Las emotivas imágenes de Charlène de Mónaco en su visita a una residencia

Tras una de las épocas más complicadas de su vida a causa de una enfermedad, Charlène Wittstock está recuperando progresivamente la normalidad en su agenda pública. Sin embargo, parece no olvidar su condición pasada y se encuentra completamente entregada a las causas solidarias, especialmente del terreno de la salud. Durante este mes de julio ya la hemos visto visitar a los pacientes del hospital en el que dio a luz a sus hijos, además de asistir a la reconocida gala de la Cruz Roja.

Hace tan solo unas horas, el perfil de Instagram de la Casa Real monegasca, que parece entregado a mostrar una imagen natural y cercana de su princesa, publicaba unas fotografías de la misma visitando la residencia A Qietüdine, en las que Charlène aparecía en una actitud muy atenta con los ancianos y empleados del centro, que se mostraban encantados con su presencia.

En búsqueda de la comodidad, Su Alteza se rendía a una de las tendencias impuestas por Marta Ortega, el tejido nido de abeja, con un modelo midi recto amarillo de inspiración sesentera con tirantes anchos y cuello redondo, rematado en una falda suelta. Además, sumaba un toque clásico a través del uso de las perlas como complemento en collar y pendientes.

Por otro lado, la exdeportista reforzaba esa imagen cercana a través de un discreto look ‘beauty’. Más allá de su animado corte de pelo rubio a lo garçon, decidía utilizar únicamente una base de cobertura baja y acabado natural con un labial nude, obviando sombras e incluso colorete.

A pesar de que la princesa del Principado de Mónaco volvía a retomar el uso de mascarilla por motivos de recomendación en su contacto con personas que se encuentran dentro de un grupo de riesgo, el tapabocas blanco no lograba ocultar la gran compresión, compasión y empatía que la exnadadora mostraba hacia los mayores presentes, con los que se la ha visto compartiendo risas y confidencias.

Este hecho ha sido enormemente comentado, ya que parece que Charlène se ha reapropiado del dolor de su recuerdo más amargo para ayudar a las personas que se encuentren en una situación similar a la que ella vivió. Recordemos que estuvo alejada de su familia y la agenda real por varias dolencias que amenazaron su salud durante el verano pasado.

Tampoco ha pasado desapercibido el color utilizado durante la visita. El amarillo es símbolo de la mala suerte y los malos presagios dentro del mundo del espectáculo, pero esta concepción parece haberse extendido a cualquier ámbito de la vida pública.

Una observación al detalle que podría ser consecuencia de su renuncia al uso del 'privilége du blanc' en su reciente visita al papa Francisco. Para esta ocasión, la esposa del príncipe Alberto revolucionaba a los expertos en protocolo al seleccionar un modelo negro, que no cubría por completo sus hombros y que además acompañaba con una manicura de brillo a juego.

Sin embargo, su gusto por el mundo de la moda y su historia de vida siguen estableciendo a Charlène de Mónaco como una de las royals más queridas dentro del universo europeo.