Amalia de Holanda, con la marca de vestidos de gala favorita de Meghan y dos préstamos de Máxima

Como cada tercer martes de septiembre, todos los focos de los medios holandeses están puestos en La Haya. Se celebra el Prinsjesdag, o en palabras más fáciles de pronunciar, el Día del Príncipe, una jornada dedicada a conocer el dinero público que se gastará en el próximo ejercicio y en qué. Es un acto muy protocolario y con una marcada etiqueta estilística que exige trajes largos y tocados. Y en el caso de la heredera, la princesa Amalia, ha elegido un diseño de la marca de vestidos de gala favorita de Meghan Markle y dos elementos prestados por su madre, fiel a las reglas estilísticas.

Empezamos por esa pieza principal del look, un diseño largo con cuerpo drapeado y manga tres cuartos en un azul Klein que contrastaba con el vestido azalea elegido por su hermana, la princesa Alexia, que debutaba en este acto tras cumplir 18 años el pasado junio. Se trata de un diseño de la firma Safiyaa, la empresa británica que nombres como Meghan Markle o Michelle Obama han escogido para algunos de sus looks más icónicos. Y este acto es uno de los más importantes de la política neerlandesa, lo que demuestra que la marca se ha consolidado como una de las preferidas para las grandes ocasiones, en las que sus protagonistas saben que la mayoría de los ojos están puestos en ellas.

La princesa de Orange ha querido combinar el azul Klein de su vestido con complementos en tonos ocre, con el chal, los guantes y la cartera a juego, además de los salones, en un tono un poco más claro. Al ser un acto tan institucional y protocolario, no ha faltado la cinta y la gran cruz de la Orden del León de los Países Bajos, que su padre le otorgó al cumplir los 18 años.

Pero hay dos elementos del look que, más allá de ese llamativo vestido azul imposible de pasar por alto, han llamado mucho nuestra atención. Hablamos, por un lado, del tocado. Por otro, de los pendientes. Los dos están directamente sacados del armario de su madre, la reina Máxima. Y es que igual otra cosa no, pero puede presumir de una extensa colección tanto de originales tocados como de valiosos pendientes, algunos de ellos con gran importancia histórica.

El tocado, en color ocre, es uno de los favoritos de la argentina. De hecho, fue el que eligió para el Día del Rey de 2014, el primero como reina, una muestra clara de lo simbólico que es para ella. Está confeccionado con sinamay y tiene estilo turbante, una característica que vemos habitualmente en la colección de tocados de Máxima de Holanda.

Tampoco han pasado desapercibidos los pendientes, también una de las joyas que más a menudo vemos como parte de los looks de la reina. Se trata de un diseño largo de diamantes y una enorme tanzanita en forma de rombo que Máxima estrenó en 2012, echando mano de ellos en numerosas ocasiones desde entonces, también para grandes eventos en los que tiene que tirar de las piezas más valiosas de su joyero. Quizá por eso y en un día tan importante para la familia real de los Países Bajos han sido los elegidos por la heredera, ya que además suponían un 'match' perfecto con el azul Klein de su vestido.