Tres tiaras para tres princesas: el debut de Ingrid, Amalia y Elisabeth ante la realeza europea

En un periodo de cuatro años, los nombres que representan el futuro de la monarquía en Europa han cumplido, o cumplirán en el caso de Leonor de Borbón y Christian de Dinamarca, la mayoría de edad. Así que aun con la ausencia de estos dos últimos, la velada de este viernes en el Palacio Real de Oslo era ciertamente histórica, ya que era la primera vez que un mismo acto reunía a tres princesas llamadas a ser reinas. Un debut de Ingrid, Amalia y Elisabeth ante la realeza europea en el que no han faltado sus correspondientes tiaras y órdenes, todas entregadas a sus propietarias al llegar a los 18 años.

Lo mejor es que no ha habido que esperar a que comenzara el paseíllo de royals antes de la cena para ver por primera vez a las tres juntas. La Casa Real de Noruega ha distribuido unas fotografías de las nuevas generaciones royals, esas que forman el futuro de la monarquía europea. Una preciosa imagen en la que estaban además de Ingrid, Amalia y Elisabeth, Estelle de Suecia y Charles de Luxemburgo, homólogos de la princesa noruega, ya que no son los actuales herederos, sino que aún hay una generación que tiene que reinar antes que ellos.

Gracias a esta imagen se ha desvelado tanto el vestuario como las joyas elegidas por las tres jóvenes herederas. Amalia de Holanda fue la primera de la que se confirmó asistencia a este espectacular evento, que ha recuperado el esplendor perdido durante la pandemia. Precisamente fue la situación sanitaria la que impidió a la Princesa de Orange celebrar sus 18 años con una gran cena de gala, así que ha tenido que esperar más de seis meses para poder lucir en público su primera tiara, una pieza característica de reinas y princesas a la que, por cierto, es una gran aficionada. Amalia tenía nada menos que 14 tiaras para elegir y para esta gran noche ha escogido la más especial, puesto que es la misma que lució la reina Máxima para su boda con Guillermo de Holanda.

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Y algo que también ha lucido por primera vez ha sido la Gran Cruz de la Orden del León Holandés, que recibió el pasado diciembre al cumplir la mayoría de edad. La misma condecoración que recibió su madre, ahora reina Máxima, al convertirse en Princesa de Orange por su matrimonio con el heredero de los Países Bajos. Todo, tiara y orden, además de un collar de diamantes que también puede hacer las veces de tiara, destacaban sobre el vestido escogido por la heredera holandesa, un sencillo diseño en color rosa con capa saliendo de los hombros firmado por Marchesa.

Elisabeth de Bélgica fue la primera que llegó a los 18 años, en octubre de 2019, así que es la que más ha tardado en poder lucir su primera tiara en público. En su caso, ha escogido un vestido en color lila con volantes y escote palabra de honor con detalle en el centro, sobre el que destacaba la banda morada con la placa representativa de la Orden de Leopoldo, que por supuesto también recibió al cumplir 18 años. En su caso, estrenaba una tiara de diamantes desconocida para el gran público, a diferencia de sus compañeras de velada, que lucían piezas históricas del joyero familiar.

En cuanto a la gran protagonista de la noche, Ingrid Alexandra ha deslumbrado con dos looks a la altura de las celebraciones organizadas por su mayoría de edad. Si este jueves lució un vestido blanco bordado con pedrería, para su gran fiesta se ha decantado por un vestido de color berenjena, de tirantes y confeccionado en un delicado encaje perfecto para un debut ante la realeza.

Elegante y sofisticado, sin embargo quedaba en segundo plano en comparación con las impresionante tiara con la que aderezó, como el resto de herederas, su look. Se trata de la misma que lució en las fotos oficiales, la tiara Boucheron Pearl Circle, que perteneció a la princesa Ingeborg, esposa de Carl de Suecia y Noruega y duque de Vastergotland y que se caracteriza por las perlas engarzadas en una serie de círculos de diamantes entrelazados y engastados en platino.

También decoró su vestido, como no podía ser de otra manera, con la Gran Cruz de la Real Orden de San Olav, una cruz de Malta en oro blanco esmaltado que cuenta con un gran brillante rojo en el centro rodeado por un anillo azul y blanco.

Los otros grandes protagonistas

Aunque en un primer momento, como es normal, no hemos podido evitar centrar nuestras miradas en las tres grandes herederas a los tronos europeos de Holanda, Noruega y Bélgica por sus imponentes joyas, lo cierto es que en la foto otros dos protagonistas esperaban su turno para algún día también celebrar su mayoría de edad. Se trata de los futuros herederos de Suecia y Luxemburgo, ambos menores, pero igualmente importantes en esta instantánea que por primera vez ha reunido a (casi) todos los aspirantes a reinar en las principales casas reales de Europa.

Y decimos "casi" porque la foto quedaba un tanto incompleta. Sin duda, la gran ausente en la imagen ha sido la princesa Leonor, que justo este viernes terminaba sus clases en el UWC Atlantic College de Gales. Tampoco Christian de Dinamarca estaba en el grupo de herederos, aunque en su caso sí ha habido una explicación y es que el joven aún no ha terminado el curso y está de exámenes.

Mientras que Estelle de Suecia, hija de la princesa heredera Victoria, ha lucido un apropiado vestido vaporoso azul celeste, coronando su cabeza con una simpática cinta de flores a juego con su cinturón, el pequeño Charles, hijo del gran duque heredero de Luxemburgo también ha posado de lo más sonriente junto a las cuatro herederas, aunque luego no participaba en la cena de gala, una decisión que suponemos se debe a su corta edad.