Kate Middleton se viste de novia en Jamaica: blanco radiante y perlas de Lady Di
Es el último look de Kate Middleton antes de poner rumbo a Bahamas y no ha faltado un guiño a su propia boda, como tampoco a la princesa Diana
Tercer y último día de los duques de Cambridge en Jamaica, donde se están llevando alegrías y disgustos casi a la par. Y esta última jornada, antes de partir unas horas más tarde hacia Bahamas, la pareja ha comenzado su agenda asistiendo a un desfile militar por parte del personal que ha completado el programa de formación de oficiales en la Academia Militar. Una cita para la que Kate Middleton ha vuelto a vestirse de novia, con un diseño en blanco radiante, perlas de Lady Di y uno de esos característicos tocados, en este caso de un tamaño grande, que le ha dado algún que otro problema al salir del coche.
El viento ha sido un invitado inesperado en el país caribeño durante estos tres días de estancia, aunque esta vez no tenía muchas posibilidades de jugar con la ropa de la duquesa de Cambridge. Así como se vio obligada a sujetarse la falda cuando aterrizó en el aeropuerto de Kingston por las rágafas de aire, en esta ocasión el corte de su vestido hacía que fuera casi imposible que se levantara. Se trata de un diseño de corte recto, escote cuadrado, manga corta y confeccionado completamente de encaje, que tenía muy difícil pasar desapercibido.
Y si ya el color del vestido nos recordaba mucho a una mujer camino de dar el 'sí, quiero', con ese blanco radiante con el que ha brillado bajo el sol jamaicano, el responsable del diseño nos hace plantearnos aún más si Kate Middleton ha querido sentirse otra vez como una novia solo por un día. Porque ha escogido a Alexander McQueen, el mismo que firmó su vestido nupcial aquel 29 de abril de 2011, cuando se convertía en duquesa de Cambridge y en miembro de la familia real. Zapatos, tocado y hasta las joyas iban a juego con la impoluta tela del diseño. La única nota de color, el zafiro de Ceilán que forma parte de su anillo de compromiso.
Precisamente, las joyas también se han convertido en protagonistas de este look, el último que veremos de Kate Middleton antes de poner rumbo a Bahamas. Más que por las joyas en sí, por sus propietarias. Porque para este desfile militar, la esposa del príncipe Guillermo ha escogido la pulsera con tres hileras de perlas separadas por diamantes que perteneció a Lady Di. Al morir, las joyas se repartieron entre sus hijos y esa pieza se incluyó en el lote que pasó a ser de su primogénito. Su nueva propietaria la estrenaba en 2017, durante un viaje oficial a Alemania.
Pero si ha habido un pequeño homenaje a Diana de Gales, tampoco la reina Isabel II se ha quedado atrás. Porque como pendientes ha elegido unas piezas compuestas también por perlas y diamantes, tomadas directamente del joyero de la monarca británica. Es una de esas joyas de la soberana que vemos de cuando en cuando lucidas por su nieta política para citas especiales, como lo era esta.
Y aunque sabe que normalmente el protagonismo del compromiso en cuestión lo tiene siempre el outfit de su mujer, tampoco podemos hacer de menos al príncipe Guillermo, ya que por primera vez ha lucido el uniforme tropical de los Blues and Royals, con la chaqueta en color blanco. El mismo que llevó Harry cuando realizó hace más de una década una gira parecida a la que ahora están haciendo su hermano y su cuñada.
El detalle emotivo
Y seguimos con las referencias familiares, porque ha habido más, quizá la más emotiva y significativa de la mañana. Porque al terminar el desfile militar y la revista de las tropas llevada a cabo por el príncipe Guillermo, los duques de Cambridge se han despedido del lugar en un vehículo histórico y que ya cumplió la misma función hace unas décadas con otros miembros de los Windsor.
Hablamos nada menos que del Land Rover que ya había llevado a la reina Isabel II y el duque de Edimburgo para sus diferentes visitas a Jamaica, hasta donde viajaron en multitud de ocasiones. De hecho, fue uno de los primeros países que visitaron al convertirse en monarca en 1953, y posteriormente volvieron a pisar suelo jamaicano juntos en 1966, 1975 y 1983, además de las que hicieron en solitario.
Ha sido una despedida a lo grande después de tres días de gira por un país del que, a pesar de todo, se van con buen sabor de boca, debido a la cálida acogida que han recibido por parte de los ciudadanos. Aunque no todo ha sido igual de agradable. A su llegada al aeropuerto de Kingston se habían organizado varias manifestaciones en contra del trato que el pueblo recibió en la época colonial, por lo que protestaban para que el Reino Unido pidiera disculpas y reparara el daño que había hecho durante los años de esclavitud.
Pero además, cuando el príncipe Guillermo y Kate Middleton fueron recibidos por el primer ministro y su esposa, este miércoles por la mañana, se encontraron con la sorpresa de que el mandatario les mostraba su determinación a ser un país completamente libre y sin ningún lazo con la monarquía británica. Así que la pareja no solo no cumplía el propósito de este tour real, sino que su presencia se convertía en la mejor excusa y contexto para dar por iniciado ese proceso para convertirse en una república y romper definitivamente con la Corona.
Tercer y último día de los duques de Cambridge en Jamaica, donde se están llevando alegrías y disgustos casi a la par. Y esta última jornada, antes de partir unas horas más tarde hacia Bahamas, la pareja ha comenzado su agenda asistiendo a un desfile militar por parte del personal que ha completado el programa de formación de oficiales en la Academia Militar. Una cita para la que Kate Middleton ha vuelto a vestirse de novia, con un diseño en blanco radiante, perlas de Lady Di y uno de esos característicos tocados, en este caso de un tamaño grande, que le ha dado algún que otro problema al salir del coche.