La historia de los pendientes croatas que la primera dama ha regalado a Letizia (y esta ha lucido)

Este jueves, en la que ha sido la segunda jornada de los Reyes de España en Croacia, doña Letizia sorprendía con un estilismo de estreno de pies a cabeza. Desde el mono blanco y negro, firmado por Teresa Helbig, al bolso de Adolfo Domínguez o las botas de Nina Ricci. También los pendientes eran nuevos, aunque tras una intensa búsqueda en las principales firmas en las que confía Su Majestad no dábamos con ellos. Algo normal teniendo en cuenta que son un regalo que la primera dama, Sanja Musić Milanović, le ha hecho a su invitada.

Los pendientes, que llevan el nombre de Barbanski rančin, son una réplica de un diseño tradicional croata encontrado hace siglos cerca del pueblo Barban. Los lucían las antiguas campesinas de esa zona en la época en la que la península de Istria pertenecía al Imperio romano. Este diseño está protegido por el registro de Bienes Culturales de la República de Croacia, y las piezas originarias se conservan en el Museo Arqueológico de Istria, en Pula.

El encargado de realizar este diseño es Zlatarna David, una firma ubicada en Pula en la que la primera dama ha confiado para obsequiar a doña Letizia. Los pendientes, en plata bañada en oro y hechos 100% a mano, como cuentan a Vanitatis, tienen forma de aro y en la parte inferior presentan tres bolas. A la Reina de España parece haberle encantado el regalo de su anfitriona, pues no lo ha dudado ni un momento y se los ha puesto para compartir actividades con ella, entre las que destaca la visita a la Clínica de Rehabilitación Auditiva y del Habla SUVAG.

Este regalo entra en lo que se considera como un obsequio de cortesía, y el año que viene aparecerá en la lista de presentes que los Reyes han recibido durante este 2022. No es la primera ocasión en la que vemos a doña Letizia llevando un regalo que le han entregado otros mandatarios. En mayo, durante la visita de Estado del emir de Qatar, Su Majestad fue agasajada con unos pendientes de diamantes y oro blanco que lució esa misma noche en la cena de gala, y que recientemente ha vuelto a llevar en los Premios Princesa de Asturias y los Premios Macael. Al ser de un valor mucho mayor, esos pendientes sí pasaron directamente a Patrimonio Nacional, que es quien los gestiona.

Doña Letizia y la primera dama croata parecen no solo tener gustos similares a la hora de vestir, como han demostrado ambas apostando por monos en esta segunda jornada. De una edad cercana y madres de dos hijos, ambas luchan contra la obesidad. Sanja, quien estudió medicina, realizó un doctorado con una tesis sobre obesidad infantil, uno de los temas que más la preocupan. De hecho, forma parte del equipo de la OMS para luchar contra ello y del Grupo de Trabajo Europeo de Alto Nivel para la Nutrición, la Actividad Física y la Prevención de la Obesidad.

Esa preocupación la une directamente con doña Letizia, embajadora de la FAO sobre Nutrición. La Reina ha mostrado en sus discursos preocupación tanto por aquellas personas que pasan hambre como por las que tienen sobrepeso u obesidad. "La FAO es clara y advierte: hay aún cientos de millones de personas que no tienen qué comer y muchos más millones que están enfermos por obesidad. Estos desequilibrios deben hacernos pensar en cómo fortalecer los sistemas alimentarios", recordó en una intervención de 2020.

La Reina ha combinado los pendientes regalo de Sanja con un mono en blanco y negro de Teresa Helbig que presenta manga larga, puños blancos, pantalones amplios y detalle superior con frunces y botonadura. Realizado en crepé, pertenece a la colección Opium Otoño-Invierno 2021 de la diseñadora catalana. Los complementos han sido un bolso bandolera de Adolfo Domínguez, unas botas de tacón de Nina Ricci y una capa de Carolina Herrera con botones perla con la que se ha protegido de las bajas temperaturas.