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Bofetadas en la cara: el truco beauty del facialista de Demi Moore y de la celebrites de la gala MET
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EDICIÓN 2025

Bofetadas en la cara: el truco beauty del facialista de Demi Moore y de la celebrites de la gala MET

Las actrices entienden que prepararse para un gran evento va más allá del maquillaje o el vestido: empieza mucho antes, con un masaje que mezcla técnica ancestral, tecnología puntera y una visión holística del cuidado personal

Foto: Demi en la alfombra roja de la gala MET ( EFE EPA JUSTIN LANE)
Demi en la alfombra roja de la gala MET ( EFE EPA JUSTIN LANE)

Cuando los flashes comienzan a estallar en la alfombra roja de la Gala MET, hay un elemento invisible pero decisivo que se esconde tras la piel radiante y las facciones cinceladas de las estrellas: el facialista. Su figura se ha convertido en indispensable para las celebrities antes de cualquier evento de alto impacto visual. Entre ellos, destaca un nombre que se ha vuelto leyenda en Hollywood: Lord Gavin McLeod-Valentine.

Foto: Demi Moore. (REUTERS/ Mario Anzuoni)

En un mundo donde cada ángulo cuenta, la labor del facialista no es un lujo, sino una herramienta estratégica. Las actrices entienden que prepararse para un gran evento va más allá del maquillaje o el vestido: empieza mucho antes, con un masaje que mezcla técnica ancestral, tecnología puntera y una visión holística del cuidado personal.

El facialista que prepara a las diosas de la alfombra roja

Cynthia Erivo en los Oscar, Zoe Saldaña en los SAG Awards, y, más recientemente, Anok Yai o Alex Consani en la MET Gala, han pasado por sus manos. Pero lo que hace único a McLeod-Valentine no es solo su selecta clientela, sino su método tan efectivo como sorprendente: golpes rítmicos con las manos, inspirados en el antiguo masaje Kobido japonés.

Aprendido de una geisha de 85 años, Madame Shin, este arte tradicional trabaja con drenaje linfático, estimulación de colágeno y microcirculación mediante movimientos ascendentes, casi percusivos. El resultado: pómulos marcados, mandíbula definida y una piel que respira vitalidad… sin necesidad de bisturí ni aguja.

Este tratamiento no es un simple facial. Es una coreografía intensa y eficaz, diseñada para ofrecer resultados inmediatos y cero tiempo de recuperación, ideal para quienes están a punto de enfrentarse a una nube de cámaras. Así es la rutina paso a paso:

  1. Limpieza escultora
    Lejos de ser un paso básico, la limpieza se convierte en una técnica de esculpido: se realiza con presión firme y movimientos estratégicos que comienzan a perfilar el rostro desde el primer minuto.
  2. El famoso ‘slapping’
    McLeod-Valentine aplica aceite facial y comienza a golpear, literalmente, los pómulos con un ritmo tan rápido que apenas se puede captar con la cámara. Un impulso de circulación que activa y despierta la piel al instante.
  3. Mascarilla calmante y crioterapia
    Tras el enrojecimiento natural de la estimulación, llega el alivio con una mascarilla cargada de ingredientes antiinflamatorios como aloe vera, algas y té verde. Los cryo-sticks (bastones helados) rematan esta fase bajando la inflamación y reafirmando.
  4. Tecnología estética
    El tratamiento incorpora herramientas como el Lyma Laser y la radiofrecuencia para potenciar la absorción de activos y lograr una luminosidad sellada en la piel.
  5. Meditación guiada y luz LED
    Porque no solo se trata del exterior. McLeod-Valentine finaliza con una sesión de mindfulness bajo luz roja, para alinear cuerpo y mente antes del gran momento. Su filosofía: “La piel es un vehículo para preparar también el estado mental. Así es como se brilla de verdad”.

Las claves si quieres replicarlo en casa

Aunque este ritual es exclusivo y codiciado entre las celebrities, McLeod-Valentine comparte algunos consejos para emular su magia:

  • El masaje empieza en la limpieza: Usa un bálsamo o aceite limpiador y dedica un par de minutos a trabajar el rostro con las yemas de los dedos, siempre con movimientos ascendentes.
  • Slaps estratégicos: No temas aplicar ligeros golpes con los dedos en la zona del pómulo, como si tocases una guitarra, desde la comisura de los labios hacia las sienes.
  • Hora de oro: Si lo haces antes de maquillarte para una cita importante, espera al menos una hora para que el rubor post-tratamiento se asiente y emerja el efecto glow.
  • Menos es más: Evita experimentar con tratamientos nuevos o agresivos en los días previos a un evento. La piel agradece la constancia más que la innovación de última hora.
  • Siempre hacia arriba: Cada producto, cada movimiento, debe ir en dirección ascendente, favoreciendo el efecto lifting natural.

El efecto no será el mismo que el de unas manos profesionales, pero por lo menos tu piel lo agradecerá y notarás algunos efectos.

Cuando los flashes comienzan a estallar en la alfombra roja de la Gala MET, hay un elemento invisible pero decisivo que se esconde tras la piel radiante y las facciones cinceladas de las estrellas: el facialista. Su figura se ha convertido en indispensable para las celebrities antes de cualquier evento de alto impacto visual. Entre ellos, destaca un nombre que se ha vuelto leyenda en Hollywood: Lord Gavin McLeod-Valentine.

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