Así es Jean-Christophe Napoleón: heredero del emperador y pretendiente al trono de Francia

Napoleón Bonaparte murió en mayo de 1821 en la isla de Santa Elena, en el océano Atlántico. Se cumple, por tanto, el segundo bicentenario de su muerte, y en Francia tienen lugar distintos actos en su memoria que se alejan de la celebración y el aire festivo al ser un personaje histórico controvertido que hizo mucho bien a su país, según algunos, y no tanto, según otros. Desde luego, quien está de acuerdo con su figura es Jean-Christophe Napoleón, quien a día de hoy es su heredero dinástico.

El príncipe Napoleón ha estado presente en estos homenajes en los que el propio presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha dicho que Napoleón "es parte de nosotros", aunque recordando que también fue responsable de restablecer la esclavitud en Francia en 1802. Más allá de la turbia historia que rodea al militar, y aunque la monarquía en Francia terminó en 1870, su heredero Jean-Christophe forma parte de esas tres personas que siguen reclamando el trono de nuestro país vecino.

Son los herederos de tres familias distintas los que defienden su legitimidad en el improbable caso de que la monarquía se restableciese en Francia a corto plazo. Por un lado, Luis Alfonso de Borbón, hijo de Carmen Martínez-Bordiú y bisnieto de Alfonso XIII, representando al llamado legitimismo. Por otro, Jean de Orleans, jefe de la Casa de Orleans e hijo del príncipe Enrique, duque de Francia. En tercer lugar, el mencionado Jean-Christophe, el representante bonapartista.

Juan Cristóbal Bonaparte -en español- tiene 34 años y es descendiente directo de Jerónimo I Bonaparte, rey de Westfalia y hermano menor del emperador Napoleón. Hijo de Carlos Napoleón y de su primera esposa, Beatriz de Borbón-Dos Sicilias. Por parte de padre, es heredero de los Bonaparte y, por parte de madre, descendiente de Luis XIV de Francia.

Jean-Christophe no obtuvo su título por herencia de manera convencional, fue su abuelo quien lo dejó escrito en su testamento y desheredó al padre del mismo por haberse divorciado y casado con una mujer de Córcega. No en vano, Carlos Napoleón ha mantenido una vida de 'alto standing' dedicado a la política y al mundo literario.

Por su parte, el heredero de Napoleón estudió en la prestigiosa escuela de comercio HEC de París y en la Universidad de Harvard. Habla español, inglés y francés y, según lo poco que se sabe de su día a día, trabaja actualmente en un banco de inversiones en Londres (Reino Unido).

Celoso de su vida privada, solo se deja ver en aquellos eventos que guardan relación con su tío abuelo como la misa en Los Inválidos en París o actos como el celebrado en 2015 con motivo del bicentenario de la batalla de Waterloo que, precisamente, fue la que acabó con la figura de Napoleón.

Hace dos años, contraía matrimonio con Olympia von und zu Arco-Zinneberg, condesa y bisnieta del último emperador de Austria y descendiente de María Luisa de Austria, quien, precisamente, fue esposa de Napoleón. Una coincidencia sobre la que Juan Cristóbal habló en una entrevista para 'Le Figaro': "Cuando conocí a Olympia, me fijé en sus ojos y no en su árbol genealógico. Nos da risa esta coincidencia entre nuestras familias".

La celebración de su espectacular boda imperial tuvo lugar en el castillo de Fontainebleau y a ella asistieron royals como Beatriz de York y Edoardo Mapelli Mozzi, Pablo de Grecia y su hija Olympia o Jaime de Marichalar. Sin embargo, la pareja ya había acaparado titulares meses antes de su enlace.

Entonces, la prometida de Juan Cristóbal sufrió el robo de su anillo de compromiso, que se compone de un diamante de 40 quilates y que formó parte de una diadema de la emperatriz Eugenia (Eugenia de Montijo), mujer del emperador francés Napoleón III. Por suerte, todo quedó en un susto, ya que la policía consiguió recuperar la alianza.