Los retoques de cara, ahora también en tus manos
Crema de manos usamos casi todos y cumplen con su función. Pero si se quiere rejuvenecer una de las partes del cuerpo que más delatan el paso del tiempo, hay que recurrir a la medicina estética (y a los sérums para la cara)
Como están tan expuestas y su piel es tan fina, envejecen antes que el resto de zonas. Qué fácil es darse cuenta de que una persona tiene más años de los que aparenta su rostro por cómo están sus manos, además de su cuello. Ocurre que, al igual que este, solemos dejarlas de lado, como si no fueran las chivatas que son. Sí, nos ponemos crema, pero con el afán de hidratar y poco más. ¿Protección solar? No siempre. ¿O extiendes de manera aplicada una capa de fotoprotector por el dorso (la zona más expuesta) no ya en verano y en momento de playa o piscina, sino cada vez que sales a la calle? Pues resulta que es un paso imprescindible, porque durante todo el año están tan visibles como la cara.
Vamos más allá: ¿te fijas en los activos de las cremas que usas? Probablemente no, y lo cierto es que, como explica la doctora Alba Sánchez, dermatóloga del Grupo Pedro Jaén, “es importante que tengan derivados de la vitamina A, sobre todo retinol o ácido retinoico, en combinación con activos despigmentantes (como la hidroquinona)”. La misma experta explica que, con el paso del tiempo y la radiación solar, el final de las extremidades superiores sufre diversos cambios como la aparición de manchas, pérdida de elasticidad, falta de volumen y deshidratación.
La Dra. Inmaculada Ortiz, de la clínica Ityos, añade como factor agravante asociado a la carencia de volumen el típico aspecto de mano huesuda con las venas muy marcadas por culpa de la pérdida de grasa también en esta zona. Y es que la piel de las manos es una de las más sensibles, junto a los labios, y que más acusa no solo el sol, sino también los cambios de temperatura. Cuenta Belén Acero, titular de Farmacia Avenida de América, que se deteriora más rápido por varias razones: “La piel de las palmas, yemas de los dedos y pulgares tiene un estrato córneo grueso y resistente para protegerlo del trabajo diario; es rica en tejido adiposo y conectivo; no tiene pelo ni glándulas sebáceas; tiene una densidad muy alta de glándulas sudoríparas; y está muy limitada en cuanto a factores hidratantes naturales.
En cuanto a la piel del dorso de las manos, casi no tiene tejido graso y está envuelta por vello muy fino, lo que significa que hay menos glándulas sebáceas que en otras partes del cuerpo. Esto se debe a que las glándulas sebáceas están unidas a los folículos pilosos, a partir de los cuales crece el cabello, y estos folículos son responsables de la producción de sebo que aporta lípidos a la piel. Por lo tanto, la piel de las manos retiene menos agua que otras partes del cuerpo. Como resultado, son más vulnerables a la deshidratación y se secan rápidamente, sobre todo en invierno, por el frío y las temperaturas extremas”. Para Leonor Prieto, directora científica de L'Oréal Cosmética Activa, lo ideal a la hora de cuidar las manos desde casa es combinar un sérum con activos despigmentantes o antienvejecimiento con cremas de manos de efecto barrera con protección solar, o incluso con activos específicos para manchas: “Aplicar un sérum con retinol estimula la renovación celular de las capas vivas de la piel, por lo que vamos a conseguir mayor firmeza y menos tendencia a las arrugas que se marcan más sobre esta piel tan fina. Por otro lado, por su acción exfoliante, deja la piel más lisa y actúa sobre las manchas aportando suavidad”.
Si el problema principal son las manchas, también podemos usar un sérum de niacinamida con activos despigmentantes y exfoliantes, así añadiremos uniformidad y una acción antioxidante y reparadora de la barrera epidérmica. ¿Podríamos utilizar nuestro sérum para la cara? Sí, podríamos, confirma Leonor Prieto. “Normalmente, lo depositamos sobre las manos para ponerlo en el rostro; aprovechemos el momento y con lo que nos queda y una gota más habrá suficiente. Lo ideal es aplicarlo por la noche, y podemos poner a continuación nuestra crema de manos reparadora para completar el cuidado”.
