Kate Middleton y su noche de cine: trench de tartán y una joya con gran simbolismo

No ha podido haber un mejor cierre para la tercera jornada de la gira que el príncipe Guillermo y Kate Middleton están haciendo por Escocia. Porque si por la mañana visitaban Saint Andrews y después su universidad, donde se conocieron hace 20 años, para terminar el día se han convertido en los anfitriones de una noche de cine de lo más especial y, además, cargada de símbolos. La pareja ha abierto las puertas del palacio de Holyroodhouse, la residencia oficial de la reina Isabel II en Edimburgo, para acoger el estreno de la película 'Cruella', protagonizada por Emma Thompson y Emma Stone, con las que charlaron por videollamada a principios de semana.

Pero no ha sido una noche de cine cualquiera. Aunque ellos eran los anfitriones y el lógico centro de atención, los verdaderos protagonistas eran los invitados, ya que eran trabajadores del sector sanitario. Y se ha organizado en formato autocine, una idea acorde con las restricciones y las medidas sanitarias para minimizar el riesgo de contagio de covid-19. Pero la pareja se han ido paseando entre los coches, repartiendo palomitas y escuchando testimonios de los invitados sobre su trabajo y sus vivencias durante la pandemia, algunos conmovedores, como así han señalado los duques de Cambridge. También como patrona de NHS Charities Together, la fundación que organizaba el evento, Kate ha tenido ocasión de dar un discurso para agradecer el trabajo de todos los escogidos para esta noche de cine y palomitas y sus compañeros del sector sanitario.

Para esta última cita de un día intenso, Kate Middleton lo ha dado todo. Habíamos echado de menos durante la jornada uno de esos grandes homenajes que hace al lugar que visita a través de su vestuario. Lo que no sabíamos es que lo iba a dejar todo para el final. Porque si el martes escogía un total look en el mismo azul de la bandera de Escocia y el martes una bufanda con estampado de cuadros, para la velada del miércoles lo ha mezclado todo, con un espectacular abrigo en un azul intenso, con estampado de tartán, tan típico de tierras escocesas. Un diseño de Holland Cooper -la misma firma que escogía para la americana que lucía horas antes en su vuelta a la universidad de Saint Andrews- de largo midi y con botones y cierres dorados, que se ha llevado el aplauso general de los más entendidos.

Pero no ha sido el abrigo de tartán lo que más atención ha acaparado en esta noche tan especial. Mención especial merecen los pendientes que ha escogido Kate Middleton, sacados directamente del joyero de la reina Isabel II. Se trata de unas espectaculares piezas que forman parte de un parure que la monarca recibió como regalo en 1979, de manos del entonces jeque Rashid de Dubái.

Firmado por la casa Asprey, el conjunto consta de un collar de lazos de diamantes con lazos alternos que rodean grandes zafiros ovalados, a juego con los pendientes que hemos visto esta noche y un anillo. El jeque se lo entregó a Isabel II antes de la cena de Estado que tuvo lugar con motivo de la histórica gira que hizo por los países del Golfo Pérsico. Y se dice que es tan espectacular que la propia reina -siempre hierática- no pudo evitar una exclamación de asombro al recibirlo.

Pero la monarca no ha sido la única que ha estado presente en cierta forma en el palacio de Holyroodhouse. También su difunto marido, el duque de Edimburgo, ha tenido su particular homenaje, ya que los duques de Cambridge han llegado en uno de los todoterrenos que él solía utilizar. Concretamente, el príncipe Guillermo ha llevado a su mujer hasta el autocine en un Land Rover del año 66, muy acorde con la personalidad del príncipe Felipe.