El 'castigo' dinástico al hijo de Beatriz de Orleans por volver a casarse
El divorcio del hijo de Beatriz de Orleans y su inminente enlace con Naomi-Valeska Kern han provocado que Jean de Orleans emita un comunicado para aclarar el futuro familiar
Corría el verano de 2008 cuando Carlos Felipe de Orleans y Diana Alvares Pereira de Melos, duquesa de Cadaval, se daban el 'sí, quiero' en la catedral portuguesa de Évora. Pero catorce años después de aquella aristocrática boda, a la que asistió la infanta Pilar y que tuvo como padrino a Duarte de Braganza, aspirante al trono de Portugal, el hijo del príncipe Michel y Beatriz de Orleans confirmaba su divorcio. "Han decidido darse un tiempo. No hay terceras personas y es una situación que sabíamos todos. Hacía meses que su convivencia no era matrimonial, aunque, insisto, se quieren mucho”, afirmaba entonces Beatriz sobre la pareja, de cuya relación nació en 2012 una hija, la princesa Isabel.
Ahora el príncipe Carlos Felipe ha encontrado de nuevo el amor en brazos de Naomi-Valeska Kern y está previsto que ambos contraigan matrimonio a principios de septiembre. Pero esta nueva boda tendrá consecuencias, según ha anunciado el príncipe Jean, jefe de la Casa de Orleans y rival de Luis Alfonso de Borbón por el trono de Francia, que también ha querido aclarar varias cuestiones sobre los posibles títulos futuros de la novia.
Carlos Felipe de Orleans, duque de Anjou, de 50 años, es primo hermano del príncipe Jean, conde de París. Fue hace solo unos meses cuando oficializó su relación sentimental con Kern, viuda del diseñador de moda alemán Otto Kern. Pero según estipulan las normas de la Casa Real de Francia, que siguen los cánones de la Iglesia católica, el nuevo matrimonio del príncipe no puede ser reconocido dinásticamente. Por ello, el conde de París ha emitido un contundente comunicado para aclarar la situación.
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La Iglesia de Roma no reconoce el divorcio, aunque en algunos casos especiales, se puede reconocer su nulidad y, por lo tanto, considerarlo inválido. A ojos de la Casa Real gala, el príncipe Carlos Felipe sigue religiosamente casado con su exesposa. Por ello, Jean de Orleans precisa en su comunicado que ella seguirá siendo conocida como su alteza real la princesa Diana de Orleans, duquesa de Anjou. Añade que podrá conservar el escudo de armas que se le concedió al contraer matrimonio. El estatuto de su hija Isabel permanece inalterado.
"Si su alteza real el príncipe Carlos Felipe de Orleans, duque de Anjou, vuelve a casarse civilmente", asegura Jean en su comunicado de prensa, "perderá su título de alteza real". El conde de París le concedió el derecho de seguir utilizando su título de duque de Anjou "si así lo desea". El príncipe señala que, además del derecho canónico, los matrimonios dentro de la Casa Real deben ser aprobados por su jefe, asegurando del mismo modo que esta condición no se había cumplido. No obstante, el duque de Anjou sigue figurando en el orden de sucesión familiar.
En cuanto a la futura esposa de Carlos Felipe, el comunicado también reitera la conocida regla de la familia. Como el matrimonio religioso con la duquesa de Cadaval sigue estando reconocido, parece claro que Naomi no tendrá derecho a ningún título. Por último, los hijos que nazcan de este nuevo matrimonio tampoco tendrán derechos dinásticos, de nuevo como consecuencia de este matrimonio no reconocido.
El propio príncipe Michel, conde de Évreux y padre del príncipe Carlos Felipe, había sido excluido del orden de sucesión por su padre, entonces jefe de la familia real, a causa de su matrimonio. Finalmente, su hermano mayor, una vez convertido en cabeza de familia, le restituyó a él y a sus descendientes (y, por lo tanto, a Carlos Felipe) en 1999. En esa fecha, recibió el título de alteza real.
Corría el verano de 2008 cuando Carlos Felipe de Orleans y Diana Alvares Pereira de Melos, duquesa de Cadaval, se daban el 'sí, quiero' en la catedral portuguesa de Évora. Pero catorce años después de aquella aristocrática boda, a la que asistió la infanta Pilar y que tuvo como padrino a Duarte de Braganza, aspirante al trono de Portugal, el hijo del príncipe Michel y Beatriz de Orleans confirmaba su divorcio. "Han decidido darse un tiempo. No hay terceras personas y es una situación que sabíamos todos. Hacía meses que su convivencia no era matrimonial, aunque, insisto, se quieren mucho”, afirmaba entonces Beatriz sobre la pareja, de cuya relación nació en 2012 una hija, la princesa Isabel.
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