Limpieza de primavera: de terraza-trastero a 'chill out' (sin arruinarte)

Por uno de esos datos random que encontramos a veces navegando por Internet, nos hemos enterado de que disponer de una casa con terraza es, en la era post-Covid, una prioridad para los españoles. Los portales que venden inmuebles bien lo saben y cuentan que 7 de cada 10 potenciales compradores lo mencionan al comenzar la búsqueda. El recuerdo de haber estado confinados ha refrescado la memoria colectiva sobre las ventajas de tener un pequeño espacio al aire libre dentro del propio hogar.

Ahora bien, pasado el momento de claustrofobia, la ansiada terraza ha vuelto a convertirse en lo que, desafortunadamente, es en muchas casas. Sea esta enorme o poco más que un balcón, habitualmente termina mutando en tierra de nadie, un espacio loco donde la decoración ni se contempla y donde lo mismo te topas con una bici que con unas cajas de algo que debería estar en un trastero. Pero la primavera ya está aquí y el deseo de disfrutar de ese rincón para momentos chill en familia, solos o con amigos es irrefrenable. Y, aunque cuando nos planteamos hacer cambios de organización, decoración o almacenamiento en el hogar, nos decimos que no debemos gastar mucho, hay que pensar con confianza. Porque, a pesar de que el alza de los precios nos preocupe y no parezca que de momento vaya a aumentar nuestro poder adquisitivo, saber que esos cambios se pueden llevar a cabo de una forma asequible es una gran noticia.

Acudir a Ikea para encontrar ideas y soluciones sencillas, donde no siempre hay implícita una gran inversión, cambia las cosas. En estos momentos, la compra inteligente se torna algo clave y desde la marca proponen infinidad de alternativas y soluciones para llevar a cabo la misión terraza con éxito. Con algunas buenas ideas de almacenamiento, una decoración adecuada para el exterior y algún adorno o planta estratégicamente colocados, podremos empezar a disfrutar del buen tiempo e, incluso, planear un aperitivo o copa con amigos.

Así que, sin darle más vueltas, es el momento de aprovechar que vas a meterte en el lío de la limpieza de primavera para llevar a cabo este cambio que te proponemos a través de unas cuantas compras asequibles con las que tu terraza pasará de caos inhabitable a lugar seguro.

Piezas clave

Y comencemos por el comienzo, como diría la Liebre de Mayo. Lo primero, las piezas grandes, las protagonistas. Normalmente, mesa de centro y asientos adaptados, por supuesto, a los metros con los que contamos. Que sean de materiales resistentes para exterior y no tan grandes como para que dificulten la circulación por la terraza.

Sin duda, es posible que, para empezar a hablar, necesites una pantalla para dar privacidad a tu plan y en la que, quizá, puedas enredar unos jazmines que te alegren las noches de verano. Que sepas que existe la Nämmarö, (ahora con un precio más bajo) de madera de acacia, duradera y sostenible, previamente tratada para una mayor protección contra el sol, la lluvia, las manchas y el desgaste. Una vez a salvo de vecinos cotillas, si prevés que tu terraza será también un poco almacén –a falta de un trastero-, elige esta misma pantalla en el modelo que lleva una caja incorporada de gran capacidad porque, además, si le pones un almohadón encima sirve de banquito para sentarse. Si no, puede ser también mesa auxiliar para dejar un vaso, el libro que estás leyendo o un altavoz.

En cuanto al resto de mobiliario básico, no olvides una mesa de centro, quizá también una auxiliar, un tresillo de exterior y espacio para almacenar cosas. Si tu terraza es pequeña, no te preocupes porque también hay opciones de exterior adaptadas a espacios más reducidos como Djupön, una mesa plegable que podrás poner y quitar para aprovechar la zona para otras tareas según tus necesidades. En este sentido, tampoco parece mala idea tener alguna pieza en el salón que, en un momento dado, pueda funcionar también fuera si hace falta un asiento más.

Vestir con detalles

Para vestir un poco el área, es ideal una alfombra. Eso sí, que sea apta para exterior como la Korsning, de rayas en amarillo y rosa –también disponible en grises-, siempre con un buen tamaño para cubrir todo el suelo. Es duradera y, al estar hecha de fibras sintéticas, no se mancha, resultando perfecta para exteriores, ya que es resistente al agua y fácil de limpiar.

Por supuesto, para un extra de calidez, nada como integrar algún detalle u objeto típico de interior: una lámpara, textiles, adornos… Pero adaptados para estar fuera. La lámpara Solvinden, por ejemplo, es ideal porque está hecha de un material plástico con efecto ratán y le da cierto aire rústico, por lo que se integra perfectamente bajo el sol. Difunde una luz acogedora que crea un bonito juego de sombras a través de la pantalla. No requiere mantenimiento, así que podrás colocarla en tu espacio exterior durante todo el año.

Y no hay terraza sin su poco de verde. Enredaderas, maceteros y, si no se puede, al menos unas plantas que te conecten con la naturaleza aunque te encuentres a pocos metros de una autopista. Para que luzcan, mejor si se colocan en un soporte, a cierta altura, y se combinan varias de diferentes formas, tonos y tamaños. En el soporte para plantas Kulturskog lucirán como diosas y, aunque se recomienda para su uso en interior, puedes ponerlo en la terraza siempre y cuando esté a resguardo, ya que no está pensado para estar en un jardín a la itemperie. Eso sí, aunque les pueda caer agua de lluvia, ¡no te olvides de regar las plantas! Con la regadera de vidrio incoloro Chilifrukt lo harás in style.

Lo útil puede ser precioso

Una vez montados los muebles y objetos principales, piensa el uso que darás a la terraza y, sobre todo, como se trata de descansar, póntelo fácil: ¿Quieres sacar el aperitivo o el café a la terraza sin tener que hacer mil viajes? Hazte con un carrito tipo camarera como el Nissafors (que recientemente ha bajado de precio) donde quepa hasta el último vaso o servilleta. Ten en cuenta que es un accesorio no apto para dejarlo en el exterior, así que cuando termines de usarlo, recuerda llevarlo dentro para que no se deteriore. Te dará mucha menos pereza recoger cuando tus invitados digan eso de “vámonos que esta gente querrá descansar”. Gracias a su estructura robusta y a las cuatro ruedas, puedes moverlo fácilmente y llevarlo donde quieras. Puedes utilizarlo incluso en espacios reducidos por su pequeño tamaño.

Y para cuando el plan sea un desayuno, solo para ti una mañana en que se obra el milagro y puedes dedicarte algo de eso tan codiciado que llamamos tiempo, la mesa auxiliar Burvik parecerá que la han hecho expresamente para la ocasión. Queda bien en cualquier estancia y gracias a su forma es fácil de transportar y mover del salón a la terraza. Tu zumo, tu revista… ¿What else?

Y como no todos los planes van a ser con amigos o tú y tu libro, si el peque se apunta al chill out, lo menos que podemos pedirle es que guarde los juguetes cuando termine de jugar para que el espacio esté recogido. Y hay que ponérselo fácil, por ejemplo, poniendo en un rincón un baúl como Tosterö, que es impermeable y tiene buena capacidad.