El primer día del rey Juan Carlos en Sanxenxo: cruce con Feijóo, cena íntima y mascotas
El exmonarca ya se ha dado un 'minibaño' de masas en el Club Náutico de la localidad gallega, donde ha dado con un fan inesperado
Ya tenemos las primeras imágenes del rey Juan Carlos en Sanxenxo sin el parapeto y la privacidad que le aporta el coche de Pedro Campos. Pasadas las 12 de la mañana, el padre de Felipe VI llegaba a las instalaciones del Real Club Náutico para salir al mar por primera vez en esta nueva estancia en Galicia. Una llegada que ha estado marcada por la presencia de un grupo de niños con los que se mostraba de lo más simpático y, especialmente, por la de una mascota que incluso ha dado al exmonarca un lametón en el rostro.
La reacción de don Juan Carlos ante el gesto de este fan inesperado no era de desagrado, más bien al contrario, sin romper el semblante de felicidad que mostraba en todo momento. Tras esos minutos de tensión mientras, ayudado por su inseparable Vicente García-Mochales, bajaba las escaleras del pantalán, se ha detenido para hablar con los chavales, que también se disponían a salir a navegar para dar sus prácticas de vela. Un público mucho más entregado que el adulto, bastante menos expresivo y cariñoso en esta nueva estancia del exmonarca en tierras gallegas, la tercera desde que se instalara en Abu Dabi.
Durante esos minutos desde que ha salido del coche de su amigo hasta que ha zarpado situado en su asiento especial del Bribón, hemos visto a un don Juan Carlos de lo más sonriente y relajado. Un semblante que no deja dudas de lo contento que está por volver a nuestro país, aunque sea sin ese baño de masas que lo recibió en mayo de 2022, dando lugar a unas imágenes que se correspondían más a las de un héroe en un triunfal regreso a su patria, algo muy diferente a lo que pasaba en abril, cuando se vio obligado a mantener un perfil mucho más bajo.
Misma expectación mediática, menos público
El avión privado del Rey emérito aterrizaba este miércoles en el aeropuerto de Vigo. Se trata de un trayecto sin escalas que dura aproximadamente diez horas. Esta vez, igual que la anterior, se pudo hacer el seguimiento del Gulfstream G450 a través de una aplicación de vuelo. A pie de pista le esperaban Pedro Campos y su mujer retomando la costumbre del primer viaje.
Hay que recordar que esa primera visita, en mayo del 2022, fue muy diferente a las siguientes, incluido este último desplazamiento. Mientras que la llegada de hace dos años fue una referencia mediática importante con más de doscientos medios acreditados, esta vez no lo ha sido. En esa ocasión, la infanta Elena también recibió a su padre. Hubo toque de atención desde la Zarzuela y se aconsejó que las siguientes apariciones fueran discretas.
El monarca jubilado cumplió con el consejo. Ahora, igual que en abril pasado, ha preferido la invisibilidad que da el no bajar la ventanilla del coche en sus recorridos. En esta última ocasión, la única novedad con respecto a su llegada es la coincidencia en el aeropuerto con Alberto Núñez Feijóo. Mientras don Juan Carlos llegaba, el presidente del PP partía en vuelo regular hacia Madrid. El político dejaba a su mujer y a su hijo en la localidad de Moaña para pasar parte del verano. En esta población, Eva Cárdenas, mujer del líder del PP, tiene una casona en propiedad.
El cruce entre don Juan Carlos y Feijóo sucedió solamente en tiempo y espacio y desde la lejanía. Una casualidad que no tuvo mayor repercusión, salvo la información que manejaban los equipos de seguridad de ambos. Un ex jefe del Estado aterrizaba y un expresidente de la Xunta se iba.
Una hora después, el Rey emérito llegaba a la localidad de Nanín, donde tiene su chalé Pedro Campos. Se dijo en su día que se trataba de un imponente pazo. Nada que ver con la realidad. Es una chalé de dos plantas, con jardín y acceso a una pequeña cala. En su residencia, el presidente del Club Náutico organiza las reuniones de su gran familia: son once hermanos con los consiguientes hijos y nietos.
Sin salida nocturna
Manteniendo el perfil bajo que le han aconsejado, don Juan Carlos no mantuvo ningun acercamiento con los periodistas que se encontraban en la entrada de la calle que da acceso a la vivienda. Pasó la tarde noche sin salir y la única visita 'oficial' fue la de Pilariña, la pescadera de Portonovo, que sirve su género a la familia Campos y a otros clientes, tanto de Sanxenxo como de localidades cercanas. No hay trato especial, como ya explicó ella misma a Vanitatis en la anterior visita real. El pedido suele ser casi siempre el mismo y casi del mar al plato. Pilariña acude todo los días a la lonja y los que la conocen aseguran que tiene buen ojo para llevarse lo mejor. Un oficio que aprendió de su abuelo y de su padre, a los que acompañaba desde que era pequeña.
El preferido de don Juan Carlos es el rodaballo, que toma a la plancha y que acompaña de mariscos del día como nécoras, navajas y mejillones de batea. La empanada de zamburiñas es otro de sus platos preferidos.
Se desconoce cuánto tiempo tiene intención de permanecer en Sanxenxo el Rey emérito. Este jueves comienzan las regatas que sirven de preparación para el mundial que se celebrará en la isla de Wight a mediados de agosto. Como ya adelantó Vanitatis en primicia, don Juan Carlos tiene intención de adquirir una casa por esta zona y de esta manera normalizar sus estancias en España, mientras mantiene su residencia fiscal en Abu Dabi. El Palacio de la Zarzuela ya no se immiscuye en su agenda personal.
Ya tenemos las primeras imágenes del rey Juan Carlos en Sanxenxo sin el parapeto y la privacidad que le aporta el coche de Pedro Campos. Pasadas las 12 de la mañana, el padre de Felipe VI llegaba a las instalaciones del Real Club Náutico para salir al mar por primera vez en esta nueva estancia en Galicia. Una llegada que ha estado marcada por la presencia de un grupo de niños con los que se mostraba de lo más simpático y, especialmente, por la de una mascota que incluso ha dado al exmonarca un lametón en el rostro.
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