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Simoneta Gómez-Acebo compra una de las dos casas de la infanta Pilar en Mallorca
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PARTE DE LA HERENCIA

Simoneta Gómez-Acebo compra una de las dos casas de la infanta Pilar en Mallorca

Su relación con la isla viene de atrás, y tal vez por eso se haya decantado por adquirir la vivienda de las Buganvillas, el lugar donde se quedaba cuando visitaba Mallorca

Foto: Simoneta Gómez-Acebo. (CP)
Simoneta Gómez-Acebo. (CP)

Para la infanta Pilar, Mallorca era su refugio y el lugar donde pasaba cada año más tiempo. Llegaba cuando florecían los almendros y se despedía muy entrado el otoño. El chalet no se cerraba. Pasó su último verano en su casa de la urbanización Sol de Mallorca, en Calvià, donde acogía a sus hijos y nietos por tandas, salvo a Simoneta, que desde tiempo atrás se instalaba en otra vivienda, mucho más pequeña en la misma zona.

Ahora hemos sabido, por una información que adelantaba 'Vanity Fair' que la vivienda adquirida por Simoneta es una de las dos que la infanta Pilar tenía en la isla, puesto que la otra, la bautizada como Can Dona Pi y situada en la avenida Joan Miró, ya se vendió hace unos meses tal y como este medio informó en su momento. Esta segunda propiedad es la que se ha quedado ya como propietaria al comprar a sus hermanos, Juan, Beltrán, Fernando y Bruno, las partes proporcionales de la herencia que dejó la matriarca doña Pilar.

Foto: Simoneta y Fernando Gómez-Acebo. (Getty)

Con respecto a las últimas voluntades de la duquesa de Badajoz, se ejecutaron como ella había dispuesto y no hubo problemas entre los herederos. Una vez que se vendió la casa grande en la avenida Joan Miró, quedaba la otra vivienda que se encuentra en el conjunto residencial Las Buganvillas, en la misma urbanización Sol de Mallorca que creó en los años setenta el empresario Graciliano Barreiros, casado con la mecenas y pintora Mayte Spínola. La fundadora del grupo Pro Arte y Cultura, una de las amigas íntimas de doña Pilar, fue precisamente la que convenció a la tía de Felipe VI para que comprara las propiedades.

placeholder La infanta Pilar y Simoneta Gómez-Acebo. (Getty)
La infanta Pilar y Simoneta Gómez-Acebo. (Getty)

Esta urbanización está ubicada en una zona privilegiada entre Portals Vells y Cala Vinyes y donde la privacidad y la seguridad son características importantes. Para Simoneta, la isla forma parte de su histórico vital. Aquí pasaron sus veranos infantiles los cinco hermanos, que compartían con los primos Borbón Grecia y los Bulgaria, hijos del rey Simeón y Margarita Gómez Acebo. Simoneta se casó en el altar mayor de la catedral de Palma con José Miguel Fernández Sastrón y al enlace acudieron los reyes Juan Carlos y Sofía y sus tres hijos.

Pasión por las Baleares

Por eso no es extraño que haya querido mantener ese vínculo con la isla que también lo tienen sus tres hijos. El conjunto residencial Las Buganvillas, parte del cual se construyó en los años 80 y donde se encuentra la vivienda de la sobrina de los Reyes eméritos, cuenta con piscina, zonas ajardinadas y la seguridad que da la vigilancia permanente. Una de las características principales de esta casa es que los gastos, tanto de mantenimiento como de comunidad, son mucho más asumibles.

La venta del chalet familiar de la calle Joan Miró sirvió para que los cinco hijos tuvieran una parte importante de la herencia. El precio de mercado en esa zona rondaba los tres millones de euros. Se desconoce cuál fue el precio final que pagaron los nuevos inquilinos de nacionalidad británica. El metro cuadrado por esas latitudes alcanzaba los cinco mil euros. Según la información que publicó Vanitatis en agosto pasado, fue mucho más fácil que la vivienda de Puerta de Hierro en Madrid.

