El revés judicial de Ernesto de Hannover: los tribunales le dan la razón a su hijo

Hace unos días que hay novedades respecto a la demanda que Ernesto de Hannover le interpuso a su hijo y no son buenas noticias para la expareja de Carolina de Mónaco. El tribunal civil de Hannover desestimaba la demanda por la devolución del castillo de Marienburg que Ernesto le reclamaba a su hijo judicialmente. El príncipe alemán iniciaba este proceso judicial a finales de 2020, una demanda millonaria en la que el actual jefe de la Casa Hannover reclamaba a su primogénito varias propiedades, además de numerosas obras de arte, objetos de valor y carruajes antiguos, que, según la demanda, Ernesto Jr. habría ido sustrayendo de las propiedades.

Ahora la justicia ha desestimado la demanda del todavía marido de Carolina de Mónaco, que le reclamaba a su hijo unos cinco millones de euros por el valor de las pertenencias que hace años decidió donar a Ernesto Jr. como heredero de la Casa Güelfa. Entre estas propiedades se encontraba el castillo de Marienburg, la joya de la corona del patrimonio familiar, que hace unos días la justicia ha determinado dejar en manos de Ernesto Augusto.

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El tribunal civil de Hannover daba así la razón al hijo del príncipe alemán en su largo enfrentamiento judicial, del que se había filtrado en marzo que Ernesto de Hannover se había retirado, pero que ahora la justicia se ha pronunciado debido a que una empresa de Salzburgo continuó con el proceso por estar implicada. La entidad civil alemana decidía rechazar ejercer ninguna acción para que el hijo le tuviera que devolver el castillo a su padre.

Unas posesiones que el aristócrata cedía entre 2004 y 2007 a su primogénito como herencia anticipada y que se convirtieron en un problema cuando Ernesto hijo quiso vendérselo a la Administración por la cantidad simbólica de un euro, dado que no podía asumir los costes de una reforma integral que requería el estado de abandono del castillo, que ascendían a unos 25 millones de euros. El príncipe de Hannover conseguía paralizar dicha venta, montando en cólera y demandando a su hijo. Junto a esta propiedad, Ernesto también quiso recuperar la casa Calenberg, en el municipio de Pattensen-Schulenburg, y la casa principesca de Herrenhausen en Hannover; algo a lo que Ernestro Jr. se negó tajantemente y que le llevó a su padre a demandarle.

En todo esto embrollo entre padre e hijo también estaba metida por el medio una empresa de Salzburgo, que acudió a los tribunales porque el príncipe alemán les había vendido sus activos. Eran ellos los que quisieron continuar con el proceso judicial una vez que Ernesto de Hannover decidía retirarse hace tan solo unos meses. El príncipe ya no aparecía como demandante, pero sí la empresa que quería recuperar las inversiones vendidas por el todavía marido de Carolina de Mónaco. A finales de marzo, la prensa se hacía eco de que Ernesto padre había vendido sus reclamaciones a la EAH BetriebsgmbH de Salzburgo y su demanda continuaba hasta principios de julio, cuando el tribunal de Hannover se pronunciaba al respecto.

No es una decisión firme y puede ser apelada hasta el próximo 1 de agosto, pero no parece que haya intención de reclamarla ni de que, dado el caso, la justicia vaya a decantarse por cambiar de parecer. Una vez que Ernesto de Hannover se retiraba como demandante, el presidente de la sala civil, Stefan Heuer, ya advirtió de que esa cesión podría no ser legal y se vieran obligados a desestimar la demanda. Decisión que salía recientemente a la luz, según la cual la compañía no tenía ningún derecho sobre Marienburg, las casas principescas ni los tesoros artísticos, por lo que la cesión del padre a esta empresa no fue efectiva por “razones legales”.

Desestimada la "grosera ingratitud"

Los jueces rechazaban también el segundo argumento presentado por los demandantes, cuando decían que el padre había querido recuperar la herencia debido a la “grosera ingratitud” de su hijo. Entre otras, Ernesto acusó a su hijo de no visitarle ni siquiera estando enfermo. Pero los jueces ya habían manifestado en una audiencia anterior que esta era una acusación muy general y que, después de tantos años de disputa, “difícilmente podía esperar más visitas” de su hijo. La cámara ha dictado, por tanto, que no ve “gran ingratitud” en el comportamiento de Ernesto Jr, dado que eso requeriría de una conducta grave que en este caso no ha podido determinarse.

Ernesto hijo ha declarado que la decisión “no era una sorpresa”, debido a que siempre ha considerado la demanda de su padre “poco prometedora”. A falta de que la sentencia sea firme, los demandantes parecen estar valorando si reclamar o no, algo que no parece demasiado probable dadas las circunstancias.

Tras la fallida venta del castillo al Gobierno del estado de Baja Sajonia, la propiedad entró a formar parte de una fundación. Una transferencia con la que, según ha evaluado el juez ahora, Ernesto Jr. habría tratado de proteger los bienes de la Casa de Hannover para garantizar la “preservación a largo plazo de Marienburg”. Ya cuando en primavera Ernesto padre se retiró como particular de la causa judicial, su hijo aseguró que celebraba “su decisión y la intuición de que su demanda fue inútil”.