Doña Sofía (con las Infantas) y Pablo de Grecia encabezan la misa en homenaje a Constantino

Exactamente 40 días después de su fallecimiento, la familia real griega ha querido cumplir esta misma mañana del 18 de febrero con la tradición ortodoxa y realizar un servicio religioso en memoria del rey Constantino. Al acto, que ha arrancado a las 10 de la mañana, hora peninsular, en la catedral metropolitana de Atenas, lugar en el que también fue celebrado su funeral, únicamente ha acudido el círculo de seres queridos más cercano, llegando a producirse la notable ausencia de Felipe VI o Letizia e incluso algunos de sus nietos en pro de la intimidad.

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Sin embargo, una vez más sí ha existido representación de la Casa Real española. Más allá de la obvia presencia de la reina Sofía, hermana del difunto, tal y como adelantó en primicia Vanitatis hace unos días, la infanta Elena y la infanta Cristina no han querido dejar sola a su madre en ningún momento y tampoco a su tía Irene. Por ello, las han acompañado, prácticamente de la mano, durante la ceremonia presidida por el Santo Sínodo de los altos jerarcas de la Iglesia griega.

A su llegada la emérita se ha mostrado sonriente en muestra de agradecimiento al cariño transmitido por todos los allí presentes, animándose a encabezar el grupo de mujeres 'royals' y siendo la primera en saludar a los cargos públicos que esperaban su llegada. Un paso más atrás, sus hijas han querido cuidar lo máximo posible a Irene de Grecia, agarrándola en todo momento. Todas ellas de luto riguroso y con estilismos muy similares, conformados por distintos tipos de blazers y faldas plisadas de vuelo, han desfilado en grupo hasta el templo religioso.

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Tan solo unos minutos después, el núcleo de la familia real del país heleno ha realizado su aparición. Nada más bajarse del coche, Ana María de Grecia, viuda de Constantino II, ha expresado su gratitud llevándose las manos al corazón. Un gesto que contrastaba con la expresión de tristeza vista sobre el rostro de su hija Alexia, que aparecía sin su marido, Carlos Morales.

Por otro lado, Pablo de Grecia y Marie-Chantal seguían la línea marcada por la matriarca del clan 'royal' y se mostraban sonrientes ante los asistentes. Con la elegancia y sofisticación que los caracteriza, los actuales poseedores del título 'no válido' de reyes de Grecia no soltaban sus manos en señal de unión. Unos pasos más atrás y, al igual que en el caso de la reina Sofía y las Infantas, sus hijos Olympia, Aristides y Achilleas replicaban casi a la exactitud sus estilismos escogidos para asistir a la misma funeral en honor del exmonarca de los helenos.

Tras la misa, todos ellos se trasladarán al cementerio de Tatoi, donde reposan los restos del monarca y también ubicación en la que vimos la última instantánea de Felipe VI y Juan Carlos I juntos, para celebrar un trisagio o rezo funeral. Aunque las ubicaciones visitadas sean las mismas que durante el entierro, las características entre ambos actos no han podido ser más opuestas.

Mientras el funeral fue retransmitido por los medios de comunicación prácticamente en directo y llegó a alcanzar casi la posición de un sepelio de Estado, además de congregar a representantes de la mayoría de las monarquías del mundo, este servicio religioso ha estado marcado por el hermetismo y la privacidad. Por ello, no se ha podido obtener ningún tipo de imagen del interior.

El evento ha marcado el final de los actos pos mortem de Constantino. Aunque en un principio también se había hablado de la posibilidad de despedirle en Londres, ciudad en la que vivió con su familia durante varios años, aún la ceremonia no ha sido confirmada. Más allá de la escasez de datos, Vanitatis ha podido conocer que doña Sofía permanecerá algunos días más en su país de origen con la intención de arropar a su familia.

Por otro lado, se desconoce cuál será el siguiente movimiento de Pablo de Grecia y Marie-Chantal, herederos de la Corona ficticia. La pareja, que se encuentra hospedada en el hotel Grande Bretagne, el mismo que acogió ese esperado reencuentro entre la reina Letizia y la estadounidense, además de la cena previa al funeral que reunió a todos los ‘royals’ europeos que asistieron al sepelio, podría mudarse a la capital de ‘su reino’ en los próximos meses con la intención de hacer más presente la imagen histórica de la monarquía en el país helénico, según numerosos medios de comunicación internacionales.