Más allá de las cremas
Pero, como ocurre con la cara, a veces hace falta ir más allá de la cosmética cuando las manos acusan el envejecimiento. Es entonces cuando entran en juego los procedimientos médicos mínimamente invasivos y específicos para esta parte de nuestra anatomía. Porque si queremos suavizar el paso del tiempo en el rostro, lo suyo es que el resto vaya acorde, ¿o no? Y las manos, por suerte, son agradecidas y receptivas a infiltraciones y aparatología. Las técnicas se dividen en función de cada síntoma:
- Manchas y arrugas:
Láser de picosegundos. Según la Dra. Sánchez este es uno de los tratamientos más efectivos para eliminar pigmentaciones y aportar luminosidad, pero también se puede conseguir efecto sobre la producción de colágeno y elastina mejorando la calidad y textura de la piel. Una sesión consigue mucho, pero a veces son necesarias varias para mejores resultados. 380 euros la primera sesión, las siguientes 180 euros.
Luz pulsada intensa. Emite un amplio espectro de luz que nos permite tratar las manchas solares, así como alteraciones vasculares que aparecen como 'rojeces'. También tiene cierto efecto sobre la síntesis de colágeno y acción antiinflamatoria. Hacen falta entre 2 y 3 sesiones. Desde 180 euros.
Láser CO2. Muy eficaz para mejorar textura y arrugas, estimula la formación de colágeno y elastina aumentando la firmeza y disminuyendo la flacidez. El número de sesiones varía entre 1 y 3. Desde 250 euros.
- Textura y calidad de la piel:
Mesoterapia. Infiltración superficial a nivel intradérmico con ácido hialurónico o complejos de vitaminas, minerales y oligoelementos. A partir de 260 euros.
Plasma rico en plaquetas. Un preparado que se obtiene de la sangre del propio paciente aislando la fracción plaquetaria, que es la que contiene los factores de crecimiento, e inyectándola en las manos para lograr un efecto redensificador que mejore la textura y calidad cutánea. A partir de 380 euros.
- Volumen perdido:
Ácido hialurónico. Infiltrado con diferentes grados de reticulación, rellena las depresiones y el típico aspecto cadavérico y recupera la firmeza. En la clínica Ityos la Dra. Ortiz explica que infiltra el ácido hialurónico mediante una cánula que reparte el producto por todo el dorso. Desde 280 euros.
Hidroxiapatita cálcica. Un potente inductor de colágeno con el que se logra aumentar elasticidad, firmeza y volumen. Desde 600 euros.
Infiltración de grasa autóloga. La grasa del propio paciente puede ser un buen material de relleno que, además, es muy seguro, ya que al tratarse de tejido propio no genera riesgo de rechazo. Desde 3.000 euros.
Te sugerimos:
Supreme Jeunesse Les Mains, de Payot (16,57 euros en Promofarma). Tiene extractos de flores blancas y guisante y vitamina C para uniformizar el tono y las manchas oscuras.
Hyaluron Filler+Elasticity de Eucerin (10,72 euros en Promofarma). Crema de manos correctora de manchas de la edad con FPS 30. Contiene Thiamidol, la patente de la marca contra las pigmentaciones producidas por el sol.
Sérum Retinol B3 de La Roche-Posay (32,67 euros en Primor). Es un sérum de rostro, pero perfectamente aplicable a las manos. Combate las arrugas, aporta luz y hidrata, estimulando la producción de colágeno.
Sérum Intensivo de Vitamina C de Esthederm (33,15 euros 10 ml en Atida). Está formulado con dos tipos de vitamina C: pura y provitamina. Aporta luminosidad, uniformidad y previene los efectos de los radicales libres.
Como están tan expuestas y su piel es tan fina, envejecen antes que el resto de zonas. Qué fácil es darse cuenta de que una persona tiene más años de los que aparenta su rostro por cómo están sus manos, además de su cuello. Ocurre que, al igual que este, solemos dejarlas de lado, como si no fueran las chivatas que son. Sí, nos ponemos crema, pero con el afán de hidratar y poco más. ¿Protección solar? No siempre. ¿O extiendes de manera aplicada una capa de fotoprotector por el dorso (la zona más expuesta) no ya en verano y en momento de playa o piscina, sino cada vez que sales a la calle? Pues resulta que es un paso imprescindible, porque durante todo el año están tan visibles como la cara.