El chalet, con vistas privilegiadas al Mediterráneo, tenía doscientos metros cuadrados repartidos en dos plantas y en una parcela de mil metros con piscina y barbacoa. En la planta baja estaba el recibidor, el salón comedor, dos habitaciones, un cuarto de baño, el aseo, la cocina, un patio interior, la zona de servicio y un porche. En el primer piso, dos dormitorios más, cuartos de baño y una terraza desde la que se divisa un espléndido paisaje.

placeholder Fernando, Luis, Bruno, Juan y Simoneta Gómez-Acebo, durante el funeral de su madre. (EFE)
Fernando, Luis, Bruno, Juan y Simoneta Gómez-Acebo, durante el funeral de su madre. (EFE)

En esta vivienda, que ya no forma parte de la vida familiar de los Gómez-Acebo, también se refugiaron la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin mientras duró el juicio por el caso Nóos. De este lugar salía la pareja para presentarse ante el juez José Castro, encargado de la instrucción de lo que fue el inicio de la causa judicial contra los exduques de Palma y el origen de la abdicación de don Juan Carlos.

Problemas de urbanismo

La urbanización Sol de Mallorca también fue el reencuentro afectivo de la infanta Pilar con la isla. Cuando los duques de Badajoz eligieron las Baleares para veranear, compraron una antigua casa de pescadores en Porto Pi. La restauraron y allí pasaron las vacaciones durante varios años hasta que hicieron una remodelación que no contó con la aprobación del ayuntamiento.

Hubo un primer informe de urbanismo que obligaba a derribar la mejora. Los recursos y las sentencias desfavorables se sucedieron hasta que en 1992 el Tribunal Superior de Justicia de Baleares zanjaba el litigio. La infanta Pilar no tuvo más remedio que asumir el derribo. Lo curioso del caso es que, años después, se levantó en el solar un bloque de apartamentos. En aquel momento, la hermana de don Juan Carlos aseguró que nunca más volvería a pisar la isla. Cambió de opinión y compró el chalet de Sol de Mallorca aconsejada por su amiga, Mayte Spínola, que se convirtió en su vecina igual que el ganadero Samuel Flores y su familia.

placeholder Cósima Ramírez, doña Pilar de Borbón y Pina Sánchez. (EFE)
Cósima Ramírez, doña Pilar de Borbón y Pina Sánchez. (EFE)

Simoneta también ha sido la depositaria de algunas de las joyas más importantes de doña Pilar. Como informamos en este medio, se hicieron cinco lotes, uno para cada hermano. No se sabía a quién le había tocado cada pieza hasta que la primogénita lució unas impresionantes esmeraldas en la boda de Carlota Pérez-Pla y Pedro Bravo en Gijón.

Se trataba de un conjunto formado por un valioso broche a juego con unos pendientes que pertenecieron a la reina Isabel II. Al fallecer, las piezas salieron a subasta y fue su nuera, la reina María Cristina de Habsburgo, la que se hizo con ellas, dejándoselas en herencia a su hijo Alfonso XIII. Este se lo regalaría a la condesa de Barcelona, su nuera, con motivo del nacimiento de don Juan Carlos. María de las Mercedes quiso, a su vez, que su primogénita, la infanta Pilar, heredera este lote, y esta hizo lo propio dejándoselo a Simoneta.

Ahora con la compra de Las Buganvillas por parte de la hija de la duquesa de Badajoz se mantiene la querencia de la familia por las Baleares.

Para la infanta Pilar, Mallorca era su refugio y el lugar donde pasaba cada año más tiempo. Llegaba cuando florecían los almendros y se despedía muy entrado el otoño. El chalet no se cerraba. Pasó su último verano en su casa de la urbanización Sol de Mallorca, en Calvià, donde acogía a sus hijos y nietos por tandas, salvo a Simoneta, que desde tiempo atrás se instalaba en otra vivienda, mucho más pequeña en la misma zona.

Simoneta Gómez-Acebo
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