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El mercadillo de Majadahonda desde dentro, la Directora de Moda revela: claves, precios y los mejores puestos que visitar
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EL FENÓMENO DE SHOPPING

El mercadillo de Majadahonda desde dentro, la Directora de Moda revela: claves, precios y los mejores puestos que visitar

Nos hemos acercado el segundo día de la semana, para analizar pormenorizadamente y conocer un poco más este fenómeno y contarte cómo moverte en este laberinto de curiosidades de 10.000 metros cuadrados

Foto: Pilar, una clienta habitual, en el puesto de las lámparas (Irene @Inzo.png)
Pilar, una clienta habitual, en el puesto de las lámparas (Irene @Inzo.png)

Cada martes y cada sábado la población madrileña de Majadahonda reúne entre la calle Santa Catalina y la calle Erillas entre cuatro y seis mil personas. De 9 a 14 horas transcurre una cita viral que está revolucionando las redes sociales: el mercadillo de Majadahonda.

Lo que era un rastrillo municipal que los sábados y los martes vendía fruta, verdura, algunas prendas de moda, telas y artículos para el hogar, se ha convertido en el punto de encuentro de todas las adolescentes y las que no lo son tanto, sus clientas de siempre de Pozuelo, Majadahonda y aledaños, esas mujeres de mediana edad están viendo como está cambiando el ambiente. “De un tiempo a esta parte está cambiando el público, vienen muchísimas niñas jóvenes, de ahí el boom del mercadillo. Esto ha dado un giro importante, ha revitalizado las ventas, estábamos cayendo”, nos cuenta David, de Complementos Paula Ruiz. Y su fama lo ha hecho interprovincial, los acentos y las lenguas, como el catalán, se escuchan entre los percheros de forma habitual.

Uno de los encantos de este lugar es que los puestos de encurtidos se entremezclan con los de complementos de moda para mujer. Los licenciatarios, en su mayoría, llevan más de diez años en esta ubicación vendiendo a los vecinos de la zona. “Nosotros llevamos desde que estábamos en la iglesia” nos comentan desde Modas Romero, de eso hace treinta y cinco años, ahora hace ya veinte que les movieron, y muchos de ellos estaban presentes, entonces y ahora. Unos comercios que pasan de padres a hijos y que comparten muchos hermanos.

placeholder Uno de los socios de El Montoncito (Irene @Inzo.png)
Uno de los socios de El Montoncito (Irene @Inzo.png)

Nos hemos acercado el segundo día de la semana, para analizar pormenorizadamente y conocer un poco más este fenómeno y contarte cómo moverte en este laberinto de curiosidades de 10.000 metros cuadrados. Hacerlo con soltura no es fácil. Si vas y repites, debes tener en cuenta que los dos días que los comercios vienen se mueven de lugar, pueden tener posiciones diferentes, o no tener licencia para los dos días. De ahí que esté bien coger un punto de referencia y desde ahí situarse. Debemos confesar que esta guía la hemos construido en cuatro visitas, aunque las imágenes son de un martes de julio, cuando visitarlo es francamente cómodo.

Así lo vive Natalia, que tiene 22 años, vive en Toledo, nos cuenta que este mes ya ha venido dos veces y la encontramos en un puesto de bisutería, lleva un bolso al hombro con su inicial, uno de los bestsellers del lugar: “Me gusta venir, no conozco otro como este, lo que más me gusta son los bolsos vestidos y joyas”, explica junto a su novio que aguanta estoicamente una jornada de compras bajo el sol.

placeholder Natalia en el puesto de Manuel (Irene @Inzo.png)
Natalia en el puesto de Manuel (Irene @Inzo.png)

Ella trabaja en Caja Rural y descubrió este spot en TikTok. Porque la fidelidad es uno de los atributos que mencionan todos los vendedores, el que prueba repite. Según nos confiesa David, el responsable de complementos Paula Ruiz, este bolso con iniciales que lleva Natalia y muchas otras visitantes que vemos pasear, es el más vendido, sobre todo en el mes de septiembre, las adolescentes se lo compran para el colegio.

placeholder Uno de los bestsellers del mercadillo (Irene @Inzo.png)
Uno de los bestsellers del mercadillo (Irene @Inzo.png)

Encontramos otra neófita en las lides de este lugar, María, de Murcia, está descubriendo los puestos acompañada de su madre y su hija, porque otra de las virtudes de este lugar es que consigue reunir generaciones. También a Susana y su hija Ana, buscan piezas para su veraneo en el Puerto de Santamaría. “Me compro tops y accesorios, me gustan especialmente los pendientes”, nos confiesa esta adolescente que va a pasar a primero de bachillerato. Aquellas que evitan a sus madres, las requieren para compartir este plan de mañana, y son parte del escenario habitual.

