Trucos para ahorrar energía, reducir tu factura y cuidar el medioambiente

Reduciendo nuestro consumo eléctrico estaremos reduciendo nuestro imparto medioambiental, pero también ahorrando en la factura de la luz. De esta manera, con algunos sencillos trucos que todos podemos poner en práctica en nuestras casas, podremos ahorrarnos unos euros en la factura mientras cuidamos del planeta.

La primera recomendación es tan básica que seguro que no necesitas que nadie te la recuerde, pero por si acaso aquí está: aprovecha la luz natural. Evita encender las lámparas y luces, gesto que en ocasiones hacemos más por costumbre que por necesidad, siempre que puedas, emplea la luz exterior y, una vez que no las necesites, recuerda apagarlas.

Si esto te resulta complicado y sabes que acordarte de apagarlas va a ser un verdadero esfuerzo puedes instalar en tu hogar sensores de movimiento, que enciendan las luces cuando lo capten y luego se apaguen, o temporizadores, para que las luces permanezcan conectadas solo un tiempo limitado, sobre todo en zonas de paso, como pasillos o trasteros.

Muchos aparatos eléctricos, una vez apagados, permanecen en stand by. Los reconocerás porque una pequeña luz permanece encendida aunque estén apagados. Este consumo silencioso puede hacerte pagar más de lo que en realidad estás gastando, así que es mejor apagarlos completamente.

También hay otros gastos de los que no somos conscientes, como cuando vamos a la cocina y nos quedamos mirando dentro de la nevera mientras pensamos qué nos apetece tomar. Es mejor tenerlo ya pensado y cerrar la puerta rápidamente. Recuerda también no guardar comida o bebida caliente.

Los electrodomésticos están, cada vez más, diseñados para ayudarnos a conseguir un ahorro energético, aprovecha las ventajas que te ofrecen y utiliza los programas eco de tu lavadora o lavavajillas, o los de bajas temperaturas porque gran parte del consumo eléctrico se invierte en calentar el agua.

Evita que el frío entre en casa revisando puertas y ventanas, tapa las posibles rendijas y coloca burletes en las puertas. No dejes tu casa sin ventilar, pero hazlo empleando el sentido común, con abrir la ventana durante unos 10 minutos será suficiente.

Regula la temperatura, en invierno, mantener tu hogar en unos 21 °C es suficiente, cada grado extra supone un incremento del 7% en el consumo. Para aprovechar al máximo el calor de los radiadores, asegúrate de que están en perfectas condiciones, evita cubrirlos o colocar muebles o estanterías delante de ellos. También puedes poner paneles reflectantes detrás, para asegurarte de que el calor se queda dentro de casa.

Apuesta por la tarifa con discriminación horaria, de esta forma se establecen dos periodos de consumo, las horas punta y las horas valle. Si consigues concentrar tu consumo en las horas valle puedes ahorrar casi un 50% respecto a la tarifa base.

En ocasiones tenemos contratada una potencia mayor de la que necesitamos, asegúrate de que ese no es tu caso comprobando su puedes bajarla. Calcula la potencia real que necesitas sumando el consumo de los aparatos que sueles tener conectados a la vez, además de añadir un margen para la iluminación y otros aparatos. ¿Pagas por la cantidad que necesitas?