Nadar también en invierno: tu cuerpo (y tu mente) te lo va a agradecer

Hay consenso en afirmar que la natación es el deporte más completo que existe. Por varias razones: al nadar, movemos piernas, brazos y torso sin parar. Todo se moviliza. Exige concentración y coordinación para respirar y nadar que beneficia a la mente; al contrario que en la mayoría de los deportes, en este las articulaciones no reciben impactos que puedan provocar lesiones antes o después. Y, por si fuera poco, el agua relaja el cuerpo. Busca tu piscina más cercana y prepárate...

Tu neceser deportivo

Dos aspectos a tener en cuenta si te hemos convencido: permanecer una hora en el agua deshidrata mucho la piel; si la piscina tiene cloro, tu cabello necesitará también un champú especial.

Leche Limpiadora Calmante con aceites de almendra dulce y ciruela. De Weleda (14,95 €). SOS Hydra Recharge Cream, un chute de hidratación para el rostro. De Madara (35 €). Auriculares sumergibles para disfrutar de la música mientras nadas. JBL Endurance Dive (99’99 €). Cleanse and Purify, un champú antirresiduos (incluido el cloro) que protege el pelo y el cuero cabelludo. De Lore Originals para Laconicum (24’90 €). Oleo Gel de Ducha repone los lípidos de la piel y protege su barrera de hidratación. De Eucerin (13,30 €). Onguent Revitalisant pour le Corps hidrata intensamente y tiene un energizante aroma a naranja. De Diptyque (55 €).

Quema más calorías que correr

Una persona de unos 55 kilos quema 590 calorías en una hora, mientras que una hora de carrera a 8 km/h consume unas 470. Más de 100 calorías de diferencia, que no está nada mal. Si vas a nadar exclusivamente por controlar tu peso, practica esta técnica: nada entre 10 y 20 segundos a máxima intensidad. Descansa el doble de tiempo del que empleaste para nadar y repite seis veces. Es un quemador de calorías espectacular.

Define el cuerpo alargando los músculos

¿Quieres muscular pero no con ese efecto 'mazado' que conseguirías practicando crossfit? Ponte el bañador y al agua. Nadar trabaja intensamente tu aparato musculoesquelético. Ejercita todos los músculos y articulaciones del cuerpo de forma simultánea, lo que se traduce en una mayor flexibilidad. Los músculos aumentan su tamaño pero alargándolos en lugar de hacerlo en forma de bola. Por otro lado, huesos y articulaciones se vuelven más resistentes.

Aumenta tu capacidad pulmonar

Cuando nadamos, la respiración tiene que ser eficaz y coordinada con los movimientos porque de lo contrario a la tercera brazada estarás agotada. La natación fortalece todo el sistema muscular, también los que se ocupan de llevar el aire a los pulmones y vaciarlos, así que, poco a poco, notarás que en cada respiración puedes tomar más aire, como si los pulmones fuesen más grandes. Su tamaño es el mismo, pero su capacidad de coger y vaciar aire ha aumentado mucho, con lo cual la frecuencia respiratoria disminuye.

Lo que debes tener en cuenta

No tienes que tener una técnica espectacular pero sí debes nadar con comodidad, relajada. Si sientes tensión en el cuello o la espalda es que algo estás haciendo mal. Puede que necesites perfeccionar un poco el estilo o que no hayas calentado, un paso fundamental también en esta disciplina. Cinco minutos de ejercicios de brazos y piernas antes de entrar en el agua es suficiente para un entrenamiento perfecto.