Te contamos qué es y para qué sirve una dieta hipercalórica

Aunque solemos asociar el término dieta con adelgazar y bajar de peso, lo cierto es que no es así. De hecho el término dieta hace referencia a una forma de alimentación determinada, independientemente del objetivo que quiera alcanzar, como por ejemplo la dieta vegana o la vegetariana.

Por eso, si has encontrado un régimen de alimentación con grandes cantidades con el que parece que nunca pasarás hambre es muy probable que se trate de una dieta hipercalórica.

Dieta hipercalórica, ¿qué es?

No hay que confundirlas con las dietas hipocalóricas, que son las buscan una disminución del peso, las dietas hipercalóricas están diseñadas justo para lo contrario, aumentarlo.

Por ejemplo pueden recurrir a ellas las personas de constitución delgada que no están contentas con su físico y quieren ganar algunos kilos. O quienes han pasado por una situación que les ha hecho perder peso y quieren recuperarlo de forma equilibrada, o aquellas personas en normopeso que se van a enfrentar a algún proceso médico en el que se prevé que pueda adelgazar y sea contraproducente, de esta manera se aseguran que la persona se mantenga un peso dentro del imc del normopeso.

También es habitual que la empleen las personas que realizan deporte de forma habitual y quieran ganar masa muscular o tener un mayor volumen corporal.

Se pueden saber las calorías que necesitas al día en función de tu metabolismo basal, es decir de las calorías que tu cuerpo necesita para mantenerse vivo. A ellas hay que sumar las que necesitas en función de tu actividad física.

Esto también dependerá de tu edad, altura, peso y otros factores. Si buscas adelgazar, lo habitual es ingerir menos calorías. Para engordar, tu dieta tendrá que añadirlas.

Tal y como sucede con las dietas de adelgazamiento, lo mejor es que sea siempre un nutricionista o profesional del sector quien te ayude en el proceso, ya que no todo vale en estas dietas.

Características de estas dietas

Añadir más calorías a nuestra dieta no nos da carta blanca, no consiste en atiborrarnos de bollos, dulces o grasas, se busca un aumento de las calorías, pero de forma sensata y saludable por lo que la dieta tendrá que ser equilibrada.

Normalmente se incrementan los hidratos de carbono y las proteínas porque las grasas producen una mayor sensación de saciedad. Si nos llenamos antes, aunque el alimento tenga más calorías, comeremos menos.

Por eso mismo los productos ricos en fibra se consumen con moderación en comparación con otros. También se escogen productos que aporten muchas calorías con poco volumen, como los frutos secos, la miel o el queso, además se prefieren los alimentos que sean fáciles de digerir.

Patatas, arroz y pasta pueden consumirse a diario y, como en todas las dietas, hay que beber mucha agua y no hay que saltarse ninguna comida. Por supuesto, ante cualquier duda, los expertos siempre serán quienes mejor puedan aconsejarte.