Cómo pasar de pelo pobre a melenón: diez trucos imprescindibles

Cuando hay cuatro pelos las opciones de melenón se reducen, eso es una verdad como un templo. Juegan a nuestro favor los productos que prometen pelazo leonino a base de texturas que inflan la fibra, ingredientes como el ácido hialurónico que supuestamente la rellenan o todo el elenco de procedimientos de salón o incluso médicos que pueden englobarse en ese término tan de moda que responde a 'skinfication': a saber, aplicar cuidados faciales en el cuero cabelludo para volverlo fuerte, sano y con más volumen. Entre otros, la mesoterapia capilar, las infiltraciones del plasma rico en plaquetas, tratamientos exfoliantes y fórmulas encaminadas al rejuvenecimiento del pelo como si de la piel se tratase. Pero no vamos a hablarte de productos milagrosos ni de técnicas médicas. Aquí nos referimos a trucos del día a día que sí pueden conseguir que un pelo pobre gane cuerpo, textura y dé el pego. Y son estos:

1. Una dieta que incluya esto. De la misma forma que tu piel se ilumina y está más bonita cuando comes bien, tu pelo ídem. Si lo notas apagado y sin vida intenta incluir en la mesa las vitaminas A, B, C, D y E, y minerales como el zinc y el hierro, según aconseja la firma de champú seco Batiste. ¿Y dónde encuentras estos nutrientes? En los cítricos, los frutos secos, las espinacas, las legumbres, el aguacate, el huevo, el brócoli, los lácteos y el marisco. Un extra: bebe una buena cantidad de agua. Dicen desde Batiste que dos litros activan el sistema circulatorio y nutren los folículos pilosos.
2. Cuanto más corto, más volumen. Según el peluquero David Lorente, “el largo es más difícil que levante su peso; el corte midi favorece mucho y el bob ondulado es una auténtica trampa óptica que multiplica el volumen. Si además optas por un mullet (la parte de adelante y lateral corta, la de atrás más larga) o un pixie (corto atrás y en las sienes y ligeramente más largo en parte superior o coronilla) con raya lateral, mejor”.
3. No te peines de más. El peine, según Lorente, es el enemigo del volumen, a menos que se utilice para cardar. El estilista propone un look recién levantada, secando toda la melena cabeza abajo mientras aprietas con las manos para marcar pequeñas ondas. Después, con un cepillo especial para pelo fino, peina para deshacer las ondas y crear ese efecto de despeinado.
4. Ojo con los recogidos. Los moños apretados, la coleta alta tirante y las trenzas delatan una melena escasa. La opción de la trenza o el moño aprueban siempre que se inflen y se deje sueltos.
5. Anímate al contouring capilar. ¿Sabías que el pelo monocolor resta volumen ópticamente? Pídele a tu estilista reflejos y matices situados estratégicamente donde haga falta para simular movimiento y cuerpo.

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Margarita Velasco

1. Olvídate de espumas y productos de peinado. Tal y como aconseja la firma Alma Secret, lo ideal es dejar de lado gominas, lacas y espumas, porque son perfectos para definir, pero su abuso estropea el pelo, hacen que pierda fuerza y brillo a la larga y, como apunta Lorente, en el caso del pelo liso solo sirven para aportar peso y otorgar un aspecto aún más lamido.
2. Raya, mejor al lado. El equilibrio de la raya al medio acentúa la falta de volumen. Es preferible bajarla lo máximo posible y evitar trazarla con precisión matemática.
3. Las ondas bien, pero sin herramientas de calor. “En nuestro salón somos enemigos de construirlas a base de tenacillas o planchas, pero hay una alternativa muy sencilla: solo tienes que retorcer toda la melena, haciendo una coleta baja con el pelo húmedo. Dale un poco de calor con el secador hasta que esté totalmente seco, o duerme con ella, y conseguirás unas ondas marcadas durante todo el día”, dice David Lorente.
4. Las puntas, cada dos meses como mínimo. Es de primero de melena: cuando están deshilachadas aumenta la sensación de falta de densidad.
5. Sí al flequillo cortina (con bastante cantidad de cabello). El equipo de los salones Studio25 apuestan por el tipo cortina, que es largo y se lleva abierto por la mitad, y para que consiga volumen basta con pellizcar ligeramente desde arriba para que se abra en la raíz y según cae hacia el rostro. Conviene que ocupe bastante cantidad de pelo, de manera que si le añadimos volumen (resulta más fácil en el flequillo que en el largo del pelo, al pesar menos), ópticamente simulará mayor densidad.

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Isabel Salinas

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Sérum Rellenador Hidra Hialurónico, de Elvive (6,49 euros). Este sérum líquido sin aclarado rehidrata intensamente y rellena la fibra, multiplicando el cuerpo de la melena por dos cuando se usa junto al champú.

Mascarilla Phytovolume, de Phyto (13,06 euros). Con extracto de bambú, que aporta cuerpo y resistencia, y milenrama y tormentilla, que añaden ligereza y cuerpo.

Botanical Rescue, de Alma Secret (26 euros en Amazon). Aceite capilar muy ligero que fortalece, equilibra el cuero cabelludo y nutre sin apelmazar. El pelo queda muy brillante.

Champú Go XXL, de Jean Louis David (16 euros). Una fórmula enriquecida con ácido hialurónico, sin silicona, sulfatos ni parabenos diseñada para el cabello fino, aplastado y con poca densidad.

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