Alfonso Goizueta, finalista del Premio Planeta 2023: pasión por las novelas contemporáneas, el sushi y su adorada Madrid

Con 17 años autopublicó dos ensayos de geopolítica y a los 20 llegó su primera novela, 'Corazón de deidades', una ficción sobre dioses griegos. Licenciado en Historia y Relaciones Internacionales por el King's College de Londres, Alfonso Goizueta (Madrid, 1999) acaba de dar su particular triple salto al quedar finalista del último Premio Planeta con 'La sangre del padre', una novela histórica de casi 600 páginas sobre la vida del conquistador griego Alejandro Magno. “Trato de buscar a ese Alejandro más personal, su vida introspectiva en medio de la aventura. Es una novela muy épica, con muchas intrigas y batallas”, explica.

A punto de enrolarse en una intensa gira por España y Latinoamérica como finalista del premio literario con mayor dotación económica de nuestro país, Alfonso comparte con nosotros sus direcciones infalibles. De las librerías donde puede pasarse horas rastreando tesoros literarios a su ruta de tapeo favorita —en la que nunca faltan aceitunas y una cerveza Alhambra bien fría—, pasando por ese museo londinense abarrotado de arte, antigüedades y arquitectura que siempre le inspira o el espectáculo deportivo que sueña con disfrutar alguna vez a pie de pista.

PARA COMER

El desayuno más sabroso: “El que tomo en cualquier speciality coffee shop de Madrid, que son los sitios donde voy a escribir. No me cuesta concentrarme, me pongo los auriculares y escribo durante un rato largo. Lo que más me gusta pedir es un café con uno de esos dibujos artísticos hechos con la leche sobre la espuma del café; más que nada porque cuando los intento en casa, no me salen. Si me lo preparo en mi cocina, me basta con unas tostadas con mantequilla”.

Cena entre amigos: “Prefiero ir a sitios que no están de moda, pero que suelen ser los más divertidos. Soy muy aficionado a la comida japonesa y me gusta mucho el plan de pedir un buen sushi en casa —el sábado es el día perfecto— y ver luego una buena película. Cuando salgo me gusta ir a Las Tortillas de Gabino (Rafael Calvo, 20) y si lo que quiero es una hamburguesa, siempre sin queso, voy a New York Burguer (Miguel Ángel, 16). Casi nunca pido postre”.

¡Una de boquerones!: “Soy más de aperitivear que de almorzar, de modo que con un pincho de tortilla, a ser posible de La Maruca (Pº Castellana, 212), una ración de pulpo, patatas bravas, boquerones en vinagre o aceitunas, de las que soy fanático, ya estoy contento. Si van acompañadas de una cerveza Alhambra bien fría, mejor. Como vino, un buen tinto. La terraza Lateral (Pº Castellana, 42) es uno de mis puntos de encuentro. Aunque de mis amigos nunca soy el que busca el sitio —siempre voy a plan hecho—, uno de los que más me apetecen es perderme por la Cava Baja de Madrid y descubrir buenos bares castizos de toda la vida, los que más me gustan”.

Al dente: “En casa me divierte muchísimo comprar pecorino y guanciale en alguna tienda italiana e invitar a mis amigos a tomar una buena carbonara. Si hablamos de pizzas, mi favorita no puede tener rastro ni de fruta —piña nunca—, ni anchoas. Por eso siempre pido la margherita, la prosciutto o las picantes, y me gustan especialmente las de Grosso Napoletano (Pº de la Habana, 27)”.

Postres tentadores: “La tarta de queso, aunque no soy muy de dulces. La de Álex Cordobés (Velázquez, 60) con pistacho, chocolate belga, dulce de leche… pero siempre hay colas kilométricas”.

Templo gourmet: “Si hay un mercado que me entusiasma visitar es el de San Antón (Augusto Figueroa, 24) en Madrid, ¡el mejor sitio para ir de plan gastro con amigos y ponerte las botas! Siempre me voy con algo nuevo que probar: un vino raro o un queso inesperado que no haya visto antes”.

PARA COMPRAR

Básicos de moda: “No tengo un único sitio donde comprar mi ropa, es más bien un mix de direcciones. El armario de mi hermano mayor también es un sitio donde recalo de vez en cuando a quitarle una camisa o un jersey sin que se dé cuenta. En el mío hay overbooking de jerséis de cuello vuelto, muy de escritor. Mis colores favoritos para vestir son el azul y el verde, y lo que nunca puede faltar son unas zapatillas New Balance para patearme ciudades enteras. Los relojes y las gafas de sol me dan igual”.

Hora de lectura: “Soy comprador compulsivo de libros, que voy apilando sobre mi escritorio —mi hermano lo llama 'el cementerio de los libros olvidados'—, esperando su turno para ser leídos. Como lector, me gustan muchísimo las novelas del boom latinoamericano, es de lo que más tengo en casa, y si tengo que elegir un autor me quedo con Gabriel García Márquez. Mis librerías favoritas son Pérgamo (General Oraá, 24), me parece que tiene mucha magia, igual que John Sandoe Books (10 Blacklands Terrace), en Londres, una pequeña librería típica inglesa como sacada de una película. ¿Un libro que me marcó? 'El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde', de Robert L. Stevenson. El que ahora tengo entre manos es 'Primer amor, últimos ritos', de Ian McEwan, un libro de retratos entre fascinante y perturbador”.

PARA CUIDARME

En forma: “Tendría que hacer más deporte del que hago. Salgo a correr de vez en cuando, pero me cuesta un triunfo, y el gimnasio me aburre una barbaridad. Caminatas urbanas sí hago, me pongo los auriculares, me echo a andar sin rumbo fijo y hasta donde pueda. ¿Una ruta favorita en Madrid? El Retiro, porque es una verdadera mezcla de gente, culturas, escenarios… Me gusta muchísimo”.

Fragancia favorita: “La clásica de Álvarez Gómez”.

PARA VIAJAR

Hotel de ensueño: “No me he alojado en él, solo tomé una porción de tarta, pero el hotel Sacher (Philharmoniker Str. 4) en Viena, me parece que tiene toda la magia de una novela histórica. De hecho, en él te sientes como en un libro de Stefan Zweig”.

En directo: “Soy muy poco de ir a conciertos —mis amigos me llevan a rastras—, pero me divierte mucho el grupo Morat; a ellos sí voy a verlos cuando están por Madrid. Si hablamos de espectáculos deportivos, me gustaría mucho ver una final de Wimbledon, a ser posible con Nadal o Alcaraz en la pista”.

De museos: “Mi favorito es el Prado, pero otros que me gustan mucho son el Reina Sofía y el Museo de Sir John Soane (13 Lincoln's Inn Fields) en Londres, por la riqueza de sus colecciones y su peculiar estética. No lo conoce nadie, pero es superrecomendable. ¿La obra de arte que me gustaría tener en casa? 'El emperador Carlos V con un perro', de Tiziano”.

Enclave especial: “La plaza de Trafalgar, en Londres. Grandiosa. Me fascina cruzarla bien entrada la noche, cuando está vacía”.

“¿Un destino en mi agenda? Madrid, porque siempre es volver a casa”.