La reina Sofía vuelve a besar los pies del Cristo de Medinaceli y lo hace de semiluto
La madre de Felipe VI ha llegado a la una de la tarde para cumplir con esta tradición, que por fin se ha podido recuperar sin restricciones de ningún tipo pasada la pandemia
La reina Sofía ha sido de nuevo la encargada de cumplir con la tradición de la familia real de acudir al besapiés del Cristo de Medinaceli del primer viernes de marzo. Una tradición que, por primera vez en dos años de pandemia, retomaba sus viejas costumbres y permitía a la reina Sofía acudir sin mascarilla al templo, además de besarle los pies de nuevo al Cristo.
Ya en el año 2022, hace un año, era la misma Reina emérita la que cumplía igualmente con esta tradición, pero lo hacía con mascarilla y tocando únicamente los pies del Cristo con las manos. El año 2020 ni siquiera se le permitió tocar los pies, pues estaban cubiertos con el tradicional manto de color morado y había una barrera física que impedía acercarse hasta ellos. Y en 2021 directamente fue anulada.
Este año, y con la pandemia ya atrás, llegaba vistiendo aún de semiluto, ya no riguroso, puesto que a su look añadía un abrigo en negro pero con raya diplomática en blanco y blusa del mismo tono de la que apenas hemos podido ver los puños. El resto de su outfit, unos pantalones de pernera amplia negros que ha conjuntado con botines del mismo tono, y una gran bufanda del mismo color larga que cubría el blanco de la blusa que rompía el luto, ofrecía todavía una imagen solemne de la reina Sofía, que en enero perdía a su único hermano varón y al que estaba muy unida.
La reina Sofía ha llegado entre vítores y aplausos de los feligreses que allí se congregan cada año en la basílica de Jesús de Medinaceli, en el centro de Madrid. Esta es una de las tradiciones más arraigadas en la familia real, y la reina Sofía ha sido quien más veces ha cumplido con ella, aunque no ha sido la única. Una imagen que tiene muchos devotos en nuestro país y a la que incluso ha visitado el alcalde de la ciudad poco antes que la Reina, José Luis Martínez-Almeida.
Esta vez, la emérita ha podido volver a cumplir con la ceremonia como manda la tradición, visitando el templo sin limitaciones de ninguna índole y besando los pies del Cristo, un gesto que el covid le había impedido en los últimos años y que no se producía desde 2019.
A su llegada al templo, ha sido recibida por el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, al que ha besado la mano la reina Sofía tras bajarse del coche. Una visita que ha trascurrido con celeridad, como suele ser habitual en estas citas en la basílica de Medinaceli cada primer viernes de marzo. Era cerca de la una de la tarde cuando la emérita llegaba a la puerta del templo y apenas veinte minutos después se ha marchado. A su salida, doña Sofía era vitoreada en medio de numerosos ‘¡viva la Reina!’ por los feligreses del Cristo de Medinaceli, que querían ovacionar a la madre del rey Felipe VI.
En otras ocasiones hemos podido ver al rey Felipe, a la infanta Cristina, a la infanta Elena o incluso al rey Juan Carlos venerando al Cristo. Justo antes de la pandemia, en 2018, era el actual soberano el que se rodeaba de los feligreses. Solo hemos visto en una ocasión a la reina Letizia, cuando aún era la prometida del entonces príncipe Felipe en el año 2004. La hija mayor de don Juan Carlos representó a Casa Real en 2019, 2017, 2014, 2012, 2009 y 1999. El Rey emérito, por su parte, ha acudido a venerar esta imagen en 2011 y 2005, y su hija menor, Cristina, en 1998, 2000 y 2007. Una tradición que se remonta a finales del siglo XVII, cuando la imagen fue recuperada a los musulmanes el viernes de Cuaresma de 1682.
Es esta la segunda vez que vemos a doña Sofía romper con el luto riguroso que ha seguido desde que el pasado 10 de enero falleciese su hermano, Constantino de Grecia. Desde que la emérita regresara de Atenas, donde acudió junto a su hermana Irene y sus hijas, las infantas Elena y Cristina, para la misa funeral a los cuarenta días del fallecimiento, la habíamos visto en la entrega de los Premios Iberoamericanos de Mecenazgo de la Fundación Callia también de semiluto, luciendo una blusa en color crudo que combinaba en aquella ocasión con un traje de dos piezas negro.
La reina Sofía ha sido de nuevo la encargada de cumplir con la tradición de la familia real de acudir al besapiés del Cristo de Medinaceli del primer viernes de marzo. Una tradición que, por primera vez en dos años de pandemia, retomaba sus viejas costumbres y permitía a la reina Sofía acudir sin mascarilla al templo, además de besarle los pies de nuevo al Cristo.
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