Nicolás Montenegro hace historia en el Museo Balenciaga: así ha sido su desfile con los vestidos de Manuela Villena o Tana Rivera

Nicolás Montenegro suma un nuevo hito a su carrera: es el primer andaluz en desfilar en el Museo Balenciaga. El primer andaluz y el modisto con una firma novel, la más joven, en exponer sus diseños en este templo de la moda. Un hito por el que, además, se le ha concedido la aguja de oro, un reconocimiento que el museo entrega por tercera vez en su historia.

Los inicios de su marca homónima se gestaron en plena pandemia. Con su padre afectado por el coronavirus, antes de fallecer, le pidió a su hijo que lanzase su propia colección de vestidos. Una propuesta que se transformó en una promesa por cumplir en manos del creador y que terminó por materializarse con su marca. Hoy, cuatro años después, es el diseñador sevillano más solicitado y el preferido por la aristocracia y la jet set.

Nombres como el de la modelo Nieves Álvarez, la politóloga Manuela Villena, mujer de Juan Manuel Moreno Bonilla, la socialité Carmen Lomana, la aristócrata Sofía Palazuelo, la prescriptora Gala González o la joven Tana Rivera, figuran entre sus clientas. Pero hay más, Montenegro viste a las novias especiales cada temporada nupcial. Un curriculum que le ha servido para que, en el marco del San Sebastián Moda Festival, haya sido el elegido para desfilar en el museo que rinde homenaje a la figura y el legado del maestro Cristóbal Balenciaga.

Ubicado en Guetaria, la localidad natal del célebre modisto español, el museo se inauguró en junio de 2011 y desde entonces, cada año, ha acogido los desfiles de otros genios de la moda 'made in Spain' como Pertegaz, Jorge Vázquez o The 2nd Skin.

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"Pertegaz y Jorge Vázquez llevan toda una vida dedicados a la industria de la moda. Que mi marca sea la seleccionada este año, al nivel de grandes de la aguja, con solo cuatro años de trabajo, me llena de orgullo. Es muy fuerte". Pero la elección de Nicolás Montenegro como diseñador invitado no es casual: se lo ha ganado a pulso a base de trabajo, tesón y dedicación. Es un mago de la costura y su desfile sigue alimentando una carrera imparable. En pocas palabras, se lo merecía.

Un reto, el de desfilar en el Museo Balenciaga, que el sevillano asumió con ilusión y muchas ganas. Aunque cuatro años pueden parecer pocos, son suficientes para echar la mirada atrás y recuperar sus vestidos más legendarios e icónicos. Hablamos de diseños que, a su vez, han desfilado por las mejores alfombras rojas nacionales e internaciones como el Festival de Cine de Cannes o los premios Goya, en eventos de gran envergadura y en citas muy mediáticas. Un total de 20 modelos de invitada y fiesta que, con un ADN concreto, el ADN Montenegro que es fácil de cazar al vuelo, han dictado sentencia en el mundo de la moda. "Mis looks más icónicos viajaron hasta aquí desde mi taller de Sevilla, ha sido emocionante", detalla.

Por los trajes y por las mujeres que los llevaron. Manuela Villena, Vanesa Lorenzo, Rossy de Palma, Carmen Lomana, Esther Cañadas, Inés de Cominges y muchas más, que, a lo largo de estos años, han impulsado a la firma.

Una muestra retrospectiva que viajó al pasado de la marca y que recuperó, entre otros, el vestido Olga en dos versiones. El bordado con pedrería blanca y cuello halter negro que la mujer del presidente de la Junta de Andalucía llevó a los premios Goya celebrados en Sevilla, y el modelo bicolor que la modelo Vanesa Lorenzo popularizó hace años. También, el vestido de tul y encaje decorado plumas que Nieves Álvarez llevó para presentar las campanadas de fin de año en 2020. Los diseños de Rossy de Palma y Cristina Castaño que, en su momento, se pasearon por el Festival de Cine de Cannes. O modelos recién salidos del atelier del andaluz, como el vestido negro con transparencias que Tana Rivera estrenó en la fiesta de su 25 cumpleaños.

Unos 20 looks aderezados con complementos (bisutería, calzado y bolsos) que Es Fascinante, la plataforma de moda lenta fundada por Margarita Ruyra de Andrade y su hija, Valentina Suárez-Zuloaga, con la que habitualmente colabora el diseñador.

Una vez que el sevillano terminó sus estudios en la capital hispalense, Historia del Arte, hizo las maletas para trasladarse a Milán y entrar en el Instituto Marangoni, cuna de los genios de la moda italiana. De ahí, Dolce & Gabbana vio su potencial y lo ficho en sus filas. Tras cinco años y una parada técnica en París, volvió a España para fundar su firma homónima, Nicolás Montenegro, una enseña que no para de crecer.