¿Talle alto o bajo? En 2024, en cuestión de cortes, mandan los extremos
La pasarela no termina de ponerse de acuerdo, al menos, en lo que a la altura de los pantalones se refiere: este año, se llevan a la cintura o rozando la cadera.
El 2023 fue el año en el que la década de los 2000 volvía al front row de nuestro armario y, además, por todo lo alto. La pasarela abrazó, una vez más, todas aquellas tendencias que en su momento parecían haber quedado desterradas a lo más profundo de un cajón y firmas de la talla de Gucci, Versace o Blumarine caían rendidas ante este revival.
No hay que olvidar que la moda es cíclica y que, antes o después, todo acaba volviendo, lo que ha hecho que hayamos sido testigos del regreso de los vaqueros boyfriend, los crop tops en su mínima expresión, los complementos metalizados o los cinturones a la cadera.
Esta oda al estilo ‘pop’ de principios del milenio parece que llega a su fin al arrancar el nuevo año. O, al menos, deja de tener tanta relevancia, pasando a un discreto segundo plano. La prueba principal de ello es, por un lado, que el minimalismo de los 90 se alza como la gran fuente de inspiración para los próximos meses; y, por otro, que las grandes enseñas del universo del lujo han decretado que el talle vuelve a subir al máximo para ceñirse a la cintura. Loewe, Hermès, Saint Laurent, Moschino o Philosophy di Lorenzo Serafini son solo algunas de las etiquetas que han decretado el reinado de este corte.
Sin embargo, al otro lado de la balanza, se encuentra la que podemos decir que es, ahora mismo, la marca que dicta cuáles serán los grandes virales de cada temporada: Miu Miu. Miuccia Prada parece nadar, esta vez, a contracorriente y baja, aún más, el talle que, en su colección primavera-verano 2024, queda justo a la altura de la cadera y dejando la ropa interior a la vista. Teniendo en cuenta que la firma ha sido nombrada por el prestigioso informe de Lyst –y por segundo año consecutivo– como la ‘marca del año’ en 2023, no es de extrañar que esta corriente acabe por imponerse a pie de calle y, más aún, durante los meses estivales.
Además, la italiana no ha sido la única en romper la tónica general. Es más, en el universo denim, parece que el talle bajo sigue siendo la opción preferida: así lo demuestran las propuestas de Valentino, Dior, Gucci o Stella McCartney, que siguen apostando por el fit, ligeramente ancho y caído, que se ha impuesto como el claro favorito entre las expertas en moda.
¿En resumen? Parece que esta batalla, por la altura de nuestros pantalones, queda en un claro empate. Eso sí, mientras que en los modelos más sofisticados, como los tipo sastre, parece que la clave pasa por lucir cintura, en el caso de los jeans aún no podemos despedirnos de la influencia de los looks de principios de milenio.
El 2023 fue el año en el que la década de los 2000 volvía al front row de nuestro armario y, además, por todo lo alto. La pasarela abrazó, una vez más, todas aquellas tendencias que en su momento parecían haber quedado desterradas a lo más profundo de un cajón y firmas de la talla de Gucci, Versace o Blumarine caían rendidas ante este revival.
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