El príncipe Guillermo, de cumpleaños en una pizzería junto a su hija Charlotte

Un domingo de marzo y una pizzería de Londres que se prepara para celebrar el cumpleaños de una pequeña de siete años. Hasta ahí todo normal, si no fuera porque la protagonista de la fiesta es una alumna del centro Thomas's Battersea School y es compañera de clase de la hija de los duques de Cambridge, por lo que la bisnieta de la reina Isabel también estaba entre las invitadas. De ahí que el personal del restaurante se topara con una grata sorpresa al ver que era el príncipe Guillermo el que entraba en la pizzería con su hija Charlotte para celebrar la fiesta de cumpleaños.

Es decir, una imagen muy habitual en cualquier padre o madre que tiene que acercar a su hijo a una fiesta organizada por algún compañero de clase, como es este caso. Aunque con algunas diferencias: por tratarse del próximo heredero británico y por cuestiones de seguridad, Guillermo y Charlotte no iban solos, sino que estaban acompañados de varios guardaespaldas, repartidos en dos coches que también siguieron al del duque de Cambridge hasta la entrada del establecimiento, situado en el barrio londinense de Fulham.

El propietario de la pizzería, Teo Catino, no pudo ocultar su emoción por la presencia del príncipe Guillermo y no dudó en darle un enorme apretón de manos que sí le fue correspondido. Peor suerte tuvo con el selfie que le solicitó y que el duque de Cambridge, probablemente por cuestiones de privacidad y porque no se trataba de un acto oficial, prefirió no hacerse. Eso sí, aunque no haya una foto con él para el recuerdo, el propietario de Il Pagliaccio, como se llama el restaurante, puede consolarse con las imágenes de la cámara de seguridad, que grabó la llegada del futuro rey.

Las imágenes en vídeo han sido publicadas por algunos portales, pero sospechosamente han desaparecido de las cuentas de Twitter donde habían sido compartidas. Lo cierto es que son apenas unos segundos, pero suficientes para comprobar que el príncipe Guillermo no solo va a los actos oficiales, sino que también se ocupa de que sus hijos se diviertan y disfruten de su vida social infantil. Además, era él el encargado de cargar con el regalo para la cumpleañera, envuelto en un papel rosa. Y, según la información que ha llegado de la fiesta, también fue él mismo quien recogió a su hija unas horas después.

Pero parece que esta no era la primera vez que el duque de Cambridge pisaba esta pizzería, o al menos que oía hablar de ella, puesto que era uno de los lugares favoritos de su madre, la princesa Diana, tal y como ha confesado el propietario, que no se ha dejado ningún detalle: "'Cuando regresaba de sus sesiones de entrenamiento en un gimnasio no muy lejos de aquí, Lady Diana se acercaba, siempre junto con sus guardaespaldas, y pedía margarita y pizza con salami. Se las llevaba a casa para comerlas con los dos niños".

Los planes de los Cambridge

Aunque es probable que el de la compañera de clase de Charlotte sea uno de los últimos cumpleaños que pille a los duques de Cambridge cerca. Si hacemos caso a la prensa británica, la pareja estaría valorando la posibilidad de marcharse del palacio de Kensington, aunque mantendrían su oficina de trabajo allí. Al parecer, la zona de su preferencia es el condado de Berkshire, donde está el castillo de Windsor, una de las residencias de la reina Isabel y de la que ya no se piensa mover, tal y como hemos sabido este mismo fin de semana. Pero no solo estarían cerca de la monarca, sino también de Bucklebury Manor, la casa de la familia Middleton, lo que puede ser un motivo de peso para que sea una de las zonas a donde se están planteando mudarse.

Debido a este cambio, parece que también el príncipe Guillermo y su esposa estarían buscando nueva escuela para su hijo mayor, el príncipe George, siendo Lambrook, en la misma zona, una de las favoritas. Aunque, de momento, todo apunta a que Charlotte seguirá durante al menos unos años en Thomas´s Battersea, donde estará acompañada de Louis, su hermano pequeño, a partir del próximo septiembre.