Bambi blonde, el rubio arquitectónico y (sorprendentemente) más natural de Londres

El lomo del tierno Bambi de Disney podría explicar lo que Zoë Irwin y Nicola Clarke han conseguido convertir, en pocas semanas, en una de las coloraciones del otoño.

Hablamos nuevamente de un rubio que busca ser natural, pero aclarando considerablemente el cabello. En una estación en la que las melenas castañas y rojizas se han apoderado de las cabelleras, la propuesta de las coloristas londinenses es un rubio compuesto por un sinfín de capas.

La modelo Amelia Swaby ha sido la culpable de que su rubio, cálido pero a la vez neutro -no olvidemos que los rubios beis, como el avena o el lino han dado mucho de qué hablar este año-, se haya hecho con un hashtag en redes sociales y varios artículos en webs de belleza.

El 'Bambi blonde' combina tres colores de mechas distribuidos por diferentes zonas de la melena, además de entretejerse hasta lograr un acabado homogéneo. De ahí lo de arquitectónico porque nos encontramos antes una coloración que solo un profesional puede llevar a cabo.

Zoë Irwin (directora creativa de varios salones John Frieda en Londres) y Nicola Clarke (su colorista) dieron con un otoñal rubio, resultado de la armónica mezcla de mechas miel, camel y gris. Al combinar las tonalidades frías y cálidas, se consigue un rubio neutro que facilita la transición de un color a otro.

Una de las aclaraciones de Irwin es que se trata de un tono perfecto para cabellos castaños y para pieles oscuras, ya que consigue aclarar varios tonos la melena, pero sin que haya contrastes muy marcados. En el caso de cabellos rizados, las mechas salpican de luz los mechones.

Sin embargo, ambas estilistas aplauden la versatilidad del rubio Bambi, apto para todos los tonos de cabello, siempre y cuando la coloración se adapte a cada persona.

La idea, como en un balayage, es mantener la raíz más oscura, lo que permitirá que el cabello vaya creciendo sin que sea necesario un inmediato reacondicionamiento del color. Las mechas más claras, que pueden ser los tonos vainilla o grisáceos, se aplican en los mechones externos y se acentúan en las puntas. De este modo, la melena parece haberse aclarado de forma natural.

El rubio Bambi es, en palabras de Irwin, “un rubio suave con una técnica de color fresca que mezcla micromechas de vainilla sobre secciones de un color más profundo”. Como si de un balayage más suave se tratara, el efecto de las mechas más claras es el de iluminar el rostro, mientras que el resto de colores le dan dimensión a la melena. No se aprecian los cortes de color.

Las coloristas buscaban lograr un color natural y luminoso, levantando la coloración, manteniendo parte del tono natural de cada uno. Pero unas mechas mucho más claras, a pesar de aclarar el cabello, resultarían un gran impacto frente al color de base, momento en el cual entran en acción los colores intermedios, responsables de tejer esa transición.

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Margarita Velasco

Para hacer resaltar estos tonos, las peluqueras recurren al ‘high lift hair color’, matices con los que intensificar el color en tan solo un paso, productos profesionales que logran el mismo efecto que el hair toning. Bajo la luz natural de la calle, no se aprecia un rubio frío, sino que recrea bastante bien la cálida luz otoñal. Es como un smokey hair, pero cálido.

Teniendo en cuenta que el rubio Bambi surgió como una forma de aclarar el pelo no al estilo playero, sino al estilo otoñal, el tono del lomo del cervatillo encaja bastante con ese efecto de luz cálida neutra, no platino.

Para fusionar los colores, se combinan mechas muy finas con otras gruesas. Así, vemos como los tonos caramelo y miel son más habituales en los mechones internos y las raíces, mientras que los tonos vainilla, beis y platino se realizan con un trazo mucho más fino y siempre en los mechones más expuestos.

El tweed de colores consigue que se fundan a la perfección; sin embargo, se trata de una coloración mucho más agradecida en cabellos largos. Aunque por tonalidad se puede aplicar en todos los cabellos, los matices como las mechas claras alrededor del rostro son más visibles y favorecedores en melenas largas.

El Bambi se posiciona como un tipo de rubio apto para las estaciones frías, algo así como una actualización del rubio del verano. En vez de optar por colores apagados, se reaviva el color entremezclando tonos más cálidos como el miel con otros más fríos como el vainilla. El resultado parece que comienza a hacer ruido en Londres, así que es cuestión de tiempo que el panorama celeb se atreva a probarlo.