Los secretos de la cena posterior al funeral de Constantino: dónde, cómo y cuánto costó

El pasado lunes, muchas delegaciones de las casas reales enviaban a sus representantes a Atenas, donde por la mañana tenía lugar el funeral privado de Constantino de Grecia, al que siguió el posterior entierro en el cementerio de Tatoi, donde se encuentran enterrados también sus padres, los reyes Pablo y Federica de Grecia.

Tras el entierro, que tuvo lugar a las cuatro de la tarde, la familia del exsoberano griego ofreció una cena a las delegaciones extranjeras, además de las familias reales y a los amigos cercanos, y el lugar elegido para aquella cita fue el hotel Grande Bretagne. Ahora hemos conocido qué comieron en esa cena y cuánto costó el cubierto, además de cuántos fueron los invitados a dicho colofón a la despedida del hermano de la reina Sofía.

* Si no ves correctamente este formulario, haz clic aquí

No todos los royals que acudieron al funeral y al posterior entierro estuvieron presentes en aquella cena. De hecho, los Reyes de España, Felipe y Letizia, no acudieron al igual que tampoco lo hizo el rey Juan Carlos. Sí estuvieron la reina Sofía y las infantas Elena y Cristina, con sus hijos Froilán, Federica, Juan, Pablo, Miguel e Irene.

Tras dar por terminado el entierro en Tatoi, donde los hijos y los nietos de Constantino cumplieron con la triste tarea de trasladar el féretro del exsoberano desde la iglesia de la Resurrección hasta el sepulcro, algunos miembros de la realeza volaron de nuevo a su país.

Fue el caso, además de los Reyes de España, de la princesa Ana de Gran Bretaña, los reyes Guillermo Alejandro y Máxima de Holanda y el príncipe Alberto de Mónaco, quienes no acudieron a esta cena posterior. En esta gran cena en la que hubo 180 invitados, según recoge el medio griego ‘Iefemerida’, asistieron un total de 17 delegaciones de países extranjeros y miembros de familias reales, así como amigos de la familia.

La cena duró unas dos horas y en ella estuvieron los cinco hijos de Constantino y sus familias (Constantino tenía nueve nietos), además de su viuda, Ana María de Grecia. No faltaron tampoco la princesa Irene o la reina Margarita de Dinamarca, cuñada del difunto Constantino y hermana de Ana María, que estuvo acompañada de sus dos hijos, Federico y Joaquín de Dinamarca, dejando a un lado las diferencias que les ha supuesto en el pasado las últimas decisiones sobre el título de príncipes y princesa de los cuatro hijos de su vástago menor.

Tampoco faltaron los reyes Carlos Gustavo y la reina Silvia de Suecia, el gran duque Enrique de Luxemburgo y el príncipe heredero Haakon de Noruega, que acudió junto a su mujer, la princesa Mette-Marit. Una gran despedida en el hotel Grande Bretagne del que fuera rey de Grecia durante nueve años hasta su deposición con una revolución conocida como la de los coroneles y la instauración de la república en Grecia, años después mediante referéndum, en 1974.

El menú ofrecido en esa cena en honor a Constantino incluía principalmente productos del mar. Consistió en mero y lubina, además de calamares a la parrilla, cigalas y gambas. Una cena que, según informó el periodista Giorgos Liagas en la televisión griega, costó alrededor de 40.000 euros ya que el cubierto rondaba los 200 euros por persona.

A pesar de que el Gobierno griego no quiso celebrar un funeral de Estado debido a que el país es una república, sí envió algunos miembros, además de hacerse cargo de la seguridad debido a que hasta once casas reales estuvieron presentes en Atenas. Unas medidas de seguridad que cercaron el centro de la capital helena con hasta mil policías y que también tuvieron unas altas medidas de seguridad precisamente en este hotel, el Grande Bretagne, donde se alojaron los miembros de las familias reales.

El tráfico también fue controlado para facilitar la salida de los invitados oficiales hasta el aeropuerto Eleftherios Venizelos, donde tras la cena la mayor parte de los invitados abandonaban Grecia progresivamente.

A quien sí se esperaba y no fue al funeral y posterior entierro era al príncipe Guillermo y su esposa, Kate Middleton, por ser ahijado de Constantino de Grecia. En su lugar, la familia real británica envió a la princesa Ana, que acudió junto a su marido directamente desde Chipre, donde se encontraban de visita oficial. La hermana del actual monarca británico tan solo estuvo unas horas en Atenas para atender esta cita, pues llegó el mismo lunes por la mañana y no se quedó a la cena posterior. No fue sola, además de su marido, la princesa Ana estuvo acompañada de lady Gabriella Kingston, hija del príncipe Michael de Kent, cuyo padrino también fue el que fuera rey heleno.