Irina Shayk o cuando el amor (por Bradley Cooper) es el mejor secreto de belleza

Irina Shayk no es una nueva celebrity, llevamos viéndola mucho tiempo acaparando flashes y portadas de revistas, aunque nunca como ahora. Desde sus inicios como modelo siendo pareja del futbolista Cristiano Ronaldo hasta el día de hoy, convertida en una top model de fama mundial y parte del exclusivo star system de Hollywood de la mano del actor Bradley Cooper. Bien es cierto que sus exuberantes facciones y sus rasgos naturales casi perfectos saltan a la vista y siempre han estado ahí, pero los años o, mejor dicho, el cambio de pareja, una más que exitosa carrera profesional y la madurez personal gracias a su faceta como madre han sido las razones por las que hoy Irina Shayk a sus 33 años se erige como la nueva diva de la belleza.

Y como causa principal está él, el actor y director Bradley Cooper, con el que la modelo lleva algo más de cuatro años y tiene una hija en común, Lea. De boda no se habla, ni hace falta, ya que la pareja irradia tanta felicidad que no necesitan dar ese paso. Aquello que comenzó como una unión sin futuro y en la que a priori nadie creía es hoy en día una de las parejas más discretas y consolidadas del panorama celebrity.

Sin ninguna duda, el mejor secreto de belleza de la modelo es estar al lado de Bradley Cooper. Atrás quedan las imágenes de una Irina más seria, fría, impenetrable, poco cercana e incluso con cara de enfado de las que hacía gala cuando compartía su vida con Cristiano Ronaldo. Ella es una nueva Irina y su beauty look así lo refleja.

De su posado en la alfombra roja de la 76º edición de los Globos de Oro destaca su renovada minimelena. La modelo rusa ha cortado por lo sano su larga cabellera para posar por primera vez en estos premios así de sonriente y derrochando química y complicidad junto a Bradley Cooper, señal de que junto a él no hay nada que se le resista. Hablamos de un corte de pelo bob muy pulido ligeramente más corto en la parte delantera para lograr más textura, volumen y movimiento. Para rematar, unas sutiles y rojizas mechas. Y así, Irina ha logrado que su nueva melena se convierta en la estrella de la red carpet muy por encima de su vestido de Versace.

Si además le sumas que ella necesita pocos artificios y se ha presentado en la gala sin apenas maquillaje como nueva musa de la línea de cosméticos de Marc Jacobs Beauty, el resultado es terriblemente ideal. Y es que cuando una es feliz, pero feliz con mayúsculas en todas las esferas de la vida (y sobre todo en el amor), no requiere ningún complemento de belleza más. Así que, ya sabes, si quieres estar guapa y radiante como Irina, pon un Bradley Cooper en tu vida.