Precios que a primera vista no están tan asociados a este tipo de compras, es uno de los caracteres diferenciales que sorprenden al acudir a este lugar

Mientras tanto, Mariángeles y Adela, que acuden a esta cita semanal desde que acabaron la facultad, le reclaman a un comerciante que haya cambiado el nombre de ‘Bolso Locura’, a lo que él les cuenta una historia familiar que no afecta en nada a la venta.

Uno de los lugares más diferentes de este bazar, es el de las lámparas, sin nombre y en un punto fijo (recomendamos cogerlo como referencia) lo regentan Fran y Jonathan, dos hermanos que, según nos cuentan entre clienta y clienta, les compran desde interioristas, hasta casas rurales, “suelen ser mujeres con las ideas claras, a nosotros no nos compran niñas”, dice mirando a las que descuelgan perchas compulsivamente con tops nido de abeja delante de su córner. Esta mañana Fran atiende a una clienta de siempre, Pilar, que mientras elige pantallas nos cuenta que lleva más de treinta años comprando allí y que también adquiere las telas con las que se hace sus propias prendas en casa, de hecho va vestida con ellas.

Aquellas adolescentes que evitaban a sus madres, las requieren para compartir este plan de mañana

Otra de las curiosidades que llama la atención del visitante son los precios, se repiten los puestos con prendas para niñas adolescentes con tops de diez euros, pantalones de cinco, faldas de diez, looks completos de veinticinco para arriba. Pero no solo hay eso, porque encontramos bolsos de 90 euros y vestidos bordados de 130. Hay, para todos los gustos y todas las economías, cantidades que a primera vista no están tan asociadas a este tipo de zocos, son diferencias que sorprenden al acudir a este lugar.

El movimiento de los puestos hace que se nos escape la famosa tienda de flores, conocida por permitir por un precio democrático adornar las casas de eucalipto y paniculata, un reclamo irresistible para las clientas del mercadillo.

Si lo visitas, vale la pena saber cuáles son esos puestos que te diferenciarán de las demás, y aunque recorras todos, reconocer los atractivos de este sitio que ha hecho que las niñas de catorce abandonen las pantallas y dejen de darle al clic, por el comercio más tradicional del mundo, el mercado de tú a tú.

Imprescindibles:

Katakhali

Esther tiene una tienda en Móstoles, pero vio una oportunidad y se vino dos días a la semana a Majadahonda. Su puesto es especial porque se nota que los diseños tienen huella personal, diseña las telas y se encarga de la fabricación de las prendas, los dos meses que pasa en India al año. Sus caftanes, vestidos y faldas valen la pena. Desde 20 euros.

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Esther en su puesto (Irene @Inzo.png)

Complementos Paula Ruiz

Davis y las tres personas que forman su equipo tienen el comercio de bolsos más interesante por su variedad. Clásicos trenzados de piel hasta cestas de rafia y las bolsas de lona con inicial caracterizan su tienda. Su precio medio oscila entre los 30 y 60, euros, nos cuenta David. Pero hay ‘joyas’ por noventa. Si te enamoras de uno de estos, no esperes, no hacen rebajas nunca porque el margen es muy ajustado.

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Complementos Paula Ruiz (Irene @Inzo.png)

Cositas de Rachel

“Tengo cojines, tengo decoración de hogar, sobre todo textil, mucha funda de cojín, mucho asiento para las terrazas, colchas, plaids (que es eso para los pies de la cama), alfombra de yute…”, nos explica Raquel rodeada de apuestas decorativas que van desde los cinco a los treinta y cinco euros. Pregunta para encontrarla por la Rachel del mercadillo.

