Las imágenes de la reina Sofía en Grecia: trabajo, familia y placer
Aprovechando su viaje para celebrar el cumpleaños del rey Constantino, también ha querido supervisar algunos de los proyectos con los que colabora la Fundación Reina Sofía en el país
Si algo ha lamentado la reina Sofía durante este último año ha sido su imposibilidad de viajar a su amada Grecia. De ahí que no haya tardado mucho en coger un avión para ir a ver a su hermano, el rey Constantino, una vez que tanto ella como su hermana Irene han recibido las dos dosis de la vacuna contra el covid-19 correspondientes. El motivo principal de su viaje ha sido, precisamente, poder celebrar junto a su hermano su 81º cumpleaños, este mismo miércoles, una cita en la que el año pasado no pudo estar por la situación de pandemia. Y ha aprovechado no solo para estar con su familia, sino también para supervisar algunos de los proyectos que la Fundación Reina Sofía lleva a cabo en el país heleno.
Una de ellos está relacionado con un tema que a la Reina emérita le apasiona, el mar y la fauna marina. Y es que la madre del rey Felipe VI ha conocido este martes las obras de las instalaciones del centro de rehabilitación para mamíferos marinos y tortugas, del Santuario de Vida Marina Aegean en la isla de Lipsi, con el que colabora la fundación. Allí ha estado acompañada por el embajador de España en Grecia, Enrique Viguera, el actual viceministro de Medio Ambiente y Energía del Gobierno griego, Georgios Amyras, además del alcalde de Lipsi, Fotis Maggos; Alicia Alcocer, de la Asociación Nacional Amigos de los Animales; y la presidenta de la Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales, Carla Cornella.
En el centro, la reina Sofía ha tenido ocasión de conocer de cerca las instalaciones y compartir un rato con los trabajadores y voluntarios de la organización, a los que ha preguntado por la situación de pandemia en esta zona, bastante aislada del resto de Grecia, ya que se trata de una isla al sur del país, comunicada con la capital, Atenas, a través de un transbordador semanal. Pero lo que más le ha interesado a la Reina emérita es el trabajo que, no tardando mucho, hará el centro de rehabilitación, donde se espera atender a los animales enfermos y heridos de las islas griegas y sus alrededores, además de estudiar e investigar a las especies marinas.
Una mañana muy soleada y junto al mar que seguro le ha servido para recargar pilas y para la que ha optado por un look ya muy veraniego, con pantalón blanco y una camisa multicolor, con rayas. Por supuesto, no han faltado numerosos collares y pulseras de diferentes tipos, que son una de sus señas de identidad.
La propia Fundación Reina Sofía ha explicado que su aportación para este proyecto ha sido de 20.000 euros, dada la preocupación y consideración que ha tenido siempre con el medioambiente, principalmente porque también es una de las causas que más defiende la reina Sofía. Ya el año pasado, la vimos participando en la tradicional suelta de tortugas en Baleares o en la limpieza de playas. Así que no ha dudado en aportar también su granito de arena para este proyecto del Santuario Aegean, con el aliciente de que es en su tierra natal, la que tanto ha echado de menos en este último año y a la que no ha dudado en volver, una vez que tanto la vacuna como las restricciones sanitarias lo han permitido.
Si algo ha lamentado la reina Sofía durante este último año ha sido su imposibilidad de viajar a su amada Grecia. De ahí que no haya tardado mucho en coger un avión para ir a ver a su hermano, el rey Constantino, una vez que tanto ella como su hermana Irene han recibido las dos dosis de la vacuna contra el covid-19 correspondientes. El motivo principal de su viaje ha sido, precisamente, poder celebrar junto a su hermano su 81º cumpleaños, este mismo miércoles, una cita en la que el año pasado no pudo estar por la situación de pandemia. Y ha aprovechado no solo para estar con su familia, sino también para supervisar algunos de los proyectos que la Fundación Reina Sofía lleva a cabo en el país heleno.