Un solo mueble de menos de 70 euros te da mil opciones para decorar tu casa

Un mueble sencillo es una de las mejores opciones si queremos decorar nuestra casa, porque en realidad lo que estaremos adquiriendo es todo un mundo de posibilidades. Esto sucede con uno de los diseños más clásicos de Ikea y más deseados por la gente creativa, el armario Ivar por 69 euros, es una de las opciones más frecuentes de compra de todos aquellos que tengan muy claro qué necesita su casa y no sean capaces de encontrarlo en las tiendas de decoración.

Un armario siempre es necesario en cualquier hogar, pues es una de las formas más prácticas de almacenamiento, que puede ayudarnos a conseguir un dormitorio más amplio o un salón más estilosos, sobre todo si podemos modificarlo a nuestro antojo. Este modelo básico, elaborado en madera de pino sin tratar, con las puertas de corte minimalista, pues prescinden de tiradores, y con la posibilidad de añadir distintos complementos de la misma colección, parece una gran manera de lograrlo.

Las mentes más creativas pueden ver en este armario de dos puertas y tamaño mediano, un modo único de dejar volar su imaginación, consiguiendo resultados espectaculares y que nos ayudan a decorar nuestras estancias. Tiene un tamaño ideal incluso para los rincones más estrechos, pues apenas alcanza los 30 centímetros de profundidad, haciendo que sea el mueble perfecto para pasillos o recibidores.

A simple vista no parece el mueble que pondríamos en el salón de nuestra casa, un espacio que pensamos al milímetro a la hora de decorar, pero no conviene perder de vista que, con un poco de habilidad y una buena mano de pintura los resultados que se pueden lograr con esta pieza son sorprendentes. Tanto es así que, en función de los cambios que se le hagan puede formar parte de una decoración de estilo minimalista, pero también de las de aire industrial e incluso conseguir un acabado más clásico y sofisticado.

Se le pueden añadir algunas baldas extra o cambiar el espacio que queda entre las tres originales, pero también complementos estructurales que lo convierten en otro mueble completamente diferente. Sumando una estantería bajo él o encima, añadiendo tiradores o sencillamente cambiando las puertas, algo a lo que nos invitan desde la propia firma de decoración escandinava, añadiendo estas opciones en su catálogo, se puede conseguir que un mueble que parece de almacén pase a ser la pieza clave del comedor, con un elegante y sofisticado estilo cannage.

Un acabado clásico es el efecto más sencillo de conseguir, para ello solo es necesario una mano de pintura, pues sencillamente con colorearlo de un tono que encaje con la decoración de la estancia ya estaremos logrando cambios radicales, si queremos que luzca más pequeño, podemos hacerlo coincidir con el color de la pared. Un tono mostaza, aunque elegante, puede llegar a resultar un tanto excesivo, sin embargo, siempre acertarás si escoges algunos de los colores del momento, como el azul noche o el verde oliva.

Si quieres que sea tan encantador como habías pensado, no descartes añadir detalles en color dorado, que puedes incorporar gracias a la pintura, pero también con los tiradores, pequeños detalles brillantes que añaden ese toque diferente y especial que hará que todo cambie.

Este mueble es un bloque de madera, por eso no es raro que la mayoría de las ocasiones nos planteemos lo cómodo que resulta tenerlo anclado a la pared, a unos centímetros del suelo. Sin embargo, si esta opción no nos parece la más adecuada para nuestra casa, también podemos añadirle unas patas. Si escogemos unas bajitas de color madera y pintamos el mueble de blanco, podemos conseguir un espectacular toque nórdico, ideal para las casas que buscan un ambiente acogedor.

Otra opción es la que vemos en la imagen, sumarle unas patas largas, típicas de mesa de escritorio y que se pueden comprar de forma individual en Ikea, de esta forma logramos un estilo completamente nuevo y diferente, incluso de aire retro si escogemos pintarlo de los colores adecuados o completarlo con un estampado original.

Tampoco es necesario renunciar a la esencia del mueble para encontrarle un lugar en nuestro hogar, al fin y al cabo, cuando lo compramos es porque nos entusiasma. Podemos potenciar su aspecto rústico aplicando un barniz o betún apropiado a tal efecto, de esta manera continuaremos disfrutando de la veta de la madera, pero logrando una decoración un poco diferente, un aspecto natural y sofisticado a la vez.

Este mueble es un ejemplo claro de lo sencillo que es tener una pieza única en casa solo con un poco de imaginación y bastante habilidad. Nada mejor que disfrutar de una divertida tarde de manualidades para poder tener la casa de nuestros sueños.

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