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Cositas de Rachel (Irene @Inzo.png)

Bohemmia

Quizá uno de nuestros favoritos y también es el más exclusivo. Aunque tienen pijamas desde 25 euros, lo mejor de la propuesta del comercio de Elías son sus vestidos Suzanis jordanos, camisas ucranianas y vestidos de Uzbekistan. Sus huipiles mexicanos son espectaculares. Aquí acuden muchas famosas a comprar, pero el dueño no nos confiesa sus nombres. Origen internacional y tejidos naturales hacen que algunos alcancen los 130 euros, pero la diferencia hace que valgan la pena.

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Bohemmia (Irene @Inzo.png)

Modas Romero

Uno de los atractivos del mercadillo son los pijamas y bolsas de algodón estampados que arrasan en redes. Los primeros que se venden en sobres de tela y tienen un precio de 25 euros. Para caprichosas, piérdete en sus neceseres, joyeros y bolsitas… son perfectas para regalar. Aunque hay más puestos con el mismo producto, Tamara es famosa por su trato y su hermano Jose, te busca lo imposible.

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Modas Romero (Irene @Inzo.png)

El puesto de las lámparas

Fran y Jonathan, dos hermanos, son los responsables de este rincón donde las pantallas son las reinas absolutas. Tienen de todo tipo para darle un giro a la decoración de tu casa. También cactus de esparto, espejos enmarcados en yute, completan la oferta que parte de los diez euros.

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El de las lámparas (Irene @Inzo.png)

El Montoncito

Si eres una fan de las alpargatas de cuña, este es el lugar donde encontrarlas por 20 euros. Lisardo y Kily, son dos hermanos que llevan décadas en este lugar: “todos los colores, todos los modelos y un largo, etc. etc. Vénganse aquí a darse un capricho. Aprovecharos, aprovecharos, aprovecharos, no paséis sin más, que me las quitan de las manos”.

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El Montoncito (Irene @Inzo.png)

Coleteros Mitina

Para los fans de los coleteros de todo tipo: desde uno a seis euros, clips, dos por 60 céntimos y todo tipo de accesorios capilares. Aquí se observa un cambio social: padres comprándolos porque son los que se encargan de peinar a sus hijas por las mañanas. Lazos hechos a manos por Evelyn y Reyes que nos confiesan que ellos son sus grandes clientes.

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Mitina (Irene @Inzo.png)

La de los zapatos

Su puesto no tiene nombre, como otros muchos, nos dice Salima, que es muy discreta y no quiere publicidad, pero esta temporada se ha hecho famosa por la venta de venecianas y bailarinas de ganchillo que son lo último de lo último. Desde 15 euros hasta 60 euros.

placeholder La de los zapatos (Irene @Inzo.png)
La de los zapatos (Irene @Inzo.png)

Donde Manuel

Aunque son muchos los rincones donde encontramos bisutería, Manuel lleva más de 15 años en esta esquina con su mujer, donde venden collares de coral que están muy de moda, 10 euros. Él sí que juega con los precios a medida que va vendiendo. Sus clientas siempre repiten, son muy fieles.

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Donde Manuel (Irene @Inzo.png)

¿Cuándo y cómo ir?

El acceso mediante transporte público es una opción: los autobuses 651, y el 652 tardan 45 minutos desde Moncloa hasta Majadahonda.

placeholder Una chica comprando las típicas prendas del mercadillo (Irene @Inzo.png)
Una chica comprando las típicas prendas del mercadillo (Irene @Inzo.png)

Lo mejor es ir a primera hora, a las nueve, por varias razones: la primera, por la dificultad para aparcar, y la segunda porque, lo normal, es poder ir un sábado y se acumula mucha gente a medida que avanza la mañana. Si vas un martes, se reduce la afluencia, pero el aparcamiento sigue siendo problemático.

Cada martes y cada sábado la población madrileña de Majadahonda reúne entre la calle Santa Catalina y la calle Erillas entre cuatro y seis mil personas. De 9 a 14 horas transcurre una cita viral que está revolucionando las redes sociales: el mercadillo de Majadahonda.

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