¿Qué es la blefaroplastia? La cirugía estética a la que se ha sometido Alejandra Conde

Alejandra Conde lleva una vida discreta y alejada de las multitudes, rodeada de buenas amigas y de su familia, su vida en los últimos años está completamente alejada de los flashes.

La madrileña estudió Derecho, pero no ejerció y optó por un camino distinto al de su progenitor. Se aventuró en el mundo empresarial, formando parte de varias empresas, incluida A-típica, una firma de organización de eventos que cofundó con las hermanas Marina y Paola de Herrera. De la que se desligó en 2011, después de organizar muchas bodas de la élite, algo que siguen haciendo sus dos socias.

A lo largo de su vida, ha desempeñado un papel activo en las empresas de su padre. La hija de Mario Conde tiene un perfil profesional propio, y aunque durante años se implicó en varios proyectos de moda, actualmente, es administradora de algunas empresas familiares.

Su vida transcurre tranquila y ella lo va contando en sus redes sociales donde postea fotos de recuerdos o cuenta cómo ha hecho pocos días los retoques a los que se somete. Y es que la empresaria ha explicado a sus amigos y seguidores que se ha sometido a una cirugía que, según decía ella misma: "No es. Ni mi mejor foto, ni en la que estoy más sonriente, pero han pasado 10 días desde que me hice una blefaroplastia completa con el mejor Alberto Diez Montiel. Tengo la mirada que tenía con 30, enhorabuena por el supertrabajo realizado".

La hija de Conde se ha puesto en manos de un cirujano plástico, reparador y estético, oral y maxilofacial que trabaja en el Instituto de Cirugía Reconstructiva y Estética.

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¿Pero qué es la blefaroplastia?

La doctora Elena Jiménez, cirujana plástica y estética y directora médica en Eleca Clinic, explica las claves de esta cirugía: “la blefaroplastia es la cirugía de la mirada. Es una intervención quirúrgica que busca devolver una mirada más despejada y más fresca, como cuando éramos más jóvenes”. La experta explica que “no se trata solo de quitar las bolsas o el exceso de piel como se hacía antes. Actualmente, se busca un resultado acorde con la persona, recuperar su juventud y sobre todo un aspecto muy natural”.

¿Por qué se ha realizado esta cirugía?

Jiménez de Eleca Clinic considera que “cualquier hombre o mujer que note signos de cansancio, envejecimiento, arruguitas puede ser un candidato a la cirugía de la mirada o blefaroplastia. Esta cirugía la estructuramos en diferentes zonas, principalmente en párpado superior e inferior”. Alejandra dice que se la ha realizado completa, así que ha afectado a ambos párpados despejando su mirada.

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La doctora Elena Jiménez de Eleca Clinic explica que “en el párpado superior tenemos que valorar dos zonas, tanto el exceso de piel y bolsas grasas en el propio párpado, como la posición de las cejas”. La profesional continúa considerando que “en muchos casos la cirugía limitada al párpado superior sin valoración de la posición de la ceja, produce una mejora limitada y no un resultado óptimo y más natural”. ¿Qué ocurre en el párpado inferior? La doctora considera que se deben de valorar tres puntos: “exceso de piel y elasticidad del párpado inferior, exceso de grasa y la posición del pómulo y del surco entre párpado y mejilla”. Elena Jiménez explica que “la piel del párpado inferior puede tener buena calidad o, por el contrario, tener arruguitas, a veces una coloración oscura o incluso una ligera caída”. Es importante valorar cada caso de manera independiente, la doctora Jiménez matiza que “en cada caso hay que valorar si se extirpa piel o no. Si no hay que quitar piel, la cirugía se puede hacer por dentro del ojo”. Esto es conocido también como transconjuntival. “Si, por el contrario, se decide retirar exceso de piel, se realiza una cirugía externa”. Otro punto que “hay que valorar es la grasa, que se estructura en tres bolsas y retirar cada una de ellas, pero es importante reutilizar parte de esa grasa para rellenar el surco que separa el párpado de la mejilla y así eliminar el hundimiento que aparece con la edad”. En último lugar, la doctora Jiménez considera “la posición del pómulo óseo respecto al ojo, que hace que las bolsas se vean más o menos. En algunos pacientes el pómulo óseo es muy plano y las bolsas se marcan mucho, por ello, es difícil eliminarlas sin dejar un ojo hundido. En estos casos, es muy importante realizar un tratamiento sobre esta zona del pómulo hundido”.

¿El resultado? Poniéndote en manos de un buen profesional, lo normal es una mirada más joven, más despajada y descansada. Además, la profesional destaca que si el resultado es “natural, puede que incluso a primera vista no se sepa qué intervención o tratamiento se ha realizado. La blefaroplastia no es solo quitar piel y bolsas, es una cirugía integral de la mirada”, añade.