo que podría haber desencadenado el grave altercado que tuvo con la policía el 15 de julio pasado y que lo llevó hasta un centro psiquiátrico.

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